Capítulo 8

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Capítulo 8:

        Un apuesto Alex estaba plantado en el umbral mientras me sonreía. Yo estaba quieta, embobada, mirándolo sin saber qué hacer. Robert, que estaba atrás mío, estornudó y gracias a él pude volver a la Tierra.

-Eh...hola Alex- dije todavía sorprendida y esta vez, tratando de sonreír

-Hola Jennifer- dijo él devolviéndome la sonrisa

-Eh... ¿Qué haces por aquí?- pregunté tratando de sonar lo menos grosera posible- mi padre vendrá en un rato y creo que te sacará a patadas

-Sólo quería...

-Lo siento jovencitos, pero creo que tengo que irme, la justicia me llama- dijo Robert interrumpiendo a Alex, y salió corriendo lo más rápido que pudo.

Miré a Alex mientras esperaba su respuesta, pero como no respondió hablé yo.

-¿Sólo querías...?- volví a preguntar impaciente

-Eh...Jenni...¿El que viene allá no es tu padre?- comentó esquivando mi pregunta y señalando a un auto gris y destartalado que venía lento donde estábamos nosotros. 

-¡Oh sí!- resoplé mientras metía a Alex al interior de la casa, y lo empujaba dentro de mi habitación- ¡Quédate ahí y escóndete, yo ya vuelvo!- le grité mientras salía afuera para recibir a mi padre. Se bajó del auto, cansado como siempre, pero con la habitual sonrisa en la cara.

-Hola Jenni- me abrazó y me besó el cabello.

-Hola papá- le devolví el abrazo- ¿Cómo te ha ido en el trabajo hoy?- seguía nerviosa, pero traté de disimularlo lo mayor posible.

-Bien, muy bien. ¿Y a ti cómo te ha ido, cariño?- me preguntó.

-Oh, muy bien. Ya te hice la cena así que si quieres ve a comer que yo ya he cenado- mentí

-Está bien, gracias- entró en la casa y yo lo seguí.

-Lucy está en tu cuarto, si quieres ir a saludarla- pobre Lucy, había terminado de comer sola, yo la había dejado por culpa de Robert.

-Sí, la iré a saludar, ¿Tú ya te vas a acostar?

-M...sí, estoy muy cansada- dije fingiendo un bostezo, aunque era la verdad. Enserio estaba muy cansada.

-De acuerdo buenas noches- me besó en la frente y se fue a saludar a Lucy. Yo me encaminé a mi habitación nerviosa.

-Alex, ya he vuelto- susurré mientras veía cómo él salía de debajo de la cama. Solté una risita al ver su cara de miedo.

-Oye, ¿De qué te ríes?- me preguntó- mira si tu padre me mataba...- ironizó, lo cual hizo que soltase otra risita.

-Estás exagerando demasiado- le susurré divertida- pero no me cambies de tema, me debes una respuesta- le dije. Alex se puso serio.

-Pues...justo pasaba por aquí y vi que un policía entraba a tu casa. Así que esperé un rato y toqué timbre para averiguar qué estaba pasando- me lo dijo con normalidad, como si eso pasara todo los días.

-¿Por eso?- pregunté decepcionada- ¿Nada más?

-M...no, nada más ¿Qué esperabas?

-No lo sé... algo más divertido quizá

Alex me sonrió y luego susurró:

-¿Cómo qué?

-Ya te he dicho que no sé, por ahí...que hayas pasado para...tal vez... ¿Visitarme?- que tonta que era, ¿Cómo le iba a preguntar eso? Apenas nos conocíamos, era obvio que no iba a visitar a una extraña.

Entre el presente y el futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora