Cuando entré a mi casa vi a mi padre revolviendo mi cuarto. En silencio me ubiqué detrás de él y cuando estaba bien cerca de su oído...
-¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?!- le grité. Se pegó tal susto que cayó al suelo. Yo sonreí maliciosamente.
-Oh por Dios Jenni, casi me matas del susto- dijo respirando torpemente.
-Pues te lo tienes bien merecido, ¿Se puede saber qué estabas haciendo aquí?- pregunté fulminándolo con la mirada.
-Yo estaba...- miró hacia los dos lados y luego dijo- mirando tus fotos.
-Debajo de mi cama...- asintó- pues debes saber que no hay fotos mías ahí.
-Bueno, lo tendré en cuenta la próxima vez- mencionó tratando de irse, pero yo no lo dejé.
-¡BASTA PAPÁ!- se volvió a asustar- Ya deja de mentirme, estabas buscando los objetos que te faltan.- le dije furiosa.
Mi padre suspiró y asintió lentamente- Sí, lo siento, pero los necesito enserio, son muy importantes para mí.
-Eso ya lo has dicho.
-¿Y qué más quieres que te diga? Es lo único que puedo decirte.
-Podrías esforzarte un poco más y explicarme todo lo que no quieres.
-Pero ya te dije que esas son cosas de adultos- se defendió.
-¡Pero ya casi soy adulta!- me quejé
-Casi, tú misma lo has dicho.
Bufé- ¿O sea que cuando cumpla mis dieciocho me contarás TODO?
-Exacto
Por un lado estaba furiosa porque concideraba que eso era una escusa para no decirme, y que cuando sea mayor de edad inventaría otra. Pero por otro lado estaba esperanzada y ansiosa por saber lo que mi padre hace tanto tiempo me ocultaba.
-Bien, pero yo te digo lo mismo, te daré los objetos cuando sea mayor de edad, ojo por ojo, diente por diente- cité un dicho y luego agregué- ¿Te sientes igual de basura ahora?
-Jenni...
-Jenni nada- lo interrumpí- tendrás que esperar un mes aproximadamente- (ya que era mi cumpleaños en ese tiempo)
-P-pero- tartamudeó
-NA-DA- modulé fuerte y lentamente para que entienda- ahora, si me disculpas, iré a pasear un rato.
-¿A esta hora?
-Sí ¿A caso importa?
-Claro que importa, es tarde, te puede pasar algo- dijo preocupado.
-Tranquilo, sólo saldré media hora con mi bici, volveré en menos de lo que canta un gallo- le di dos palmaditas a su espalda- hasta luego.
-Adiós- suspiró profundamente.
*****
Por fin estaba sola y tranquila, al aire libre, más relajada y fresca. Andaba en bicicleta por un parque cuando alguien me paró.
-¿Señorita Throudy?- me preguntó un oficial que se me hacía familiar.
-Sí... ¿Oficial Robert?
-Correcto- afirmó- necesito que venga conmigo.
-¿Por qué?
-Porque sí
-Esa no es una respuesta coherente
-Me acaban de llamar diciéndome que su padre está grave, y que le tenía que informar a usted.
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Entre el presente y el futuro
RomanceLa vida de Jennifer Throudy cambiará por completo cuando se entere de que su padre ha construido una máquina del tiempo que viaja hacia el futuro. Durante el trayecto conocerá a dos chicos. Alex, un apuesto joven de ojos azules que aparece cuando m...