CAPÍTULO 4. PACIENCIA

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Jisoo abrió la puerta y dejó las llaves en la mesa donde descansaba el nuevo inalámbrico instalado por los hombrecillos azules. Hizo equilibrio con la bolsa que tenía colgando en su mano.

La castaña suspiró incrédula.

Jennie estaba sentada en la isla comiendo cereal con leche y para explicar mejor la incomodidad de la recién llegada, la señorita Jennie Kim usaba sólo la mitad de la superficie, limitada por la misma cinta rosa.

Era la mitad que le pertenecía, por supuesto. Jennie se encargó de elegir todos sus equitativos espacios y marcarlos con cinta luego de escribir su nombre.

Otro suspiro se situó en la garganta de Jisoo, pero antes de decir algo, recordó las sabias palabras de Rosé

Intenta darle una oportunidad. Paciencia, Kim Jisoo. Paciencia.

Expiró tratando de calmarse "¿De verdad vas a dividir cada espacio en dos?"

"Buenas noches, Jisoo" Dijo saludando sin ni siquiera voltear. Sonaba como si le enseñara modales a la recién llegada. Metió otra cucharada en la boca.


PACIENCIA.


"Hola, ¿Tomando desayuno tan tarde?"

"El congelador está vacío" Dijo mirando sus hojuelas "Solo tenía cereal y un poco de leche"

"Dejé algunas frutas ahí"

"Están en tu lado. No puedo tomar lo que está en tu lado."

"¿Es otra regla que estableciste sin avisarme?"

Jennie decidió ignorarla "Iré mañana de compras. Ahora si me disculpas, procederé a usar mi mitad del lavadero para dejar limpio todo esto" Se paró, aún sin mirar a la otra joven, obviamente había dejado la taza de café en el mismo lugar que dejó Jisoo en la mañana. Aún sin lavar.

"Esta mujer es increíble" Murmuró Jisoo entre dientes. Frustrada caminó con la taza en mano hacia donde estaba la pelinegra "¿Estás diciendo que, si hay un incendio y hay un extintor de mi lado, dejarás que todo se reduzca a cenizas porque no puedes tomarlo?"

"Este edificio tiene un excelente sistema antifuego, Jisoo, dudo que necesitemos un extintor. De hecho, dudo que si quiera cuentes con uno"

"¿Siempre eres así de molesta o te estás esforzando?"

Jennie iba a explotar rápidamente, pero decidió tragarse la cólera. Equilibrio, pensó "No sé de qué hablas" Dejó el bowl, el vaso y la cuchara en la cocina. Caminó a la sala y se sentó en su mitad de sofá. La almohada y colcha azul de Jisoo descansaban al otro extremo, prueba de que pasó ahí la noche.

Jennie escuchó ruido de bolsas desde la cocina, pero pretendía parecer muy ocupada ojeando una revista como para voltear.


El microondas y su timbre agudo.

Luego sintió el olor.

Delicioso queso derretido, con champiñones, quizás pimiento verde.

Pizza vegetariana.


Escuchó a una silla correr y levantó ligeramente la vista, para encontrar a Jisoo en su mitad de isla, con la caja abierta y humeante.

Pasó la hoja de la revista.

Tal vez, si hubiese sido más amable... No. Quizás, si hubiese subido la mirada para saber que cargaba con una pizza, hubiese cubierto su fastidio con una fina actuación y pudiera ahora disfrutar de un pedazo junto a su roommate.

El apartamento [Adap. Jensoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora