CAPÍTULO 3. ROSA DE PERSIA

897 83 14
                                    

La pareja de mediana edad estaba parada en silencio, avergonzados y algo nerviosos. Él se acomodó una vez más en el sillón y ella cruzó los brazos.

Frente a ellos, en sillones pequeños y por separado, estaban las que reclamaban ser las arrendatarias. El hombre podía ver el contraste tan amplio entre ambas.

Una, en posición relajada, tenía las piernas juntas y, sobre ellas, descansaban sus manos. Sus delicados cabellos marrones, ondeados, caían sobre sus hombros hacia su pecho.


"Realmente lamentamos lo ocurrido" Intervino él.


La joven de sedosos cabellos negros tenía las gafas sobre la cabeza y las piernas cruzadas, dejando descansar las sandalias altas sobre la alfombra negra "No quiero sonar imprudente" Dijo calmada "Pero estoy bastante cansada y no oigo ninguna solución al problema"

"Bueno" Carraspeó él "La señorita Jisoo ha hecho un depósito adelantando los dos primeros meses de alquiler" Leyó algunos papeles.

"Puedo pagar tres meses de adelanto, si es necesario" Intervino de nuevo.

"Eso no es justo, yo hice el depósito primero" Dijo la castaña.

"Me parece que la señorita Jisoo no puede hacer una mejor contra oferta" Dijo la mujer elevando una ceja casi inexistente "La señorita Jennie, en cambio—"

"No me parece un trato justo" Interrumpió el hombre acomodando sus gafas "Creo que no podemos simplemente echar a la calle a alguna de las dos, mujer" Volteó hacia la arrendataria "Esa no va a ser la solución del asunto, lo aseguro, no se trata del dinero".


"Todo se trata de dinero" Respondió la mujer en voz baja.

"Hasta que oigo algo lógico" Dijo Jennie, cruzando los brazos.


"Escuchen, no pienso seguir oyendo estas locuras. Yo no tendría que ofrecer más dinero por algo que ya pagué" La joven castaña se paró mostrando su delicado cuerpo "Tú, niña rica, quédate con el lugar. Ustedes, pareja extraña, arreglen su matrimonio"

"Qué maleducada" La mujer se puso de pie y el hombre ni siquiera se inmutó, dándole silenciosamente la razón a la simpática joven frente a él.

"Señora, lamento mi reacción, pero fue suficiente por hoy" Acomodó su cabello "Ahora me retiro, vendré mañana por mis cosas. Fue un placer y espero se me devuelva el depósito."

Frustración.

"Señorita Jisoo" El hombre fue tras ella.

La joven restante se sintió aliviada y triunfante. Sonrió con satisfacción mientras observaba con tranquilidad los rincones del apartamento desde el sillón. Pese a su visita previa, por primera vez lo estaba disfrutando.


"Señorita Jisoo" El hombre detuvo a la joven tomándola delicadamente por el hombro.

"Escuche señor Choi, no quiero más problemas" Su fastidio se reflejaba en los ojos negros que se perdían en el piso blanco del pasillo que desembocaba en la puerta principal "Disculpe mi imprudencia por favor, no debí hablar de su matrimonio"

"Tienes razón" Ella subió la mirada sorprendida "Esto ha sido nuestra culpa, deja que lo solucione"

"Será mejor que me vaya antes de que oscurezca"


∆ ∆ ∆ ∆ ∆


El apartamento [Adap. Jensoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora