Después de todo

Extra Kidlaw

Había ya pasado unos días desde aquel sucedido.
Y para suerte todo se había solucionado. Menos para cierta persona que aún vive en un pozo de oscuridad, esa persona era Trafalgar Law quien había desembarco en una pequeña isla y pasaba los días dentro de un bar, bebiendo.

Mientras le daba sorbos a su copa de ves en cuando tocaba sus heridas recordándole la estupideces que hizo y dijo a Zoro.

Se metió donde no le llamaron y para colmo cuando estuvo apuntó de acostarse con Ronoa no podía parar de pensar en Kid.

-Eustass... ¿Dónde estás? - Decía en susurros melancólicos.

Se había perdido por completo, ya no sabía nada.

-Vaya. - Dijo un señor sentándose al lado de Law. - ¿Quieres compañía?

Law le observo de arriba abajo sin ninguna expresión.

Pero antes de que pudiera responder otro hombre se acerco pero esta ves para susurrarle algo al oído al que le había hablado primero.

Una ves que termino, el primer hombre se levantó de golpe.

-Lo siento no sabía que eras de Doflamingo.

Dijo con voz aterrada mientras se alejaba poco a poco.

Law colocó su mano en la frente tirando un largo suspiro y luego rio con amargura.

-Si tienes razón.

Dijo una ves en un susurro pero lo repitió una segunda alzando más la voz.

-¡Exacto! Así es. Eso es lo único que soy. ¡Soy la propiedad de Doflamingo! ¡No soy ni una persona! ¡No tengo control de mi, ni de mi vida!

Perdió el control y empezó a romper varias cosas, nadie se atrevió atacarle ni el dueño por el simple echo de temer lo que llegaría hacerle Doflamingo si se llegara a enterar.

Pero en todo aquel caos un encapuchado se aproximó por la espalda y lo inmovilizo.

Law poco a poco fue perdiendo la visión cayendo en un sueño.

Al cabo de unas horas Law volvió a despertar algo aturdido.

-¿Qué demonios?

Law miro a su alrededor, estaba en una habitación como de motel, estaba en la cama pero llevaba ropa. Lo primero que paso por su cabeza fue que tal ves bebiera demasiado hasta tal punto de a verse acostado con algún desconocido, pero lo raro era que iba vestido.

Se levanto y efectivamente no sentía dolor alguno.

-Que raro.

Dijo para si pero no le dio mucha importancia, vio una pequeña nevera al lado de la cama y la abrió con la esperanza de encontrar algún licor.

-Bingo.

Dijo agarrando una botella para luego abrirla llevándosela a los labios.

Mientras bebía escucho como la puerta se abría a su espalda.

-No sabía que bebias tanto.

Law reconoció inmediatamente esa voz, tal fue su sorpresa que se le escapó la botella de las manos haciéndola en mil pedazos.

Law se giro para ver que no estaba alucinando como otras tantas veces.

-¿Eusta...

Law no pudo acabar cuando Kid se acerco a él rapidamente agarrandole de la cintura.

-Ten cuidado, podrías cortarte.

Kid lo alejo de aquella zona mientras Law aún seguía en estado de shock, no podía creerse que realmente estuviera con Kid.