Nueve.

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JENNA

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JENNA

PRESENTE

Efectivamente, año y medio más tarde, descubrimos que éramos almas gemelas y estábamos en la cuerpo del otro. Ni Kori, ni Danielle, ni Chris tampoco. Jared Parker. Casi me resultaba irónico, parecía que el destino nos la había querido jugar a ambos. Y había ganado, al fin y al cabo.

Allí estaba yo, en el cuerpo de mi antigua pareja, yendo a un encuentro con su mejor amigo porque debía actuar como si fuese él. Se me hacía extraño cuanto menos, pero era lo que debíamos hacer. No queríamos ser el centro de atención de nuevo simplemente por ser almas gemelas, ya había sido suficiente cuando lo fuimos durante semanas por nuestra pública pelea en medio del pasillo cuando me enteré de que me había sido infiel. Además, éramos la persona más indicada para hacernos pasar por el otro. Había pasado tiempo, sí, pero conocíamos la personalidad del otro casi a la perfección después de diez años de amistad y relación.

Éramos la elección perfecta. Aunque no era para nada una elección. Jared jamás habría sido mi elección, no en aquel punto de la historia.

Pero allí estaba, esperando tener alguna clase de noticia de Erik para encontrarme con él, haciendo cosas que tendría que hacer Jared. Mi alma gemela. Realmente, nunca había estado allí, debía confesar que Erik y yo no habíamos tenido la relación más cercana que podríamos haber tenido. Posiblemente, parte de aquello se debería a que yo me pasaba la mayoría del tiempo con Jared y él con Yvan, así que no teníamos mucho tiempo de conectar. Quizá aquella era la oportunidad perfecta, aunque fuese haciéndome pasar por Jared.

Pensándolo de nuevo, aquello podía llegar a salir muy, muy mal. Quería mantenerme positiva ante todo, pero se me hacía casi imposible en aquel preciso instante. Va a salir bien, va a salir bien, me repetía. Va a pensar que eres Jared, no va a pensar que eres nadie más, y mucho menos tú misma, añadía al final.

¿Hasta qué punto tendría razón?

Seguí repitiendo aquello continuamente mientras caminaba por las calles del pueblo. En aquella época, las hojas ya estaban empezando a crecer de nuevo, la primavera entraba poco a poco un mes después de su inicio, el frío aún se hacía notar pero poco a poco iban aumentando las temperaturas. Hasta se hacía agradable el fresco presente a aquella hora. Volví a mirar el móvil de Jared, en busca de alguna señal de Erik. Al parecer, ya había salido de casa y me esperaba en el sitio de siempre. Envié un emoticono de un pulgar hacia arriba, pero mis dedos cambiaron directamente hasta el marcador.

—¿Jenna? —La voz de Jared se escuchó al otro lado de la línea después de escuchar dos tonos. Su voz sonaba sorprendida.

—¿Cuál es el sitio de siempre? —pregunté, agitada durante un momento—. Erik me ha dicho que nos vemos allí y no tengo ni idea de dónde es.

—La cafetería a la que siempre íbamos todos juntos.

Me quedé parada durante un momento. Uno de nuestros primeros besos había sido allí, allí habíamos pasado muchas citas. Era un local lleno de recuerdos. Pero había superado todo aquello, ya no era nada.

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