Capítulo Cuatro: Custodia.

13K 1.6K 1.6K
                                    

Un mes desde que Kageyama comenzó a ignorar como todos sus compañeros estaban sobre el, los sábados iban a quedarse a su casa y los domingos iban al cementerio a ver a su abuelo.

Tenía algunas sospechas sobre el comportamiento de todos, pero lo dejó ir ya que era imposible que ellos hayan leído su diario o tuvieran poderes y leyeran su mente la cuál sólo maquinaba las mil formas de como podía acabar con su vida.

Había días es los que Hinata le daba la mano y se sonrojaba, pero ninguno decía nada, ninguno era lo suficiente fuerte y valiente para decirse cuanto se gustaban.

Tenían práctica con Aoba Johsai una vez más, estaba más tenso que de costumbre porque no tenía ganas de ver a Oikawa San, ni a Kunimi... Menos a Kindaichi quién fue su primer amor de niñez.

Entraron al gimnasio y rápidamente se prepararon, pero algo le estaba molestando... Oikawa San estaba al margen, no había hecho nada para molestarlo, Kindaichi tampoco se le acercaba.

No hizo preguntas y así transcurrió el primer set, ganaron más fácil de lo que esperaba, parecían no esforzarse, Kageyama volteó a ver a su equipo, todos también parecían más callados que de costumbre.

Hasta Hinata parecía brillar menos que en otros partidos.

— ¡¿Qué mierda les pasa a todos?! —Gritó el ojiazul, cansado del comportamiento de las personas en ese gimnasio. — ¡Que entrenamiento de mierda es éste! —Todos veían sorprendidos a Kageyama por su lenguaje. — ¡Me largo a mi casa!

Y eso era lo que todos menos querían, Ukai quién no estaba al tanto de las cosas se lo permitió, pues tampoco entendía que pasaba con la competitividad de ambos equipos.

— ¡Espera! ¡Kageyama! —Gritó Hinata, siguiéndolo ya afuera del gimnasio de Aoba Johsai.

— ¡Creen que no me doy cuenta! —Gritó, su voz sonando rasposa, importandole una mierda como su voz de rompía y si era oída por los demás. — ¡Todo un mes han estado sobre mi ahogandome y tratándome como si fuera un puto cristal! —Hinata elevó sus manos intentando calmar a Kageyama. — ¡Ya déjenme en paz!—Kageyama cayó al suelo por el temblor que su cuerpo sufría. Hinata lo abrazó con fuerza, el pelinegro lloraba sin parar y su cuerpo no dejaba los espasmos.

— ¡Capitán! ¡Entrenador! —Gritó Hinata con fuerza, asustado de la reacción del ojiazul, de pronto un Kageyama desmayado era llevado a la sala de enfermería de la escuela de Aoba Johsai.

— ¡Capitán! ¡Entrenador! —Gritó Hinata con fuerza, asustado de la reacción del ojiazul, de pronto un Kageyama desmayado era llevado a la sala de enfermería de la escuela de Aoba Johsai

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Ataque de ansiedad. —Les explicó el enfermero. — estrés e insomnio, probablemente una mala alimentación. —Ukai soltó un suspiro, su mejor jugador sufría de todo ello y no tenía idea. Takeda miró a Kageyama y dió suaves caricias en su cabello negro, bajó a los ojos del mayor, pasó su dedo sacando el maquillaje.

Kageyama mostraba ojeras muy oscuras, estaba con suero en su brazo derecho y entre sueños solía tener espasmos.

— Tendremos que llamar a sus padres lo antes posible. —Habló Ukai, Takeda no perdió el tiempo, al salir de la sala se encontró con ambos equipos afuera.

Hinata seguía llorando al ver a la persona que amaba caer inconsciente en sus brazos.

— Quiero que sepan, que haber guardado el secreto de Kageyama y haberlo hostigado un mes entero fue la peor decisión que pudieron haber tomado. —Takeda Sensei mostraba ese lado que a nadie le gustaba ver, cuando estaba enojado. — Le produjo estrés, ansiedad, insomnio y como si fuera poco tiene problemas alimenticios. —Sugawara fue el primer en pedir perdón y comenzar a llorar, sollozando cuanto quería ver al otro de adulto. — Ahora mismo llamaremos a sus padres, Kageyama probablemente será internado en un hospital al menos unos días hasta que recupere su ritmo normal. Ustedes van a dejar de seguirlo a todos lados y le darán su propio espacio y tiempo. Es todo.

El mayor caminó lejos, marcando de su teléfono el número de los Kageyama el cuál sacó de la ficha de Kageyama.

Buenas tardes.

— Buenas tardes, le habla Takeda Ittetsu, consejero de la preparatoria Karasuno, Kageyama ha sufrido un desmayo por ansie...

— Mire, ahora mismo estoy trabajando, usted debe saber que es más importante el trabajo, los niños no se mantienen a base de aire. Déjelo ahí y cuando despierte mándelo a casa, él puede cuidarse solo.

Cortaron y Takeda de pronto sintió como su corazón era apretado con fuerza, los padres de Kageyama eran unos desgraciados, ¿cómo podían solo dejar a un niño que sufría de ansiedad y que casi no comía?

Entró a la enfermería con enojo, hasta Ukai dió un salto ante el aura oscura que llevaba.

— Llevaré a Kageyama a mi casa, voy a demandar a sus padres. —Ukai abrió la boca sin entender absolutamente nada. — Y evitare que se lo lleven lejos, voy a pelear por su custodia. Si no estás conmigo podemos terminar con ésto. —Habló decidido el adulto, Ukai sólo soltó una risa.

— Ittetsu... Te voy a seguir al infierno, tendremos la custodia de Kageyama, aún que no entiendo realmente que está pasando.

"Llevo una semana en el hospital, solo ha venido Takeda Sensei y el entrenador Ukai a verme, extraño mucho a Hinata

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Llevo una semana en el hospital, solo ha venido Takeda Sensei y el entrenador Ukai a verme, extraño mucho a Hinata.

No dejo de pensar que le he traído problemas a todos, Takeda Sensei está luchando por mi custodia junto a un abogado que viene siempre a hacerme preguntas. De igual modo, no se lo van a negar, Takeda no es familiar, pero es el único adulto que está dispuesto a cuidarme, mi hermana no hará nada y mis padres estarán a favor de que un tercero se haga responsable de mí.

Yo quiero decirles que... Dejen todo como está, porque no quiero seguir con vida, mi custodia parece balancearse de una cuerda floja cuando siempre he sido solo yo.

Cuando salga del hospital, voy a tomar todas las pastillas del insomnio y acabar con mi vida de manera definitiva, porque estoy cansado de que otros estén luchando por un cadáver que se mueve sin consciencia propia.

Entrenador Ukai, Takeda Sensei, si alguna vez leen ésto por favor perdónenme, sé cuanto están luchando por mi custodia, pero no quiero que convivan con un cadáver."

El diario de Kageyama Tobio. |Kagehina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora