Capítulo 32
*2 meses después*
Narra Victoria
Mi relación con Ross iba genial. Nos veíamos todos los días y su familia ya me conocía. Todo este tiempo tuvieron que alquilar una casa, no podían vivir en un hotel. Esto se fue complicando porque las fans siempre estaban en la puerta y gritaban que salgan. Pero con un poco de seguridad las cosas iban de maravillas.
También me encontraba con mis amigas y muy pocas veces llevaba a Ross conmigo. Ya estaba en 4° año del secundario, pero aún las cosas no iban muy difíciles. No es una escuela exigente.
Pensaba mañana mismo decirles a mis padres que estoy de novia.
Todo iba de color de rosas hasta que...
- Ross, quieres ir a la cafetería hoy ? - Le pregunté a través del teléfono.
- Si. Estaré allí en 10 minutos. - Dijo y colgó.
Me dejó con la palabra en la boca. Estará enojado ? Conmigo ? Pero si todo está de maravillas... Ni un "te amo" o "adiós". Solo cortó.
Me puse una chaqueta y salí con dirección a la cafetería. Nuestra cafetería favorita.
***
Cuando entré él ya estaba allí. Sentado en la mesa junto a la pared. Con las manos en la frente, mirando sus rodillas. Me acerqué preocupada.
- Hola - Dije suave y rozando con mi mano su brazo. Él la tomó mientras yo me sentaba. - Qué pasa ? - Dije tratando de leer su mirada.
- Es que... - Dice negando con la cabeza. No me estará por... terminar, no ? - Hay un gran problema... - Dice haciendo pequeños contactos visuales.
- Tú dime y lo afrontaremos juntos - Le dije acariciando su mano. No quiero que sufra por algo que seguramente tiene arreglo.
- Ese es el problema, que no puedo afrontarlo. Y menos solo. - Dice esta vez mirándome a los ojos. Con dolor... con mucho dolor.
- No tienes por qué afrontarlo solo. Para eso estoy yo, a tu lado. - Dije tratando de que su mirada no me hiciese llorar.
- No entiendes... - Dice negando nuevamente.
- No entiendo porque no me explicas qué pasa. - Le digo.
- Podemos ir afuera ? Aquí hay mucho ruido. - Dice. Asiento pensativa. No querrá que terminemos, o si ? NO por favor...
Ambos salimos y nos sentamos en un banco que estaba en la calle, frente a la cafetería, justo bajo un árbol.
- Me dices que ocurre, Ross ? Me estás preocupando - Le dije nerviosa.
Tomó una bocanada de aire muy grande.
- Nos iremos. - Soltó dolido.
- Q-qué ? - Dije anonadada. El concepto no entraba en mi cabeza.
- Volveremos a California... - Dijo mirándome.
- Pero... cuándo ? - Dije ya pensando que tenía los días contados.
- M-mañana... - Dice apenado. No. No, no, no, no, no, NO !
- Y... esto acaba aquí ? Lo nuestro ? - Dije con lágrimas en los ojos. Todo lo que había llorado a solas se me estaba acumulando en el pecho.
- No ! Victoria, no vine a la Argentina sólo para romperte el corazón ! - Dice alarmado y tomándome de las manos.
- C-cuándo volverán ? - Dije mientras un millón de lágrimas caían por mis mejillas.
- No lo sé... - Dice mientras me limpia las lágrimas. - Espero que podamos volver -
Todo lo que siempre quise se derrumbaba ante mí. Este hombre es mi vida. No puede irse así como así. Sentí mis extremidades pesadas. Sentí un sueño arrasador. Sentí que me desmayaba...
***
- Victoria !! Victoria ! Despierta ! - Oí la voz de Ross muy lejana. Como en el fondo de un túnel interminable. Pero sentí humedad. Era agua. En mi cara. Cerré los ojos con fuerza y lo abrí.
Ross sosteniéndome por la espalda con un vaso de agua. Varias personas y el sonido de una ambulancia que venía. Ross me abrasó con fuerza. Otras personas les decían a los médicos que ya no era necesario su servicio que ya que había despertado, podían retirarse. Todo lo veía en cámara lenta mientras iba recobrando su velocidad normal.
La gente comenzó a irse y nos dejaron a mí y a Ross solos.
- Oh Ross... - Dije mientras me sentaba. - Soñé que tú te ibas... y yo estaba destruida... no sabes lo mal que me sentí... - Dije recordando.
De pronto él volvió a abrasarme. Sentí en mis mejillas lágrimas secas.
- Victoria... - Dice en un suspiro y me suelta lentamente. - Desearía que no fuera cierto...
- N-no fue un sueño ? - Dije temerosa. Esta vez no me desmayaría.
- No... - Dice
- Ross... - Dije volviendo a llorar. Lo abrasé con todas mis fuerzas. - Prométeme que no me olvidarás - Le dije al oído.
- Lo prometo. - Dijo en el susurro más hermoso que jamás escuché.
Así estuvimos toda la tarde. Entre susurros, caricias, besos. Como si cada segundo contara. Como si ésta fuese la última vez que lo fuera a ver. Aunque mi cabeza me decía que él no me dejaría aquí, otra parte de mí lloraba porque sabía que encontraría a alguien mejor que yo.
***
El día llegó.
Prometimos comunicarnos. Prometimos no separarnos. Prometimos no olvidar cada cita. Cada beso. Promesas...
Aunque quisiera no olvidaría. Jamás olvidaría.
Allí estábamos. Él dentro del aeropuerto. Yo fuera. Separados por una ínfima línea de pintura blanca en el suelo.
Tomados de las manos. Tomados del corazón. Juntamos nuestras frentes, sellando así toda promesa dicha. Jurando que cada beso no fue en vano.
Un altavoz los llamó. A él y a toda su familia. Mis lágrimas no dejaban de caer en silencio.
Nos miramos a los ojos. Ambos dolidos. Ambos cansados de no dormir pensando.
Miré su mirada. Su dolor. Su belleza. Sus sentimientos. Su color miel.
Miré sus labios. Sus facciones. Como si ese recuerdo fuese el último. Como si ese recuerdo fuese él.
Lo besé por última vez en un largo tiempo. Quizá no fue el beso más largo o el más apasionado. Pero seguro el más sincero.
Jamás creí que este día llegaría. Jamás creí en la dura realidad.
Él se fue.
Yo me fui.
Nos fuimos susurrándonos "Hasta siempre"
Por si alguien me pregunta algún día... yo sí volví a mirar atrás.
Subí a mi bicicleta con rumbo a mi casa.
Con un hasta siempre que perduraría lo que el destino quiera que perdurara.
-----------
Hola mis lectores/as !
Por Dios esto es demasiado X(
Me prometí a mí misma no llorar.
ESTO NO TERMINA AQUÍ.
Victoria necesita mucho más que un adiós para rendirse.
AHORA empieza lo bueno ;)
Los adoro. Ro.
PD: Siempre presten atención a los * * del principio.
![](https://img.wattpad.com/cover/20128635-288-k284654.jpg)
ESTÁS LEYENDO
My Dear Love
RomanceHola, me llamo Victoria y en esta es la historia de cómo conocí al amor de mi vida, el que hoy sigue a mi lado y me acompaña en las buenas y en las malas; sí; el mismísimo Ross Shor Lynch. Pensar que yo era sólo una fan, con las mismas posibilidades...