Jamás Vuelvas A Dejarme

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Capítulo 31

Narra Victoria

Me vestí apurada y torpemente. Aún no lo podía creer. Ross ya llegaría a la Argentina nuevamente ! Estoy lista para ir al aeropuerto a recibirlo. Seguramente junto a un millón de fans más, pero no es para menos. Mi novio volvería. Podría estar junto a él todo el tiempo que quiera. Podría besarlo hasta cansarme. Podría estar con él.

Mi sonrisa desbordaba mi habitación. Decidí ya ir. Avisé que iba a pasear en bicicleta (lo cual era cierto, ya que iba a ir en bicicleta hasta allí) la tomé del garaje y salí con rumbo al aeropuerto.

***

Luego de dos horas de pedalear llegué al aeropuerto. Dejé mi bicicleta en un stand para ellas y le puse candado. Caminé hacia la entrada. Una pared vidriada reflejaba a una chica castaña de pelo largo, con un overol de jean un poco ajustado y debajo una remera a rayas, sin faltar mis Converse blancas. Detrás de esta chica con paso ligero se encontraba un hermoso paisaje de un día soleado y caluroso.

Entré decidida a la edificación y algunas personas me miraban extrañadas al ver que no tenía valija alguna. Pero muy poco me importó. Traté de ubicar la salida por la cual iban a hacer su entrada los chicos. Mientras giraba mi cabeza como una loca en busca de algún cartel, me encontré fijando la mirada a un gran grupo de chicas en un rincón, con carteles, remeras, logos, cámaras. Volví a sentir ese pequeño "tic" que me hacía sentir como si no perteneciera aquí. Que estaba muy fuera de todo eso. No me sentía así desde el concierto...

Llegué al grupo justo a tiempo para ver a R5 salir, uno por uno, desde la puerta 27. Primero salió Riker. Traté de acercarme lo más posible a él, pero todas las chicas me empujaban hacia atrás. Pero salté y lo saludé. Al verme sonrió y me devolvió el saludo. Las chicas que estaban delante de mí gritaron como locas, pensando que Riker las había saludado a ellas. Reí como tonta.

Como último salió Ross. Estaba tan bello como siempre y como nunca. Esta vez sí iba a lograr que me bese, aunque no sobreviva luego de eso. Pensé en moverme hacia adelante, pero preferí seguir su camino hasta donde terminaban las vallas, donde casi no había chicas. Corrí hacia allí chocando con fanáticas y gente que simplemente quería subir a su vuelo. Me disculpé como pude mientras seguía. Llegué y lo saludé cuando terminó de autografiar algo. Me sonrió y vino hacia mí, ignorando a todas las chicas que le pedían fotos y autógrafos. No las ignores... me hace sentir mal... Pero Ross aún no sabe leer pensamientos así que vino directamente hacia mí.

Me tomó de las manos y me besó sin que le pudiese decir "hola". le seguí el beso como si fuese el último, o el primero quizá. Pero el beso se cortó cuando alguien tiraba de mis brazos hacia atrás. Era uno de los guardias. Me estaba por sacar de todo el tumulto de gente, pero Ross actuó. En inglés le dijo que me soltara, que yo estaba con él. Mi corazón se ablandó por él una vez más. El guardia me soltó lentamente, como desconfiado. Pero a mí no me importó y me lancé a los brazos de mi rubio. Lo abrasé haciendo que sus valijas cayeran. Me correspondió el abrazo y nos quedamos allí un momento. Al oído le susurré todo lo que lo había extrañado y que por favor jamás vuelva a dejarme.

Esta vez yo misma me solté de él, pensando que seguramente todas las chicas aquí quieren abrazarlo y todas ellas merecen una oportunidad. Yo puedo abrazarlo cuando quiera.

Al salir del aeropuerto me invitó a que subiese a su van, la que los llevaría al hotel. Acepté solo por el hecho de que anhelaba con todo mi corazón estar tiempo con él y que me cuente de su viaje y sobre el video.

Tomé mi bicicleta y la fui llevando conmigo hacia dondequiera que Ross quisiera llevarme. En la calle había una van muy grande, blanca y con vidrios polarizados. Ross me abrió el baúl del transporte para colocar allí mi bicicleta y nos dirigimos hacia adelante. Él abrió la puerta de la camioneta y con un pie arriba y una mano ofreciéndome ayuda, me invitó a subir. Acepté la mano con un poco de timidez de volver a sentir esa electricidad que me recorría cada vez que pensaba en sus ojos.

Subí a la van sorprendiéndome al entrar. Dentro estaba todo R5, Ryland, Stormie y Mark. Mis ojos se salían de sus órbitas y creo que pestañé demasiado. Cuando salí de mi shock descubrí que Ross estaba presentándome. Logré decir "hola" e inmediatamente Rydel me tomó de la muñeca y tiró de mí para que me sentara a su lado.

- Te llamas Victoria ? - Dice con una energía que llamaba la atención. Es hoy en día que agradezco todos los años de inglés. Asentí. - Por qué tan callada ? - Volvió a preguntar riendo.

- P-porque aún no me puedo creer que me estés hablando a mí... - Le dije adorándola con la mirada. Ella era tan viva, tan hermosa. Un ícono de la moda para mí.

- Haha, pues te hablo a ti. Me caíste bien en el mismo instante en el que pusiste un pie en la camioneta - Me dice con una sonrisa.

- A mí me caíste bien desde que pusiste un pie en la Tierra - Le repliqué con una sonrisa más grande.

- Aww eres una persona hermosa. Hey, chicos, ya conocieron a Victoria ? - Dice mirando hacia atrás. Detrás estaban Riker (que tuvo que ceder su asiento para que Rydel me conociera), Rocky y Ellington. Luego Ross y Ryland y más atrás Stormie y Mark. De por sí ya eran demasiados como para que yo también estuviese aquí dentro.

- Aún no tuve el placer. - Responde Riker regalándome una sonrisa que me hace sonrojar. Desde atrás recibe un pequeño golpe de Ross, lo que sólo lo hace reír. 

Wow. Tener a cinco chicos que te estén mirando es MUY incómodo. Pero como si estuviesen sincronizados, Rydel y Ross se levantan y cambien de asiento. Me imagino lo insufrible que debe ser viajar horas y horas con todos cambiándose de lugar permanentemente. Compadezco a Stormie. 

Tener a Ross a mi lado me da tranquilidad y al mismo tiempo timidez. Algo que me encanta. Le tomé la mano y apoyé mi cabeza en su hombro, esperando por la llegada.

***

Llegamos al hotel. Finalmente me presenté como es debido (todos son extremadamente agradables y graciosos) y Ross me acompañó a buscar mi bicicleta en el baúl de la camioneta.

- Estas hermosa - Me dice. Estamos detrás de la camioneta y la calle está desierta. - Extrañé tu sonrisa y tu risa contagiosa.

Le sonreí. Con amor. Con puro amor. Puse mi mano sobre la suya. La misma mano que tenía la llave para la camioneta. Fui subiendo mi mano por su brazo, su hombro y se instaló en su cuello. Su brazo me rodeó la cintura mientras mi sonrisa disminuía y mis ojos se iban cerrando. Ambos nos acercábamos y formamos un hermoso beso. Esta vez sin ser interrumpido por guardias sobreprotectores o fans chillonas. Sólo nosotros dos, una camioneta, una calle vacía y un susurro. Jamás vuelvas a dejarme...

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Hola lectores/as !

El capítulo prometido !

Inspiración nivel: Estoy subiendo capítulo todos los días.

Bueno, debe ser producto del insomnio de las vacaciones...

Los adoro. Ro.

PD: La novela va a dar un giro radical...

My Dear LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora