Ross Is Back

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Capítulo 38

ANTE ÚLTIMO CAPÍTULO

Narra Victoria

Luego del último mensaje de Ross mi vida había tomado un rumbo distinto. Ya no lo pensaba a él como alguien a quien necesite, o el oxígeno de mi vida. Lo pensaba como a... un famoso más. Alguien que hace su vida como debe ser, que muy bien merecida la tiene.

Ya no sentía rencor en mi corazón desde que hablamos seriamente en la fiesta del estreno. Sentía como que no debía hacer nada. Como que el que debe intentar recuperar y restablecer las cosas, es Ross. Él fue el único responsable de que haya terminado en terapia, y que yo haya decidido cambiar.

Cambié. Y justamente por eso no voy a dejar que mis sentimientos me arroyen. Cambié y para bien. Yo amaba a Ross, y podría decirse que aún lo hago, pero deberá volver a enamorarme, demostrarme que él vale la pena y que me merece.

Eso es lo que le respondí. Lo que dije finalmente respondiendo su mensaje. Lo más sorprendente para mí fue que él comprendió todo y aceptó las consecuencias.

Pero eso ya es pasado. Ya empezaré con nuevas entrevistas porque me quieren como modelo en la revista Glam&Gloss. Estoy muy contenta y no puedo pensar en otra cosa que no sea eso.

Ayer, por ejemplo, tuve una sesión de fotos de ropa interior y mallas deportivas. Más allá de la vergüenza que eso me dio, me gustó mucho la experiencia de posar frente a una cámara. Si tengo suerte y trabajo duro, lo conseguiré fácilmente.

*2 meses después*

Esto es una locura. Luego de todos estos días de charlas vía chat con Ross, comprendí que realmente significo mucho para él y que también ha sufrido todos estos años. Al principio, reconozco que no le creí en absoluto, pero a medida que íbamos hablando, fui recordando todos esos momentos que pasamos juntos, que no cambiaría por nada.

Finalmente decidí darle una oportunidad.

Acordamos en juntarnos en en café de Havanna del centro y allí hablaríamos.

***

Traspasé las puertas de cristal con mis Converse, un jean y una remera holgada. Mi celular y mi paraguas, ya que estaba lloviendo muy fuerte afuera.

Levanté mi cabeza, en búsqueda de una cabellera rubia platino. Pero no necesité buscar demasiado, ya que él estaba allí, sentado, solo. Cuando lo vi volví a sentir algo que no sentía desde hace mucho. "Mariposas en el estómago". Victoria, qué clase de idioteces dices ? Esas son cosas de adolescentes inmaduros. Pero más allá de lo que mi conciencia diga, eso era lo que sentía, mejor descrito como nervios.

Me acerqué, esquivando a todo aquel que se me cruzara, con precaución. Cada vez estaba mas cerca y no lo podía creer. Estaba empezando a sentir euforia, como una fangirl loca. CÁLMATE ! ERES UNA MUJER ! MU-JER ! NO PUEDES ESTAR GRITÁNDOLE QUE TE AUTOGRAFÍE EL BRAZO.

- Hola. - Le dije sonriente, pero con confianza.

Levantó su cabeza y la mismísima apocalipsis se apoderó de mí. No recordaba sus ojos tan puros y hermosos. Esa fue la gota que derramó mi confianza. Y como si fuera poco, sonríe con sus seis filas de dientes impecablemente blancos.

- Hola - Responde y gesticula para que me siente frente a él.

- Lamento la tardanza, la lluvia me atrasó mucho... - Le dije un poco apenada mientras apoyaba mi paraguas al lado del pequeño sillón en el que estaba sentada.

- No llegaste tarde, yo llegué temprano - Me dice sonriendo y cerrando una revista que leía. "Glam&Gloss, 26º edición". No me equivoqué al asustarme, porque la revista que estaba leyendo Ross no era más ni menos que la que estaba yo en todos lados, con mayas, bikinis y ropa interior, entrevistas y creo que hasta un póster. - Voy a comprarme una de estas. - Dice refiriéndose a la revista.

My Dear LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora