Capitulo IX

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"Tú y yo"

-Joanne, hay algo que debo decirte, es muy importante.

-Claro cariño, yo te escucho, por cierto, gracias por la cena, estuvo deliciosa, la disfrute mucho.

-Es un placer amor, sabes que amo pasar tiempo contigo, y haría cualquier cosa por hacerte felíz, me gustaría que vayamos a un parque, para hablar de lo que tengo que decirte.

-¿es grave? -preguntó ella un poco seria-.

-Para mi, aunque es pasado, sin embargo hoy tuve una sorpresa inesperada, y antes que cualquier cosa suceda, debo ser yo quien te lo diga -respondí en un tono algo triste-.

-Bueno, vamos donde gustes y te escucharé, sea lo que sea es tú pasado, y no me importa lo que hayas hecho, eso no te define para mi, sino como eres en el presente, en el hoy.

Fuimos caminando tomadas de la mano sin decir ninguna palabra. Era evidente la tensión entre nosotras, el silencio nos invadía, me sentía con mucha ansiedad, miedo e inseguridad. Me avergüenza mi versión del pasado, cometí demasiados errores, la única persona a la que le conté casi “todo” fue a mi madre… pero su reacción me rompió el corazón, me juzgó duramente y llamo mis motivos como “ridículos”. Joanne es diferente, lo sé, no es de juzgar a los demás, ya casi llegamos al parque para sentarnos en la banca donde da la luz de la luna, me parece el lugar perfecto para hablar, además ella se ve hermosa bajo el bello resplandor del astro nocturno.

-Vamos a sentarnos aquí -le dije, rompiendo el silencio y guiándola a la banca que iba pensando en donde nos sentariamos-.

-Es hermoso aquí, manzanita -dijo sonriendo un poco-.

-Sí lo es, lo elegí precisamente por eso
-Tienes buenos gustos

-Siempre, mira que tengo a la novia más hermosa del mundo y es muy talentosa.

Ella me miró fijamente y luego se sonrojo muchísimo, parecía un lindo tomatito, su bella sonrisa que me cautiva, luego su expresión cambió a un poco más seria.

-Soy toda oídos, dime Isa, lo que tienes que decirme y te da tanto miedo -me decia mientras se sentaba y me miraba fijamente-.

-No se como empezar y me cuesta un poco ver directamente a los ojos a alguien, aunque se que es lo correcto, cuando es algo personal me es difícil hacerlo, en lo profesional, en el trabajo lo hago fácilmente y es algo que no comprendo, o quizá me pongo demasiado ansiosa en mis asuntos personales, ya que no es fácil hablar de mi pasado.

-Respira Isa, todo estará bien, estoy contigo -me dijo con voz tranquila-.

La miré un momento a los ojos y sentía tranquilidad, algo me decia que no me equivocaba, ella no me juzgaría, sino al contrario me va comprender, respire profundo y comencé a hablar.

-Tuve una niñez muy difícil, mis padres se la pasaban trabajando mucho, según ellos para darme lo mejor, pero lo que quería en realidad es que estuvieran conmigo en cada etapa de mi vida, no que mandaran al mayordomo o al ama de llaves a estar conmigo en los eventos de la escuela, irme a recoger a la salida de clases, sufrí bullying debido a que antes era muy delgada y siempre fui la más alta, para todos era fea, no tenia amigos y eso me ponía muy triste, necesitaba a mis padres o alguien que me escuchara, a veces hacia cosas rebeldes por llamar la atención de mis padres, me llevaban a dirección, me regañaban y yo esperaba que ellos llegaran, pero no era así, y cuando se enteraban me castigaban duramente, exigiéndome ser una niña de honor, bien portada, callada, reservada y delicada, tuve tutoras que me enseñaban etiqueta social, ya que ellos no querían que los avergonzara, cada día que pasaba era un infierno para mi, me sentía muy vacía por dentro, necesitaba llenar ese vacío.

A los quince años conocí a Max, quien es 3 años mayor que yo, me sentía bien con él, porque me llamaba bonita y que era una afrodita divina, me llevaba al cine y a otros lugares, yo le ponía excusas a mis padres que andaba haciendo tareas o salía con amigas de la alta sociedad, no podía hablarles de él, lo rechazarían, ya que lo hubieran tachado de vago y mala influencia y la verdad es que tendrían razón, pero en aquel momento yo estaba ciega, cegada por el supuesto cariño y atención que me daba ya que creía que podía ir llenando ese vacío.

Todo iba aparentemente bien al principio, hasta que un día me obligó a tener relaciones con él, me dijo que estaba bien y a pesar que lloré muchísimo, creí que lo hacia porque me amaba, que equivocada estaba… me introdujo al mundo del alcohol pero casí no bebí, y eso le molestaba que me golpeaba, en casa daba más excusas que solo me habia lastimado por accidente, era muy inocente e ingenua. Pensé que no podía pasar cosas peores, no fue así… luego me obligaba  tomarme fotos eróticas o sensuales para venderlas y solo él se beneficiaba, mi vida era un calvario y lo peor es que seguía ahí como tonta porque pensaba que nadie me daría la atención y “cariño” que él me daba y tanto necesitaba. Ese infierno duró 4 años, hasta que conocí a Francesca, creo que la conoces es la asistente de mi padre. Ella me ayudó mucho, se dio cuenta porque un día me vio llorando en un callejón cuando él estaba a punto de golpearme otra vez, él salió corriendo al verla, me abrazó y sentí que podía confiar en ella que le conté todo, prometió no decir nada, no quería denunciarlo porque según yo lo quería… en serio que fui muy tonta, él desapareció, enfoque mi vida totalmente a finalizar mis estudios, a ser lo que mis padres deseaban que fuera, me puse una mascara para que nadie notara lo rota que estaba por dentro.

Y eso es un resumen, pero es lo más fuerte, hay más cosas pero poco a poco te iré contando.

Joanne miró la luna, y luego me volvió a ver a mi, mientras hablaba, ella no dejaba de verme y tenia la expresión de que estaba pensando y analizando cada cosa que decía.

-Isa, lo que pasaste fue muy fuerte, demasiado, te admiro por salir adelante, tuviste a Francesca pero si tú no hubieras querido mejorar, no importa quien te ayudara no saldrías de ese agujero en el que te sumergiste, las personas que aparecen en tú vida como ángeles por decirlo así, solo son guías, depende de uno si desea tomar la ayuda o no. No es tú culpa lo que pasaste, sino de ese sujeto que se aprovechó de tú ingenuidad e inocencia, estoy orgullosa de ti que estés mejor y hayas decidido seguir adelante, yo te amo y mucho, no dejaré que nadie ni nada te haga daño, como dije es tú pasado, eso no te define, sino lo que eres hoy, porque eres libre y eres tú misma.

Sentía que se me salían las lagrimas, mi novia me sonrió y me abrazo suavemente, su dulce aroma, su suavidad, me daban paz.

-Te juro que pensé que me dirías que fuiste una asesina en serie jajajajajaja -dijo riéndose- son bromas jamás he pensado eso, eres muy sensible y amable.

-Gracias por escucharme pastelito, tenía miedo que te alejaras de mi.

-¿Alejarme? ¿yo?, jamás, amo estar a tú lado, y lo estaré mientras tú me lo permitas, aún en las peores, a menos que me pidas que me vaya, ahí si, me iría, pero se que no pasara, lo importante es que tú y yo nos amamos, somos nosotras contra el mundo, y nuestro amor es más fuerte que todo lo demás.

-Nunca te diría eso, soy feliz a tú lado, desde que te conocí mi vida a cambiado, me enseñaste lo que es el verdadero amor, me enamoré por primera vez en mi vida, y siempre voy a estar agradecida con la vida por ponerte en mi camino.

-Entonces no temas manzanita, todo estará bien, y dime esa sorpresa inesperada, ¿fue ese tipo?

-Sí… él

-Después de todo lo que te ha hecho, no entiendo como tiene el descaro de ir a verte, me hubiera gustado estar en ese momento, pero tenía asuntos de fuerza mayor.

-Lo sé amor, pero estoy bien y le pedí que se alejara, él sabe que estoy contigo y tengo miedo que intente algo contra nosotras, es peligroso.

-Debemos denunciarlo, pero la justicia pedirá pruebas, tranquila amor, vamos a solucionar esto, ahora estoy contigo y sabes que hay gente que te quiere y te va apoyar, tú padre se que te creería y nos ayudara.

-No se, tengo miedo, mi madre no reacciono bien cuando le dije, y eso que no le conté todo porque me detuvo.

-Ella fue ella, tú padre es diferente, no he tratado mucho con él, pero si estoy segura que de verdad te va comprender, yo estaré a tú lado cuando estés lista para hablar con él, no tienes porque hacerlo sola, no lo estarás jamás, te amo -después de decirme eso, Joanne me besó, la abracé y continué el beso-.

Después nos pusimos a caminar en el parque, mientras nos reíamos de las ocurrencias y anécdotas graciosas de Joanne. En verdad me sentía tan afortunada de estar con ella, me hacia sentir mejor, siempre estaré agradecida con la vida, por haberla puesto en mi camino. De pronto ella se detuvo y me miró a los ojos.

-Isa, ¿quieres que durmamos juntas hoy? -me preguntó muy sonriente-.
-Claro que sí, lo deseo mucho.
-Pero será en mi casa manzanita, ¿no hay problema?
-No, desde luego que no, solo debo avisar a casa.
-De acuerdo amor

Llamé a casa y avisé que llegaría hasta mañana, silencie el celular y tomé la mano de mi amada mientras íbamos a su casa.

Llegamos, nos besamos, ella puso música suave, iba besando mi cuello, mientras poco a poco me desvestía y yo a ella, finalmente nos quedamos sin ninguna prenda, me llevó a su habitación que tenía un dulce aroma como a ella, seguía besándome y acariciándome, besaba cada parte de mi cuerpo, me susurraba al oído cuanto me amaba y deseaba y yo a ella, sus gemidos eran música para mi, me sentía en el paraíso, no quería que la mañana llegara, solo estar en sus brazos, entregándonos por amor, me sentía amada, y se que ella también se sentía así.

-Te amo Isa, mi vida tiene sentido contigo, siempre tuya, siempre nuestras.

-Siempre amor, te amo amor mío.
-respondí mientras estaba arriba de ella y recorría cada centímetro de su suave piel-.

Nunca habia sentido algo así, y era maravilloso sentirlo con ella, amarnos es lo más hermoso que nos ha pasado.




























Isa & JoanneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora