Capitulo VIII

9 2 2
                                    

"Secretos"

Hace una semana que enterramos a mi madre, y al mismo tiempo volví a trabajar, aunque estoy de regreso, no me he estado sintiendo bien, trato de distraerme creando nuevos diseños, organizando los próximos eventos, pasando tiempo con mi amada, quién me hace sentir mejor, ella quien trajo luz a mi mundo de oscuridad.

Pero ahora ella no pudo venir, tenia su defensa de examén final. Estoy muy orgullosa de mi dulce pastelito, es simpática, inteligente, risueña, ocurrente, hábil en estrategias, maravillosa. A veces temo hacerle daño, con mis crisis emocionales, mis autosabatojes, es que... cuando una persona se me acerca mucho siempre termino alejándola. No quiero que eso pase con ella, la amo mucho.

Trató de ser fuerte cada día, de mejorar como persona, antes de Joanne no me importaba lo que me pasara, siempre fingía estar bien, cuando no era así y nadie se daba cuenta. Solo me limitaba a trabajar y darle honor a mi familia, aunque yo no fuera feliz... aunque mi mundo se destruyera poco a poco...

Pero ahora, gracias a la ayuda, apoyo, comprensión y amor de Joanne, todo ha ido cambiando para mejor, sin embargo como no me importaba mi situación en aquellos tiempos oscuros, fue hasta este momento que me he dado cuenta lo muy mal que estaba, las múltiples heridas de mi corazón, mi alma fragmentada... no es fácil sanar y cicatrizar esas heridas, cada vez que lo intentaba... volvía a revivir aquel momento de dolor, en parte me sucedía por no haberme desahogado en aquel entonces y solo reprimía mis sentimientos, cerrándome a las personas, poniéndole coraza a mi corazón y no abrírselo a nadie.

No quería reconocer que el dolor habia enfriado mi ser, era amable, trataba de ayudar a los demás, de estar siempre que me necesitaran. Algunas personas me llamaban de tierna o dulce, sin embargo cuando alguien estaba cerca de tocar mi corazón, me alejaba. No quería volver a ser lastimada.

Deseaba cambiar, así que primero tuve que reconocer que necesitaba ayuda de un profesional, no me agradaron jamás los psicólogos y el motivo no me es fácil decirlo, así que contacte una psiquíatra, su nombre es Jennie, y agende cita con ella.

Mientras seguía trabajando, también pensé que debia aceptar lo que ya paso, nada cambiaria. Pero si puedo hacerlo con mi futuro, no quería seguir así, anhelaba disfrutar al máximo la vida sin ataduras del pasado, aún no habia hablado con Joanne sobre el tema. No sabia como decírselo o como empezar, sin embargo era importante contarle a mi pareja todo de mi. Si alguien te ama de verdad, te aceptará con todo tu pasado y defectos, no solo se debe amar lo bueno de una persona también lo malo. Le mandé un mensaje, diciéndole que tendríamos una cita por la noche en mi restaurante favorito.

Estaba nerviosa, pero segura de hablar más sobre mi con ella, se que me escuchara y va comprenderme, ha sido todo un amor conmigo, estaba pensando en regalarle algo, no tenía blusa de su cantante favorita, así que antes de mi cita con la psiquíatra voy a comprarle una. Me puse a seguir redactando el nuevo plan para el próximo desfile, cuando mi secretaria tocó la puerta. Le dije que necesitaba estar sola un buen rato, de seguro es algo importante.

-¿Señorita Isabella? ¿puedo entrar?
-Claro que si, pasa adelante -respondí
-Hay una persona afuera que desea hablar con usted, le dije que usted estaba ocupada, pero es muy insistente.
-Tranquila, dile que pase.
-Hola Isa, cuanto tiempo...
Voltee a ver quien era, y no podían creer lo que miraban mis ojos, era Max mi antiguo compañero de locuras, en mis tiempos oscuros...
-Bueno, los dejo solos, cualquier cosa estaré afuera -dijo mi secretaria, antes de irse-.
-¿Qué haces aquí Max?
-Supe de tú nueva relación, estoy impresionado. Jamás mostraste interés amorosos en las chicas, rechazaste algunas que se habían enamorado de ti. Así que vine a comprobarlo personalmente, como sabes cuando quiero investigar siempre llego al fondo de las cosas.
-No debe importarte lo que haga en mi vida, de manera cortes te pido que te retires, lo nuestro se acabó, es pasado y jamás trajiste cosas buenas a mi vida.
-Vamos, no seas enojona, vengo en paz. Como dices, lo pasado se queda ahí, tú cambiaste ¿por qué no podría hacerlo también?
-Siempre traes intenciones ocultas, no eres de confiar.
-Te fuiste sin despedirte esa mañana Isabella, me bloqueaste y me sacaste de tú vida como si nada, asumiste el puesto que te dio tú padre y al parecer se te habían subido los humos a la cabeza.
-Sabes que no fue eso, además te deje una nota, ahora soy feliz con Joanne, tú también deberías hacer lo mismo.
-Aún te sigo amando... es la razón por la que estoy aquí, se que estas con ella, pero creo que estas confundida. Podemos pasarla bien como antes, tú y yo somos muy parecidos.
-No lo somos, porfavor vete. Tú sabes que jamás estuve enamorada de ti, no me habia pasado hasta ahora, amo a Joanne más que nada ni nadie en el mundo. Ella me hace feliz, y se que me ama mucho.
-Me iré, pero quiero que sepas que no dejare de luchar por ti, reitero que estas confundida. Nos vemos pronto Isabella...

Jamás pensé que él me buscaría, es orgulloso. Sin embargo lo hizo, recuerdo lo bien que se llevaba con mis padres, en especial con mi madre. Cuando me aleje de Max, tuve que inventar miles de excusas a mis padres cada vez que me preguntaban por él, hasta que dejaron de hacerlo.

La verdad me sentí mejor después de dejarlo, se lo astuto que es y me da miedo que intente algo en contra de mi relación con Joanne, lo más sensato seria hablar con ella y contarle todo.

Pronto llegaría la noche y aún no habia pensado que iba a ponerme para la cena con Joanne, recordé un vestido color vino con abertura del lado de la pierna derecha, jamás lo habia usado y pensé que podría sorprenderla así. Llegue a la casa y me aliste, solté mi largo y espeso cabello, use labial cereza mate, me miré al espejo, lucia totalmente guapa. Estaba nerviosa de mi encuentro con mi novia, no sentí el tiempo y de repente ya estaba en el restaurante.

Al entrar el host me llevo a la mesa que habia reservado y ahí estaba ella... suspire y me fui acercando.

Estaba preciosísima, usaba un elegante traje negro, su hermoso cabello, toda ella estaba perfecta. Cuando me volteo a ver, no me quitaba la vista, se puso de pie y se acerco a mi.

-Isa, estas súper guapa, tengo la novia más hermosa del mundo.
-Me sonrojas amor -respondí dándole un besito en la mejilla-. 
-Es la verdad mi amor, me encantas, me enamoras cada vez más, ahora vamos a sentarnos.

Nos sentamos y ella no dejaba de verme, me sostenía de las manos al mismo momento que las acariciaba.

-Tengo algo para ti, cierra los ojos.

Hice lo que me pidió, estaba muy nerviosa, por saber que era. Sentí un aroma muy delicioso y peculiar.

-Abre los ojos mi amor -me dijo con su dulce y aguda voz-

Eran unas rosas preciosas de color azul, no son fáciles de conseguir, no lo podía creer, incluso me llevo de mi chocolate favorito, sentía que las lágrimas se me salían de la emoción.

-Mi vida, eres tan linda conmigo, gracias por tan bellos regalos, gracias por darme momentos de felicidad, te amo tanto Joanne, no pude evitarlo, me levanté y la bese, sin importarme que hubiera gente observándonos, en ese instante solo éramos Joanne y yo.
-Se que es un regalo sencillo para lo que estas acostumbrada, pero es con mucho amor, lo siento por no haber estado contigo, tenia mi examén y lo aprobé amor.
La tomé de las manos, le sonreí y le dije:
-Amor, lo más importante es que amas, lo más maravilloso de mi vida eres tú, eres el regalo más bello que el destino me ha dado, sobre lo de tú examén ¡Felicidades! Estoy orgullosa de ti amor, sabia que lo lograrías, todo estuvo bien el trabajo, te amo vida mía.
-Te amo más cariño, gracias por entenderme y hacerme feliz.

Estuvimos riéndonos, hablando y
disfrutando de la comida, que se me hacia difícil decirle que tenia que contarle mi pasado. No sabia como empezar, no quería arruinar tan hermosa velada. Pero ella me ama y merece saberlo, la amo y se que todo estará bien.
























Isa & JoanneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora