Otra historia de los Merodeadores.

Feliz cumpleaños Moony

Remus. 10 de Marzo de 1975

Su cumpleaños número quince había caído el sábado, el día anterior había sido de luna llena y no terminó tan herido como de costumbre, fue un asunto muy curioso.

Fue extraño, cuando despertó y antes del chequeó acostumbrado por la enfermera, Pomfrey le entregó un regalo, estaba tan sorprendido y emocionado, casi lloraba pero la impresión fue superará por la emoción al escuchar a sus amigos entrar a la enferma al son de las mañanitas.

Las sorpresas no pararon ahí, James había dicho que lo llevaría a un lugar especial, Peter como muchos le regaló chocolates y Sirius había conseguido un libro que quería desde hace tiempo. Sin embargo el mejor regalo de todos había sido entregado por su padre de parte de su difunta madre, el presente no fue más que un libro había pasado entre generaciones, tenía la reliquia familiar en su manos.

Salieron temprano según, por qué realmente eran las dos de la tarde, preferiría estar dormido pero la  sorpresa de James requería salir y de su participación. Llegaron a Hogsmeade y por un segundo pensó que irían al arroyo donde pasaban las tardes cuando el verano estaba cerca, pero lo pasaron de largo, fue cuándo se empezó a preocuparse, se estaban alejando demasiado de la escuela, no dijo nada, no quería arruinar los planes de su amigos y siguió caminando. Salieron de un pequeño pueblo rumbo a la carretera, caminaban por la orilla para no ser atropellados por los carros que pasaban.

Hablaban de todo, menos de a dónde se iban, pasado un rato se escuchó un carro cercano a ellos, todos se detuvieron y él continuó su camino.

-Rápido Sirius ve,ve - James había empujado al contrario para que se cruzara al otro lado de la carretera - Moony ven, corre -  Observó a Sirius haciendo señas extrañas al carro que venía.

-Así no se hace idiota - Peter había corrido también al otro lado del calle y levantaba el pulgar moviéndose frenéticamente, el otro no tardó en imitarlo.

-¿Qué mierda están haciendo? - le preguntó a James, mientras sorprendentemente la camioneta paraba por las señales que le hicieron

-Intentado que nos den un aventón y funciono, vamos rápido - James lo tomó de la mano y corrieron para subirse a la parte trasera de la camioneta que estaba destapada y separado de la parte de donde iba el conductor .Ya arriba casi empezaron a reír y a festejar que había funcionó, seguía sin entender qué pasaba - Lily nos enseñó cómo hacerlo, dijo que su papá siempre se quejaba de las personas que lo hacían

-¿Y por qué lo estamos haciendo? ¿A dónde vamos?  Y más importante ¿Cómo vamos a regresar después?

-De la misma  manera en la que vamos, pidiendo aventón como los muggles - dijo Sirius para darse una sonrisa que hizo que sus dudas dejarán de aparecer.
Se dejó llevar por la risas, reía más fuerte cuándo el viento se intensifica despeinando a todos de forma graciosa y Sirius sacaba la lengua como si fuera un perro, al escuchar a Peter decir que saldrían volando y al ver que los lentes de James casi caen de la camioneta por una vuelta inesperada.

La camioneta se movía con frenesí, no era seguro la forma en la que se tambaleaba cecas de la caída, debió temer pero escuchar a sus amigos reir fue suficiente para que disfrutara la adrenalina que les daba el camino

Pasaron por una sección arbolado en la carretera, fue su parte favorita del viaje, la sensación de ser atrapado por las sombras y los rayos de sol no fue tan aterrador como esperaba, ser cegado de momentos le causaba cosquillas.La lluvia se había llevado lo poco que quedaba del invierno, regó el suelo y su felicidad por el aroma tan familiar que resultaba ser la tierra mojada.

Después de una hora llegaron a un pueblo muggle y se bajaron de la camioneta, agradecieron al señor que los había traído y vieron cómo siguió su caminó,quería seguir viajando.