Décima semana
Los hermanos León escuchaban con suma atención, como si necesitaran toda la información para un examen posterior al relato. Arrugaban la frente, sonreían o fruncían el ceño de acuerdo a la ocasión e incluso en dos partes apretaron los puños.
Montserrat les estaba contando su historia con Henry, que aunque resumida, tomaba los puntos más importantes, entre ellos la propuesta de matrimonio y la hermosa sorpresa de la infidelidad justo después.
Cuando Montse terminó, resopló, pero se felicitó a sí misma por no llorar; luego se preguntó qué tenían los hermanos León que le inspiraron a hablar pues ni con Verónica había querido conversar muy tendido sobre la historia completa y su actualidad.
—Yo creí que eso solo pasaba en las novelas mexicanas —apuntó Nicolas luego de un rato.
—Mi vida es una novela mexicana. Solo falta que un viento mágico me sople en la cara y me solucione los problemas, o cruzarme en la calle con un millonario soltero en busca de esposa para hacer feliz a su padre que me pedirá firmar un contrato de matrimonio y conseguir la herencia.
—Que cretino —dijo Frank con un gesto agrio, como si acabara de chupar un limón, refiriéndose a Henry—. No entiendo cómo lo hacen.
—¿Tener hijos con otra mujer? —replicó su hermano—. ¿No te dieron clases sobre eso en preparatoria? La abejita y el polen...
Montserrat soltó una risa al mismo tiempo que Nicolas, aunque Frank le dio un manotazo que no se vio tan suave.
—Mocoso idiota.
—Qué sensible te volvió el ejército, no seas amargo. —Con disimulo se sobó donde Frank le dio el manotazo; luego miró a Montse—. Pero sí concuerdo con él, no sé cómo lo hacen. Yo tenía un amigo... bueno, tengo, porque no se ha muerto, que tenía una novia y a mí me agradaba. En una fiesta mi amigo besó a otra como si nada y yo me di cuenta. Él estaba lo más de tranquilo pero yo no podía ni mirar a la novia; no me quería meter pero un día exploté y le conté a la chica. Terminó con él, luego él me odió, me dijo algo de que rompí el código de hombres y le dije que yo ese código no lo leí y si no lo leí no lo sigo. Él me odió por unas semanas pero pude respirar en paz luego de soltarlo.
Frank y Montse observaron a Nicolas con una sonrisa orgullosa.
—Tienes un buen corazón —dijo ella—. Hombres como Henry, no.
—Nosotros jamás lo haríamos —exclamó Nicolas, incluyendo a su hermano mayor en la afirmación. Él asintió—. Nuestra madre sufrió mucho por un hombre así, la vimos y fue horrible.
—Así es. Herir a una persona de esa manera sería como herir a mamá en carne propia.
Montse tomó su vaso de cristal a medio llenar de té helado y bebió un sorbo.
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Las (des)dichas de Montse •TERMINADA•
ChickLit❝Montserrat cree que su vida está estancada ahora que ha terminado su relación con su prometido, sin embargo está por descubrir que entre dichas y desdichas es posible salir adelante❞ SERIE "LOS GIROS DEL AMOR" II (No son secuelas, se pueden leer de...