imagina: reiner está sensible en su celo, te desea, así que puede ser un caliente y obsceno problema.
advertencia: contiene smut escrito de forma inexperta.
nota: universo alterno en donde reiner es un licántropo y ambos son destinados a ser almas gemelas.
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Aquella tarde, mientras Reiner cazaba algo para el almuerzo, su celo llegó, volviéndolo todo un lobo sensible, sobre todo en su miembro. Corría lo más rápido a su hogar, necesitaba saciarse, necesitaba estar dentro de (n) para poder sentirse mejor.
Antes de conocer a su destinada, él pasaba el celo alejado de la manada, aguantando dolorosamente la época y al principio realmente le costó acostumbrarse al mal rato, chillaba de dolor y habían veces en las que lloriqueaba, pero luego pudo dominarlo, hasta que experimentó el sexo con su novia y volvió a ser el mismo lobo sensible al celo.
Al llegar a casa, se transformó en humano y entró a ésta, casi rompiendo la puerta en el acto. Buscó con su olfato a su novia, no se encontraba ni en la sala, ni en la cocina, así que fue a la habitación que compartían, y cuando entró, escuchó el agua salir de la regadera, (n) estaba tomando una ducha.
—Perfecto. —Pensó, adentrándose al baño.
La (c/c) escuchó la puerta ser abierta y luego cerrada, preguntó si era Reiner quien estaba allí y pudo confirmarlo cuando él hizo a un lado la cortina de la regadera. Ella sonrió, feliz de que volviera, pero notó algo extraño en los ojos de él, ese deseo que conocía.
—¿Estás en celo? —Cuestionó, frunciendo ligeramente el entrecejo.
El rubio no respondió sólo se abalanzó a ella y olió su cuello, aspirando el aroma a jabón de canela. El acto de Reiner provocó que (n) soltará un jadeo de sorpresa, lo que excitó más al lobo.
—E-entiendo. —Gimió al sentir la lengua de él pasar por su cuello.
Las manos de Reiner se posaron sobre el culo de (n), apretando este con ligera fuerza para luego darle duras nalgadas que la hicieron gemir y jadear. Estaba desesperado, sólo quería meterse dentro de ella, era en lo único que pensaba, así que giró el cuerpo de la (c/c) y la tomó por la cintura, mientras que (n) apoyaba sus manos en la pared. Abrió los labios vaginales de ella, sin siquiera tener un juego previo para hacerla moja, solo la embistió duro y brusco, olvidando por un momento en el dolor de ella. Entró en razón cuando la escuchó soltar un grito y apretarle el brazo, clavándole las uñas en la piel.
—Duele... Duele. —Jadeó, frunciendo el ceño, manteniendo sus ojos fuertemente cerrados. —Du-duele.
—L-lo siento, lo siento, lo siento mucho. —Comenzó a repartir besos por la espalda de ella. —Fui un bruto, perdóname. —Se inclinó un poco más para besar la mejilla de ella. —Perdóname.
(n) soltó un suspiro, maldiciendo mentalmente a Reiner. Abrió sus ojos, dando inició al sexo, auto penetrándose con el miembro de su novio tonto, quien dejó que ella continuará haciendo ese vaivén de adelante hacia atrás mientras él sólo veía como sus cuerpos se unían, soltando gruñidos y jadeos.
—¿Sabes? T-también puedes hacer a-algo. —Suspiró de placer.
Ahora Reiner era quien estaba embistiendo, rápido y duro, cegado por el placer y la lujuria, necesitado por acabar dentro de ella. Fue un poco más rapido y se inclinó para ir más profundo, repartió besos por toda su espalda, dio suaves mordidas a su cuello y jugó un par de minutos con los senos de la (c/c).
Por otro lado, (n) sintió sus piernas flaquear por momentos, su orgasmo estaba por llegar, solo un par de embestidas más y estaría chorreandose alrededor del pene del rubio.
—¡Ngh! R-reiner... Ahh, si-sigue así. —Gimió, animando más al rubio. Echó su cabeza hacía atrás, soltando un escandaloso gemido y liberando su orgasmo.
Las paredes vaginales de (n) apretaron más el miembro de Reiner y con eso bastó para que él se corriera dentro de ella, soltando un gruñido y maldiciendo al cielo. Iban recuperando el aliento para la segunda ronda, ya que el lobo aún seguía sin satisfacerse por completo. Sin embargo, tuvo que tomarse un buen tiempo para que el nudo formado desapareciera.
Cuando sintió que ya no había ningún nudo, salió de ella y cerró la regadera. Tomó a la chica entre sus brazos y ella no hizo más que enredar sus piernas alrededor de la cintura de Reiner, besando los suaves labios del rubio.
La acostó en la cama sin parar de besarla. Tocó de nuevo sus senos, lamió su cuello, dejó marcas y mordidas más notorias cerca de sus clavículas, rozó su miembro con la vagina de ella, provocando gemidos que lo ponían nuevamente caliente. Volvió a los labios de (n) y los besó. Agarró su pene, introduciéndolo otra vez a la vagina de ella.
—Joder, se siente tan bien. —sonrió de placer y cerró sus ojos, comenzado a penetrarla.
(n) asintió, mordiendo su labio inferior, sintiendo lo profundo que Reiner llegaba, quizás si él iba más rápido, ella no tardaría en tener otro orgasmo.
—Reiner, cariño... V-ve más rá-ápido, por favor. —Jadeó.
No lo pensó dos veces y ya estaba yendo al ritmo en que ella se lo pidió. Reiner abrió sus ojos, admirando a su pareja con el ceño fruncido, teniendo sus ojos entrecerrados y llorosos, con la boca ligeramente abierta, soltando jadeos y gemidos, excelente imagen que lo motivó a ir por más.
—¡Ahh! Ngh.
Estaba por llegar de nuevo a ese ansiado orgasmo, lo sentía cerca. El lobo tomó una de las piernas de la chica y la colocó sobre su hombro, probablemente llegarían más rápido al orgasmo si usaban esa posición.
—Ngh... Mmm, ah... —Se corrió, volviendo a rozar el cielo por segunda vez.
Reiner no tardó mucho para correrse y rozar el cielo también. Jadeante, apoyó su cabeza en el pecho de ella, escuchando como su corazón iba descontrolado. Sonrió y acto seguido, lamió el rostro de (n), quien rió suave.
—¿E-estás satisfecho? —Tragó saliva, acariciando el cabello poco mojado de él.
—No realmente, pero podemos tomar un descanso para que recuperes energía. —Levantó su cabeza.
—Sí, eso estaría bien. —Cerró sus ojos por un momento. —¿Y si lo hacemos en la sala? —Subió y bajó sus cejas de manera pícara, enloqueciendo a Reiner.
