Maldita Seducción

Volviendo a la realidad...

Los personajes no me pertenecen son de la gran Rumiko Takahashi esto es sin fines de lucro solo diversión por y para los fans.

Para considerar: este fics está clasificado para mayores de edad puede contener violencia física o emocional así como escenas de eróticas y lenguaje soez.

Despertar en medio de la noche sin sentirla a mi lado me hizo pensar por un instante que estaba en mi casa en Tokio... no era la primera vez que la soñaba intensamente para luego darme cuenta que todo fue producto de mi imaginación.

Me incorporé agitado y la vi parada cerca del ventanal, su delicada silueta sobre salía al instante. Caminé hasta ella quien escuchó mis pasos pero no volteó siquiera...

-¿Qué pasa? — pregunté curioso.

-Vuelve a dormir— dijo muy bajito.

-¿No puedes dormir? — dije abrazándola con esmero, su cuerpo estaba frío bajo la tela de seda de la bata que la cubría.

-Tu teléfono me despertó— respondió seca llamando mi atención.

Entonces solté su cuerpo y fui hasta mi pantalón a buscar mi móvil pero no estaba...

-¿Akane?... — alcancé a decir.

-Está sobre la mesa de noche— respondió sin mirarme.

Fui hasta ésta y lo encendí, más llamadas perdidas de Aiko y un mensaje amenazante que me descolocó...

-¿Lo leíste?

-¿Tú qué crees?...

-No hagas caso, ella no te conoce siquiera...

-Esto no está bien Ranma— se apresuró a decir.

-¿No vas a mirarme a los ojos? ¡Acabamos de hacer el amor y ahora por este estúpido mensaje ya no me quieres ni hablar! — gruñí molesto.

-Baja la voz o despertarás a mi hijo— dijo con enfado.

Fui hasta su encuentro y la obligué a mirarme, sus hermosos ojos de avellana estaban enrojecidos ¡maldita sea! Lo que menos quería era hacerla llorar...

-Lo siento no volveré a alzar la voz— dije primeramente— ¿hice o dije algo mal? Necesito saberlo — supliqué.

-Todo esto está mal... ella te espera en Tokio y tú la olvidaste por completo hace un rato.

-Entonces todo esto es por ese mensaje, es cuestión de consciencia— hablé serio.

-Ranma será mejor que te vayas mañana, anda y arregla tus asuntos te daré mi número nuevo para que me contactes por Yamato ¿sí? — dijo con evidente tono a despedida.

-¿Así de simple? — Me vio con tristeza — solo te busco si es por nuestro hijo y nada más.

-Yo no quiero ser el mal tercio de nadie— dijo escueta pasando por mi lado — me dejé llevar— agregó como una punzada a mi corazón.

-No me digas eso porque no te creo nada— la abracé con todas mis fuerzas, podía sentir su respiración agitada.

-Vístete y ve a dormir a la alcoba que te preparé — respondió sin siquiera corresponderme el gesto.

-No pienso moverme de aquí, olvida el mensaje, Tokio, y toda esa mierda que nos espera al regresar— tomé su rostro entre mis manos — dejaste que te amara porque también me extrañabas ¿no? — ella soltó una lagrima solitaria que sequé de inmediato.

-Eres mi debilidad— esbozó suavemente, la besé con delicadeza y me respondió con tanta soltura que sabía muy bien lo que me quería decir...

-Esta es nuestra noche, nada ni nadie podrá intervenir en este reencuentro porque no lo permito ¿entiendes? — ella asintió y volví a tomar con ansias su labios.