Do You Remember Me?

Page 01: "El Lugar De Nuestro Reencuentro"

DO YOU REMEMBER ME?

Ahí estaba yo, varado en la acera del andén de la estación ferroviaria que me había traído desde mi casa hasta aquí, Tokyo. Fue un viaje que duró cerca de 10 horas y con varios trenes de por medio para completar el trayecto. Era un deseo de mis padres que me fuera a Tokyo para terminar la preparatoria y así poder tener más posibilidades de entrar a una buena universidad. No hace falta decir que en esta ciudad, capital de facto de Japón, se encuentra una de las universidades más prestigiosas del mundo: la Universidad de Tokyo. Mientras, tenía pensado quedarme en el apartamento de mi tío aquí en la ciudad, al mismo tiempo que terminaba de estudiar y con el tiempo y esfuerzo llegar a conseguirme en un futuro mi propio apartamento.

A decir verdad se siente algo triste, tener que dejar el lugar donde nací, dejando a mis amigos allá, en mi ciudad. No era fácil. Aun así ellos me despidieron alegres, e incluso me dijeron que vendrían a visitarme para las vacaciones de verano, por lo que la despedida fue menos dolorosa.

—¿Tokyo eh? Han pasado varios años desde la última vez que vine — decía mientras unos pensamientos de nostalgia venían hacia mí. Era como si volver a Tokyo despertara en mí una sensación que no sabría describir en meras palabras.

Me encontraba ya en el último año de preparatoria. Aun así todavía no tenía decidido que quería estudiar, cosa que tenía que encontrar en este último año. Mi familia me había hablado para que me decantara por una carrera de ingeniería pero a decir verdad yo no pensaba así. Ni siquiera me lo planteaba realmente. Pensaba que a lo mejor en una ciudad diferente lograría encontrar algo que de verdad me gustara.

Mi tío me había mandado un mensaje diciendo que me esperaría en la estación para llevarme a su apartamento pero no llegaba a verlo por ninguna parte, por lo que decidí entonces llamarlo por teléfono para avisarle que ya había llegado y que lo estaba esperando.

—Supongo que llegué un poco antes de la hora que le dije que llegaría. No pensé que llegara antes de las 5 de la tarde. Creo que debería llamarlo y decirle que ya llegué.

Mientras sostenía mi teléfono para llamarlo y decirle sobre mi llegada, pude sentir una leve brisa alrededor de mi rostro. Fue entonces y quizás por simple capricho de ver de dónde provenía esa brisa que miré hacia el frente; y fue ahí cuando pude ver, parada en el otro lado del andén de la estación, a una chica que captó toda mi atención por unos instantes.

Su rostro, pálido y delicado como si del pétalo de una flor se tratase, dejaba entrever una tenue tristeza. Ella se encontraba allí, de pie con su maleta de viaje y con ropa de vestir casual. Su mirada, que desde un primer momento me pude dar cuenta que también se había quedado sostenida hacia mí, dejaba salir una mezcla de asombro y tristeza.

Era algo confuso a decir verdad. Fue así que nuestras miradas por alguna razón se mantuvieron así por un buen rato, fijas, como queriendo transmitir nuestros pensamientos a través de ello. Su cabello, que era tan largo que le llegaba casi hasta la cintura y de un color que era una mezcla entre azul oscuro y morado, se movía al compás del viento que del tiempo ya era su dueño.

Cuando después de unos instantes que para mí duraron una eternidad el viento dejó de soplar, un nuevo tren había llegado a la estación, justamente en el lado de la estación en donde se encontraba aquella chica.

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—¿Eh? ¡Ahhhhh, pero si es Hiro! — gritó alguien a lo lejos.

—¿Eh? ¿Alguien me está llamando? — me pregunté mientras me volteaba a ver de quien se trataba.

—¡¡¡¡¡¡Ooooye!!!!!!¡¡¡¡¡¡Hirooooo!!!!!!