Do You Remember Me?

Page 06: "Una pequeña mentira"

DO YOU REMEMBER ME?

Me encontraba en la escuela, ya en el último turno de clases de la mañana antes del almuerzo y pensando en lo que había sucedido el día anterior.

Imágenes de Ichigyou-san venían constantemente a mi cabeza. Aquello que pasó ayer, como esos dos tipos se fueron después de lo que hizo Ichigyou-san me tenía desconcertado. Era algo parecido al fenómeno del olvido, ellos perdieron sus recuerdos.

¿Podrá tener alguna relación….? No, no puede ser. Debo de estar pensando demasiado las cosas.

¡Rinnnnng rinnnnng!

Por fin había llegado la hora del almuerzo. Pensaba ir con Sora a la azotea pero…

—Lo siento Hiro pero hoy voy a almorzar con los del club. Perdóname — decía mientras se inclinaba respetuosamente. Creo que de verdad debería de dejar de inclinarse de esa manera, ciertamente.

—Ah no te preocupes. No tienes por qué almorzar siempre conmigo ni nada.

—Lo siento. Aún después de lo que hiciste por el club.

—Que no tienes por qué disculparte.

De todas maneras no tengo mi billetera después de todo.

—Por cierto hoy entras ¿no? En tu trabajo a medio tiempo —me pregunta él después de recomponerse.

—Sí. Creí que ya era hora de ganar algo de dinero después de la escuela.

—Qué envidia! Tan joven y ya ganándose la vida. Deberías tratar de relajarte más Hiro. La vida es corta y nosotros no somos eternos.

—Eso lo dice alguien que solo piensa en el futbol ¿eh?

—Jeje…

La verdad es que hace un tiempo andaba buscando un trabajo a medio tiempo y conseguí empleo en una cafetería para el turno de la tarde-noche. Ganar algo de dinero no viene mal y más cuando estoy viviendo con el viejo con el que no se puede confiar ni para una economía de subsistencia. Así que tendría que ganar mi propio dinero, y por mi cuenta.

A la hora de almuerzo fui como siempre hago a estas horas a la azotea de la escuela, aunque esta vez sin la “plácida” compañía de Sora y con el estómago bien vacío pues se me había “olvidado” la billetera, aunque estoy seguro que la perdí ayer en ese incidente de por la tarde. ¡Qué descuidado soy!

Cuando llegué pude ver a Ichigyou-san recostada en la baranda de la azotea mientras una leve ventisca le llevaba el pelo. Era de alguna manera una imagen bonita. Decidí acercármele y preguntarle.

— ¿Ichigyou-san?

— ¿Uhm?

Ella se vira hacia mí y de entre todas las preguntas le hago la más absurda si me pongo a pensarlo por un momento.

— ¿Y? ¿Qué haces aquí?

Realmente no tenía derecho alguno a restringir quien puede y no venir a la azotea, pero de eso me di cuenta demasiado tarde.

— ¿Acaso la azotea no es de uso público?

—Esto…yo…

Sí. Que pregunta más estúpida acabo de hacer. Ya me estaba creyendo que la azotea era propiedad mía.

—Simplemente decidí que quería coger un poco de aire fresco aquí arriba y bueno…..devolverte esto. Se te cayó ayer.

Entonces me mostró en su mano izquierda la billetera que pensé que se me había perdido definitivamente y me la devolvió. Por suerte no se perdió al final.
—Oh gracias. Ya me había rendido por completo con ella.