Ella no se suicidó.

02

      Trato toda la noche de dormir, a pesar que tengo claro lo tonta que es esa idea. Pero solo trato de sentirme viva por un minuto.

      La casa está lista para el velorio, lleno de flores y globos tal como yo le había comentado en varias ocasiones anteriores; ella creía que era estúpido planear lo que quería en mi velorio cuando solo era una adolescente, mi vida recién estaba comenzando y, también terminando.

      Los primeros en llegar al velorio fueron los hermanos de mi padre junto a sus hijos, unos chicos —gemelos— de 14 años realmente adorables que se convirtieron en mis familiares más cercanos luego que murieran los abuelos.

      De a poco y por orden de cercanía toda mi familia fue llegando mientras también lo hacían compañeros que se enteraban de mi partida, ex amigos de infancia que hacía mucho no veía, y un par de profesores a los que les caía bien. Finalmente todo el mundo llego.

      Todos excepto Ryan.

—No lo sé, yo lo llame muchas veces y no contestó —logré oír de la conversación que tenían unos de mis amigos— Está actuando raro

—No sé qué pensar, Lea era su novia, se supone que la relación entre ellos era mucho más cercana que la nuestra —comentó Austin.

—Él no piensa venir —habló alguien que se acercaba al grupo— Fui a su casa porque no creí lo que había pasado y me dijo que no quería recordar a una Lea que estuviera en un ataúd

—Nadie quiere eso Trenton, pero aun así estamos aquí porque ella era parte de nuestra vida, era nuestra mejor amiga

—Es la lógica de Ryan, no la mía querida

      Luego de esa última interacción el aire comenzó a ponerse tenso. Todos sabíamos la relación de odio que existía entre Sophia y Trenton, además de como lograban, casi por arte de magia, incomodar a todas las personas que estuvieran a su alrededor. 

—No es momento chicos, estamos aquí por Lea no por ustedes —Madison interrumpió molesta, todos la miraron pues si algo se podría destacar de ella era su pasiva y alegre personalidad— Todos nos sentimos mal y si Ryan quiere pasar su pena solo pues que haga lo que se le dé la puta gana.

—Personalmente — siguió hablando luego de una pausa—estoy aburrida de que nadie se ponga a pensar que mierda hicimos mal para que Lea se suicidara, porque, por si aún no lo notan somos sus mejores amigos, también tuvimos la culpa, no fuimos capaces de ver que estaba tan mal que pensó que la única solución era no seguir viviendo, ¿De verdad nadie ha pensado en eso?

      Todos se quedaron en silencio y lo único que se oía era la música que venía de la casa. Los chicos sabían que Madison tenía razón, yo sabía que tenía la razón, sin embargo, si yo no era capaz de recordar nada de ese día, si no era capaz de entender porque terminé muerta observando mi propio velorio, ellos menos lo harían.

      Durante el velorio todos se mantuvieron juntos, y, a la luz de unas velas y del poco sol que quedaba se realizó la ceremonia tal como las que se ven en series o películas, donde todo es muy lindo y acogedor.

      Realmente jamás creí que eso me molestaría.

      Uno como persona tiene expectativas para todo; expectativas de la felicidad, de la depresión, del noviazgo, del matrimonio, de la vida y de la muerte. Mi expectativa de muerte era dormir profundamente por la eternidad, o quizás ir al cielo y ver las maravillas de las que mi abuela hablaba todo el tiempo. Me encuentro siendo una especie de "fantasma" que esta "atrapado" en este mundo buscando un por qué. Mi expectativa de velorio o funeral era ver a mis hijos, a mi esposo y a mis nietos llorando por mi muerte, pero a la vez tranquilos porque sabrían que sería mi hora de partir. Sin embargo, la gente que está en casa velándome son adolescentes, no hijos, no esposo, solo amigos, solo gente que cambio mi adolescencia, no mi vida.

—Eso fue demasiado extraño —comento Austin al salir al jardín.

—¿Extraño?

—Eleanor estaba destrozada ¿la vieron?

—Era su única hija ¿Qué esperabas? 

—Nadie puede creerlo Madi, es- es como si todo esto fuera una pesadilla ¿Lea suicidarse? Por Dios chicos, la conocemos, ella era la chica más feliz del mundo, era positiva, extrovertida, le encantaba hacer reír al resto, era tierna, era Lea, todo el mundo la amaba —dijo Sophia.

—Tal vez falto que ella lo hiciera, dicen que cuando no te amas a ti mismo y peleas contra eso es como si tu corazón tuviera un vacío enorme que no te deja tranquilo

—Vamos Trenton tú la conociste bien, era feliz de verdad

—Sí, después de todo ustedes estuvieron juntos —comento Sophia.

—¿Estas celosa de tu amiga muerta Sophi? Lamento volver a informarte de que no "estuve" con Lea —hizo el gesto de comillas con las manos— solo fuimos amigos

—¿No se puede estar con ustedes sin que llenen el lugar de mierda? —pregunto un molesto Austin agitando sus brazos.

—Él empezó

—Oh vamos, este no es el jardín infantil, acéptalo, siempre estuviste celosa de Lea, sobre todo cuando "estuvimos juntos" —hizo el gesto de comillas realmente exagerado esta vez— nos gustábamos y eso te ponía loca, quizás tú hiciste que se matara

      Y el sonido de la bofetada se sintió probablemente a kilómetros. A esas alturas hasta yo estaba incomoda observando todo lo que pasaba, la verdad es que, si Sophia llegó a sentir algo por Trenton como el lo insinúa, eso jamás llegué a saberlo.

—¡Jamás vuelvas a insinuar algo así! —Gritó mientras sus orejas se ponían rojas, al igual que el resto de su pálido rostro— ¡Lea era mi mejor amiga, jamás le haría daño. Al único idiota que mataría sería a ti!

—Aceptas tu instinto de matar enton...

—¡Oye! —Chilló Dalilah interrumpiendo la oración— ¿Se puede saber qué está pasando aquí?

—Ya sabes que no se puede estar con estos dos juntos —Acusó Madison dado la vuelta hacia la salida— Son insoportables

—¡Espérame! —Gritó Austin— me voy contigo

     Luego que se fueran de mi casa el silencio se apoderó del ambiente.

—Deberían pedirse disculpas —comente incluso más molesta que cualquier de los chicos, y me decepcioné al darme cuenta de que en realidad no estaba ahí y nadie me escucharía.

—Deberían pedirse disculpas —dijo Dalilah, leyendo mis pensamientos.

      Esa es mi chica.

—No lo haré

—Es el velorio de su mejor amiga, es suficiente escándalo

      Ambos suspiraron y se miraron.

—Perdón por insinuar que mataste a Lea, sé lo que estás pasando, yo me siento igual que tú aunque no lo creas —respiro fuerte mientras tiraba su pelo hacia atrás— La extraño y... aún la quiero. Lo siento Sophia

—Lo siento igual, no estoy bien con todo esto, sé que Lea no sería capaz pero todo es demasiado confuso, perdón

—Solo tenían que decir perdón, no se pongan tan melancólicos ¿ok? —Ambos asintieron— Vamos, que a Lea no le gustaría vernos de esta forma. Encontraremos a la persona que hizo esto

—¿También crees que ella no lo hizo?

—Aunque nadie lo diga, todos creen lo mismo Sophia