10

468 54 9
                                    


      Último día, eso era, el último día en el que vería a Max y a todos mis seres queridos. Decidir qué vas a ayudarte únicamente a ti hasta que encuentres las respuestas a todas tus preguntas debe tener un par de consecuencias y las mías eran no ver nunca más a mi familia; después de todo yo estoy muerta y seguir con mi presencia de un lugar a otro va a crear una nube de recuerdos de las que ellos no serán capaz de salir. Son ellos o yo, y jamás sería tan egoísta para elegirme sobre el resto. Así que estaba decidido hoy, moriré para siempre.

      Mis amigos; ¿Quién diría que chicos como ellos terminaron siendo mis mejores amigos por años? Cada uno de ellos era mi felicidad absoluta en la vida, eran los que me hacían reír y llorar, eran los que me hacían enojar y los que me llenaban de sonrisas. Por más discusiones o desconfianzas, todo pasó porque tenía que pasar.

      Mi novio. Ryan fue el mejor novio de la historia y él lo sabe. Ryan es el mejor novio de la historia y lo sabe. Ryan fue, simplemente el amor de mi vida, y siempre lo supo.

      Mis padres; Un hombre y una mujer no tan intachables como creí, pero ¿Quién soy yo para juzgar? Nadie realmente. Ellos crearon a la chica que fui hasta mis últimos segundos de vida y ellos fueron mi felicidad y tristeza en la vida, ellos fueron los mejores padres del mundo y despedirme de ellos sin duda fue lo más complicado.

      Ahora, aprender a vivir sin ellos era mi nuevo reto.


—Espero tú puedas descansar como yo lo haré ahora, Lea

—Sabes que lo lograré, niño —ambos sonreímos. Sabíamos que sería la última vez que nos veríamos y realmente no teníamos idea que hacer.

—Te voy a extrañar —susurro.

—No lo hagas mucho porque pronto voy a volver a fastidiarte y esta vez sí va a ser para siempre —su risa alimento mi corazón que se estaba quebrando en mil pedazos y corrí a abrazarlo.— Te voy a extrañar, demasiado

—Lo lograras, confío en ti como en nadie Lea, sabrás quien te hizo esto y podremos volver a vernos

—Te prometo que así será

      Y solo eso fue suficiente para que un par de lágrimas salieran de mis ojos al verlo partir; creía ya tener mucho con el hecho de estar muerta, pero sin duda la llegada y la salida de Max en vida habían superado cualquier muerte o asesinato, habían sido meses juntos, cuando creía que me encontraba más sola apareció él para molestarse conmigo cada día, había sido el mejor amigo. Max, en sí había superado cualquier cosa en mi vida, y él lo sabía.

      Habría sido muy feliz si nuestras vidas se hubieran cruzado mucho antes.


* * * * * ** * ** * *

      La cama se sentía más fría de lo normal pero estaba demasiado ocupada revisando mis redes sociales como para notar que todo andaba completamente raro. Mis padres habían salido hace más o menos una hora a su cena preparada por mí ya que sentía que su relación se estaba tornando mecánica, y así era.

      Tome un sorbo de mí frio jugo.

      La manilla de la puerta que se encontraba frente a mí se giró lentamente y sentí como mi corazón se paralizaba por completo.

—¡Me asustaste! —chille.

      La persona que se encontraba frente a mí se veía borrosa, sin embargo sabía quien era, o al menos lo supe en aquel momento. Y su voz sonaba igual de retorcida y extraña.

—Esa era la idea

      Su sonrisa me paralizo, si quería asustarme en ese momento, lo había logrado. Se acercó a mí con un cuchillo en la mano, y aunque intenté reír pensando que todo era parte de un juego, en el fondo sabía que no era así. ¿Qué estaba pasando?

—Vas a pagar por todo lo que me has hecho, Lea


      Mis ojos se abrieron en una milésima de segundo. Ni siquiera sabía que estando muerta podía soñar, pero sin duda eso me daba pistas que jamás había obtenido en meses: conozco a mi asesino y lo peor es que es alguien tan cercano que tiene acceso a mi casa y a mi confianza, alguien que puede entrar en medio de la noche sin problema alguno.


Mi asesino estuvo en mi velorio.

Mi asesino estuvo en mis cumpleaños.

Mi asesino lloró por mí.

Mi asesino está con la gente que quiero.

Ella no se suicidó.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora