Park Jimin y Kim TaeHyung son hermanastros que se llevan tan solo dos meses de diferencia; sus padres se casaron cuando ellos apenas tenían cinco años y desde entonces son inseparables.
La sociedad los discriminaba como los "niños de prueba" como si...
El siguiente capítulo contiene escenas narradas e imágenes:
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Cuando JK quiso darse cuenta de sus movimientos ya estaba a escasos cinco pasos de Jimin, caminando directo hacia él con una sola intención. Obligarlo a que bajara su camiseta y, si le dejaba, tocar esos perfectos abdominales bajo la camisa.
Era extraño, porque nunca se había sentido tan ansioso por ver el cuerpo de un hombre. Es decir, se duchaba con sus compañeros del equipo de baloncesto y tenía amigos hombres; pero fue ver el cuerpo de Jimin así sudado y moviendo esa cintura lo que le volvió loco.
Simplemente se sentió excitado, no lo podía negar como si no conociera esa sensación. Y a pesar de lo que pensaba hace unos meses, no estaba volviéndose loco por estar deseoso de un cuerpo masculino. Era gratificante, porque era el cuerpo de Jimin.
Y todo aquello había iniciado de manera más notable y ansiosa hacía dos días cuando le pasó aquella foto con el cabello recién tintado de negro; porque Jimin rubio era una masita adorable y llena de ternura. Pero el cabello negro le hacía lucir como más maduro, más hombre, más sensual, más atractivo ante los ojos de Jeon hablando de una forma más sexual.
Y cuando esa tarde había ido a recogerlo junto a su gemelo, a él, su hermano y amiga, JungKook se había quedado sin aliento. El contraste de su pelo negro y su pálida piel era idílico y lo mantuvo embelesado toda la cena en la que Jimin reía y bebía alcohol como si fuera agua. Ese fue otro dato curioso que le llamó la atención, ese pequeño pollito híbrido de vaquita bebía alcohol como borracho de pueblo y no le afectaba.
En ese momento Jimin bailaba aireando su camisa por el calor que sentía y queriendo secar, inútilmente, su sudor cuando sus claros ojos cayeron en el imponente hombre vestido de negro y de cabello ligeramente largo que caminaba directo hacia él.
Dios, esos ojos grandes y negros puestos solo en él le estaban matando. ¿Estaba mal querer que Jeon se restregase con él en medio de la pista de baile?
JungKook estaba ya a escasos pasos cuando vio algo que había estado ignorando toda la noche, en el bar y la discoteca. Lo que habían dichos sus amigos era cierto, Jimin de pelo negro llamaba mucho la atención y las miradas no dejaban de estar sobre él tanto de mujeres como de hombres.
Un chico, de su edad, iba tras él y sin mediar palabra rodeó la cintura de Jimin pegándolo su espalda a su pecho para tratar de bailar con él. El fuego creciente en el pecho de Jeon le hizo acelerar el paso.
Sin más, mirando fijo al chico como si fuese a iniciar la peor de sus peleas, lo arrebató de sus manos pegando el cuerpo más pequeño de su destinado a su pecho con posesión. El chico pareció querer protestar hasta que ante sus ojos Jimin rodeó el cuerpo del chico tatuado con la misma emoción que el otro lo había hecho.
Cuando el chico se marchó, dando una ligera reverencia con su cabeza a modo de disculpas, JK sacó a Jimin de su pecho para tomar una de sus pequeñas manos y tirar de él hacía la salida de la discoteca.
