Park Jimin y Kim TaeHyung son hermanastros que se llevan tan solo dos meses de diferencia; sus padres se casaron cuando ellos apenas tenían cinco años y desde entonces son inseparables.
La sociedad los discriminaba como los "niños de prueba" como si...
El siguiente capítulo contiene escenas narradas e imágenes:
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TaeHyung estaba tumbado en su cama, cansado y dolido con todo lo sucedido, pero sobretodo afectado por como veía a su adorado novio.
Jeongguk estaba a horcajadas sobre su cuerpo, cubriéndolo por completo, abrazando sus piernas con las propias y su torso con sus brazos mientras tenía su cabeza de lado en su pecho.
El llanto del mayor había conseguido ser calmado ligeramente, mas no había desaparecido y TaeHyung comenzaba a sentir su camiseta estar húmeda por las lágrimas interminables de su bebé.
-Conejito. -Le llamó con voz suave y dulce. -¿Nos ponemos el pijama? -Gguk solo atinó a asentir, su novio elevándolos a ambos de la cama para dejar al mayor sentado en esta y él ir a su armario a por varios pijamas. Una vez Tae cambiado se acercó de nuevo a él. -Arriba los bracitos amor.
Gguk obedeció y se dejó desvestir y ponerse el pijama por su novio, quién en casa ocasión que podía le sonreía y besaba alguna parte de su cuerpo con adoración.
-Lo siento mucho Tae. -El menor terminó de meter el bajo de la camiseta de pijama dentro de la goma del pantalón para que no se helara la cintura de su bebé.
-No pasa nada amor, me gusta tratarte como a un bebé. -Susurró besando su frente y recolocando su cabello continuó. -Eres mi conejito bebé. -Nochu negó.
-No lo digo por esto. -Habló bajo, sin poder ver a su novio a la cara. -Lo siento por lo que papá y mamá han dicho hoy. -TaeHyung apretó sus labios con fuerza conteniendo sus ganas de gritar barbaridades sobre sus suegros.
-Tú no tienes que pedir perdón. -Habló al fin, acunando ese perfecto rostro de ojos hinchados y rojos por el llanto. -Quiero que sepas algo. -Gguk asintió como pudo entre sus manos. -Tú no estás mal, tú no elegiste ser así ni puedes cambiarlo. -Los labios finos del mayor comenzaron a temblar. -Y doy gracias a cualquier deidad y, sobretodo, al destino por haberte hecho mi alma gemela. Con un casto beso en sus labios volvió a arropar al amor de su vida entre sus brazos y las sábanas en su cama. -Tete va a proteger a su Gguki.
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