Capítulo 8

45 8 0
                                    

«Sentimientos»

Pasaron unos meses desde la primera vez que Harry y Louis se vieron

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Pasaron unos meses desde la primera vez que Harry y Louis se vieron. Al ser vecinos se veían la mayoría de veces y se volvieron muy buenos amigos.

Se sentían tan cómodos con el otro, que no se sentían capaces de alejarse en algún momento, incluso algunos de sus compañeros dijeron que parecían "chicles" pegados a cada momento el uno del otro.

Ellos tenían 15 años, pero se comportaban como una pareja de casados. O todo fue así hasta que las dudas se hicieron presentes. Y no me malinterpreten, no es que hubiesen habido problemas entre ellos, claro que no, simplemente es que cuestionarse algo a veces puede consumirnos tanto que no nos damos cuenta de nuestro alrededor.

Y eso es lo que pasó con Louis; no podría hablarles de Harry porque no conozco esa parte de la historia, pero con el ojiazul, el tema es diferente.

Ya tenía 16, estaba confundido y no sabía qué hacer con su vida. Era una de esas noches en las que el insomnio le ganaba, lo que hacía que se estresara al no poder dormir. Llamó a Harry a las diez de la noche y le preguntó si podía ir a su casa, vivían al lado así que sus madres no pondrían ningún tipo de problema.

Cuando llegó, saludó a la señora Anne y le pidió perdón por aparecer a esas horas, luego subió con Harry las escaleras y caminaron hasta la habitación del ojiverde.

El de rulos le indicó que se acostara mientras él se ponía su pijama, después llegó a su lado y se acostó también. No era incómodo, pues ya estaban acostumbrados a eso.

Louis se acercó al más alto y sin tratar de molestar lo abrazó con uno de sus brazos. Harry sonrió, y el ojiazul al tener su cabeza en su pecho, sintió el movimiento que causó la risa.

Llevaba tres meses replanteándose qué era lo que causaba su mejor amigo en él, por qué se sentía tan bien, por qué a veces sus mejillas ardían y se ponía nervioso por cualquier movimiento. Todo era extraño y nuevo.

Y sí, ya había tenido parejas, pero con ninguna se sintió así, y eso que Harry ni siquiera es su pareja en ese momento. Por lo que Louis solía entrar en pánico, sin saber qué era lo que sucedía.

Pero ahí, con Harry tocando su hombro, hablando de cualquier cosa y riendo de vez en cuando, el castaño agradeció tener esos sentimientos, porque hacía que todo fuese magia, que cada palabra salida de la boca del rizado era un hechizo de amor que lo hipnotizaba y hacía caer. Entonces se sentía en una de esas películas musicales que tanto amaba y pensaba que en cualquier momento podría empezar a cantar sobre su alegría y esperanza.

El menor volvió a hablar y escuchó cómo trató de aclarar su voz, indicando que estaba nervioso. Louis se separó y quedó mirando fijamente a el rostro de Harry. Si pudiera lo acariciaría, tocaría sus mejillas, sus labios, haría que sonriera para poder tocar también su hoyuelo, y...

You [LS] Where stories live. Discover now