Close to you

¿Por qué?

Mis ojos se fueron abriendo poco a poco. ¿En qué momento había llegado a mi habitación? ¿Qué fue lo que sucedió?
Lo último que recuerdo es un bosque con árboles.

No entiendo nada de lo que me pasó. Por una extraña razón he despertado en mi cuarto.

Es algo raro... En verdad no recuerdo nada, toque mi pecho con algo de desconfíanza. Por alguna razón últimamente me ha dolido el pecho. ¿Me voy a morir? Probablemente algún día. Pero no me voy a rendir hasta que haya participado en alguna guerra santa. ¡Tengo que cumplir mi deber como caballero femenino! Tanto como Shaina y Marín se esfuerzan y yo no he hecho nada. Por ser el único santo femenino de bronce tengo que esforzarme al máximo ¡Eso haré!

Me cambié lo más rápido que pude para bajar hacia el comedor. En mi camino me choque contra un hombre alto que venía caminando.

-Lo lamento mucho! Fue mi culpa -Me disculpe apenada.

-Tu nombre -Eso me extraño mucho- Dime tu nombre.

-¿Oh? June, caballero femenino de camaleón, ¿Y el tuyo?

-Por el momento no te lo diré -Ese tipo simplemente metió sus manos a sus bolsillos y se fue sin decir ni una palabra.

Que hombre más extraño ¿Será un caballero? Probablemente lo es... Pero me intriga mucho cual es su constelación guardiana.
Tengo que dejar pasar ese encuentro y dirigirme a con la señorita Athena, sirve que simpatizo un poco con ella y descubro de el porque me privaron de pelear.

Al llegar a su oficina la noto sería. Había escuchado rumores de que era demasiado dulce, aunque no la culpo, si un dios junto con todo el Olimpo estuviera en contra de mi sin duda estaría más que preocupada.

-Señorita Athena -Hago una reverencia- Me gustaría hablar con usted sobre un tema que hace tiempo me tiene con la duda.

-Adelante habla -Me dijo.

-Por favor sea sincera ¿Fueron sus hombres los cuales me retuvieron durante tanto tiempo? -Ella suspiró, eso me decía que efectivamente había sido ella.

-Estas en lo correcto.

-¿Por qué? -Cuestione.

Ella volvió a suspirar, cosa que me dejó aún más con la duda.

-June... No te puedo decir eso.

-Entonces... ¿Cómo planeas que confíe en ti? Iré a pelear por ti sin siquiera tenerte confianza, eso tal vez atraiga muchos problemas.

-Lo se -Agachó la mirada- Pero yo no te puedo dar ninguna respuesta por el momento.

-¿Y quién si me las puede dar? -Ella se puso nerviosa- Estás ocultando a alguien ¿No es así?

-No puedo revelar nada por petición de esta persona. Solamente te puedo decir que por favor confía en mí... Yo los guiare a la victoria -Me dijo segura.

Aunque no me dió ninguna respuesta tengo que decir que por alguna extraña razón confío en ella.
Sin duda es la verdadera Athena.

-Esta bien -Hablé- Pongo mi vida en tus manos, mi diosa -Concluí.

Me miró y simplemente me regaló una sonrisa.
Al salir de su oficina me dirigí a el patio que ayer había visitado. Ese del cual me había enamorado por la gran variedad de hermosas flores que había.

Mis pensamientos estaban algo desordenados. En cuanto llegue a mi destino observé como a lo lejos Shun estaba rodando entre todo el pasto.
Me escondí inmediatamente atrás de un árbol.
El se estaba divirtiendo mucho, como si fuese un niño pequeño. Los pájaros cantaban a su alrededor.