Die for Secrets| [Secrets #1] [Editando]

Capitulo XXXII Parte I

The poor stay poor, the rich get rich

That's how it goes

Everybody knows-Sigrid, Everybody knows

Jane.

La rubia se aplicaba un labial color rojo carmesí en sus labios mientras se observaba en aquel espejo. Se había colocado el vestido rojo que se le había regalado, con un pequeño escote en v, y la espalda descubierta con una larga falda. Su cabello rubio iba recogido con algunos mechones sueltos. Y mientras Jane se ponía su collar, no podía evitar mirar la ventana del cuarto de Aspen.

Esta estaba prendida. Pero ninguno de los dos había hablado con el otro. La rubia se acerca a la ventana, se sentía mal por Aspen, deseaba haber sido acompañada por él, quería bailar con Aspen, besarlo frente a todas esas personas. Pero el chico castaño no iría a la fiesta. Lo había dejado bien en claro en aquella conversación que tuvieron en su casa.

-Hola hermanita, ¿vamos?-dice Cameron detrás suyo.-Te ves linda, pareces una chica.

Jane rueda sus ojos viéndolo.

-¿Quieres que te preste mi vestido?.

El chico sonríe.

-Claro, me quedaría mejor.

-Estoy segura-dice caminando a su hermano y ayudándolo con su corbata.

-¿Aspen irá?.

-No-dice ella suspirando.-Tuvimos algo como...una pelea, creo. Solo...se solucionara, pero no hoy.

Cameron asiente sin preguntar algo mas, le ofrece el brazo a su hermana quien lo toma y ambos bajan las escaleras. Donde su madre y su padre los esperaban. Adam Tatcher tenía un clásico traje negro con una corbata verde oscuro, y su mare, tenía un vestido negro parecido que la princesa Diana uso alguna vez, con los hombros descubiertos, y el cabello rubio lo llevaba suelto.

Edith miro a su hija.

-Ese no es el vestido que te compre.

-Pero me gusta.-dice ella encogiéndose de hombros, su madre agarra el tabique de su nariz pensando si valía la pena volver a tener una discusión con su hija. En su cabeza comenta que no es necesario mientras salen al auto, Jane agarra su abrigo.

-Escuche que es probable que esta noche haya una tormenta de nieve.-dice el joven rubio mientras sube al asiento de atrás.

-Esperemos que no nos arruine la fiesta.-comenta Jane mientras agarra su teléfono recibiendo un correo electrónico.

"Lleven sus mejores galas, que el show no termina".

La chica frunce el ceño ante ese mensaje y bloquea su celular. Tras pasar frente a la casa de Aspen, cree verlo asomado en la ventana, pero nada sucede. Simplemente se van.

La fiesta se lleva a cabo en un gran salón, con una increíble fuente en la entrada, era parecido a una mansión, con sus paredes color café claro, una elegante escalera que los llevaba al salón reservado para ellos. Decorados con cortinas color crema, mesas con manteles blancos y un centro de mesa lleno de flores un escenario donde se encontraba la pantalla grande donde Edith haría su presentación. Los colores que predominaban el lugar eran claros, y había rosas blancas por donde se miraba.

La chica se acerca a ver la mesa con dulces, y un florero la esperaba ahí, entre todas esas rosas blancas, había una roja. Tan roja como espesa era la sangre, la chica la agarra acariciando sus pétalos mientras suspiraba y observaba el lugar.