Perdido en el tiempo

Extraños sentimientos

— Veo que se llevan mucho mejor — Decía María mientras cortaba el trozo de carne en su plato.

A decir verdad, Tony y Peter se la pasaban mucho tiempo juntos, tratando de resolver lo de los viajes en el tiempo, pero nada más a eso sucedía aún.

— Es un gran amigo — A Peter se le tiñeron las mejillas de rojo al escuchar a Anthony decir aquello con tanta naturalidad. Ni siquiera en su realidad fueron amigos, era un avance, ¿no?.

— ¿Tan rápido se hicieron amigos?

— Que te puedo decir, es muy agradable — En eso, el azabache volteó a ver a Peter y le giñó el ojo, aumentando el sonrojo del chico a su lado.

— Te lo dije Tony, es un gran chico... De hecho, hablando de lo increíble que eres Peter.. Porque no me acompañas esta tarde al laborat...

— ¡¡Peter y yo estamos saliendo!! — Dijo Tony haciendo que su madre soltara una risa, su padre se quedara estático y Peter se terminara de convertir en un tomate humano.

— ¡¿Que diji...?!

— Se que es demasiado pronto pero nosotros estamos profundamente enamorados y planeamos salir a comer un helado hoy ¿verdad lindo? — Peter con las mejillas sonrojadas, lo único que hizo fue asentir. Siempre había confiado en Tony ¿Porqué no hacerlo ahora? — Ves, no creo que pueda acompañarte al laboratorio hoy

— Hijo... — El mayor intentó hablar pero una mano en su mano hizo que guardara silencio.

— Howard... Antes de lo que sea que vayas a decir, Tony eres libre de escoger con quien sales y con quien no, eres nuestro hijo y te apoyamos. Peter tienes nuestro permiso para salir con Tony

— ¿María? — El hombre mayor no podía creer las palabras que salían de la boca de su esposa, era increíble a su parecer, siendo para él la peor situación del mundo.

— ¡Howard! No me hagas repetirlo, pueden salir por un helado o a la plaza o a donde quieran, sólo no regresen tarde y... Nada de cosas indebidas

— ¡María!

— Pueden irse ¡lleguen temprano para la cena! — Dijo mientras se ponía de pie y se iba del comedor seguida por un Howard totalmente molesto.

Al salir ambos del comedor y dirijirse a la sala, Peter lo detuvo.

— ¿Por qué dijiste eso?

— ¿Querías que mi padre examinara tu sangre hasta descubrir que es algo... Inusual? — Peter por la vergüenza no razonaba bien, por lo cual, no era bueno explicando las cosas o situaciones, mucho menos sus sentimientos.

— Creo que no era necesario mentir

— No lo era, pero... Fue muy divertido verte totalmente rojo — Tony adoraba la timidez de el castaño, pero muy, muy en el fondo, no planeaba decírselo, era demasiado bajo para él admitir que le gustaba el chico de otra dimensión.

— Para mi no lo fue

— Deja el drama Parker

— No me digas así, te pueden oír — El azabache rodó los ojos de inmediato y continuó.

— ¿Quién?, ¿Mis padres?, estan muy ocupados peleando, tranquilo niño araña — El guiño y la desfachatez de Stark hizo que los nervios de Peter se dispararan, provocando que deseara arrancarle la voz para silenciarlo por un momento.

Todo aquello le recordaba a Tony, a su señor Stark, a los momentos que eran demasiado buenos para ser verdad, donde todo se limitaba a observar sus movimientos, su rostro y sus explicaciones sobre algún nuevo prototipo, una realidad en la cual era sumamente feliz hasta que lo perdió.