Después de la pandemia del coronavirus y todas las teorías acerca de posibles vacunas, se vuelven realidad, curando a casi un sesenta porciento de la población mundial, pero eso aún no ha detenido los contagiosa si no hasta principios del 2022 donde...
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Park JiMin y Jeon Jungkook se habían conocido en la secundaria, donde se enamoraron, pero habían hecho oficial su relación cuando el menor había cumplido la mayoría de edad; después de estar casi una década en un lazo tan fructífero ambos dieron a conocer su compromiso, donde solo los padres de JiMin los apoyaron, los padres de Jungkook tras tener una gran compañía debían mantener sus apariencias en la sociedad por lo que de ninguna manera aprobaban su relación.
Jungkook decidió seguir su corazón.
Tuvieron una boda pequeña en el extranjero con la familia de JiMin y su pequeño círculo de amigos. Tan enamorados estaban ambos, sus pequeños ojos brillaban al observarlo y su corazón rebosaba de orgullo cuando sus manos se entrelazaban.
Ambos después de un tiempo decidieron formar una pequeña familia.
Poco tiempo después de su boda se aprobó la ley matrimonio igualitario en Corea del Sur y al mismo tiempo la adopción homoparental con mucho esfuerzo, dedicación y apoyo de la comunidad pudieron adoptar a un pequeño de un año de edad llamado Park JiHyun, un lindo niño tan desbordante de pasión y de amor por sus padres.
Los tres vivieron en paz por mucho tiempo, habían pasado seis años compartiendo y viendo crecer al lindo JiHyun hasta el día de su cumpleaños, donde la familia Park decide emprender el viaje donde cumplirían uno de los sueños de su pequeño, acampar en una montaña aislada, solo ellos tres.
En un lugar muy lejano, risas, abrazos, amor y felicidad era lo que siempre recordarían, algo tan especial para aquellos tres individuos. Pasando el día pescando y chapoteando en la laguna a sus pies y en la noche azar salchichas en la fogata y cantar canciones mientras se miraban a los ojos y destellos de estrellas se reflejaban en ellos.
Pero esa felicidad se fue, así como una brisa puede apagar una llama... en un segundo.
Después de haber compartido todo el día, el momento de finalizar el viaje y regresar a casa había llegado.
JiHyun estaba triste, pero sabía que junto a sus padres más y más sorpresas llegarían.
Pero no se esperaban que lo que un viaje en auto bajo el firmamento lleno de estrellas y la luz de la luna, oscuras nubes llenas de lamentos los esperaba.
Talvez ellas no querían que sucediera nada, ellas solo querían llorar, pero cuando la lluvia y pequeños copos de granizo cayeron en su parabrisas eso fue lo único que ellos llegaron a ver, los autos que pasaban por el carril más rápido, millas y millas recorridas, no había nada más que asfalto.
JiMin estaba asustado.
Su corazón latía, sentía el palpitar en su cabeza, pero no podía flaquear.
Sentía como las manos de Jungkook se apresaban a su muslo derecho y cada que se reflejaba la luz de un auto a su lado el agarre se apretaba.
JiMin podía escuchar como Jungkook intentaba calmar a JiHyun, son suaves susurros e indicándole en un juego que contará cuando un auto pasará.
