Erwin Smith es una joven promesa como político de su ciudad. Con honestidad y trabajo duro ha llegado a ser candidato a secretario de seguridad, pero los políticos honestos no llegan a la cima sin recolectar enemigos. Levi es un criminal que es cont...
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El crimen tiene como origen la desigualdad y la carencia. Eustace Jaeger era un inmigrante alemán después de la segunda guerra mundial. Su país quedó sumido en un caos provocado por la derrota en la guerra, y a pesar de que las cosas se estabilizaron después, él quería buscar oportunidades cuanto antes para él y su esposa embarazada que recién buscaban formar su propia familia.
El año era 1946, y en un humilde bote pesquero partieron rumbo al país de la libertad, a pesar de no ser el viaje más cómodo para una embarazada de 6 meses, lo toleraron gracias a la esperanza de mejorar su vida.
Al embarcar en Estados Unidos el escenario era deplorable. Eustace se topó con el desempleo, con discriminación por los crímenes de Alemania cometidos en la guerra, y una ciudad que recientemente estaba sobre poblada de inmigrantes. Angustiados por el próximo nacimiento de su primer hijo, buscó empleo de manera desesperada, y al fin un hombre americano le daría oportunidad en el mercado de pescado y el puerto de la ciudad.
Como cualquier hombre honesto de buenas intenciones, Eustace comenzó haciendo su mejor esfuerzo diario, haciendo carga y descarga en los barcos, llegando a límites humanos del esfuerzo, esfuerzo que pronto vio, no alcanzaría para mantener a su familia. Al verse en la oportunidad de participar en actividades ilícitas, pero bien pagadas, la tomó de inmediato.
Al principio todo eran cosas relativamente inocentes, acomodar alguna mercancía ilegal dentro de una carga de manera que fuera difícil de detectar, también bajar mercancía prohibida de los barcos (como el alcohol) para que los vendedores pudieran moverla. Eso sólo fue el comienzo de lo que sería el imperio criminal de los Jaeger: Eustace amasó su primera fortuna con acciones pequeñas, con lo que tiempo después podría adquirir su propia bodega a orillas del puerto, comenzando poco a poco con la compra del sector entero. La bola de nieve crecería hasta que se adueñó del mercado, y a la gente normal le costaría una tarifa enorme descargar su mercancía. Extorsión. Dicho acto le daría el dinero suficiente para volverse omnipresente en la ciudad, y muy temible. Su primogénito, Grisha, fue educado desde joven para continuar con el imperio criminal que Eustace había creado. Su vida estuvo rodeada de los lujos que su padre alguna vez les prometió, pero la fina pantalla de su realidad fue derrumbándose cuando, conforme crecía, se daba cuenta de las múltiples actividades que implicaba vivir en la comodidad. Grisha obtuvo su título universitario como abogado, y en cuanto pudo se separó de todo lo que tuviera que ver con su papá. Eustace se apoderaba cada vez más de la ciudad, secretamente invirtió en casinos, en obras públicas, patrocinó orfanatos, ayudó a cada alcalde a lavar el dinero que robaban, los vendedores de drogas no podían organizarse sin su permiso, y claro, sobornó a cuanto funcionario público pudiera. Grisha tomó la decisión de irse a vivir lejos de él, le declaró su intención de no tener nada que ver con la familia y se marchó, lo cual no hizo feliz a Eustace que planeaba heredar su imperio criminal. Teniendo edad suficiente hizo su primera familia, su esposa era hija de un socio de Eustace, y tuvo un hijo varón. Él y la mamá de su hijo no siempre estuvieron de acuerdo en cuanto a la forma de educar a su hijo y a la separación de Grisha de su familia, Dina, su esposa, trató de convencerlo de permanecer en la familia por él, pero sin tener éxito, en cuanto su primer hijo cumplió 4 años se organizó con Eustace para mandarlo asesinar. Grisha logró escapar e inició su vida lejos de ellos, mientras que Dina y su padre envenenaban a su hijo con mentiras sobre cómo Grisha los había abandonado, lo cual no estaba lejos de la realidad, pero sabía que si se acercaba de nuevo a ellos podría morir, así que en la creencia de que al fin estaba lejos de su padre, inició una nueva familia, naciendo de nuevo un segundo hijo varón. La vida tranquila de Grisha no duraría demasiado, pues al cumplir la mayoría de edad, su primer hijo, Zeke, envenenado por las mentiras de su familia, logró ejecutarlo con éxito, dejando huérfano a su segundo hijo.
