Con el tiempo se acostumbró a estar sola, caminaba por la ancha amplitud de su institución, era una lástima que no tuvieran permitido el uso de reproductor, de no ser así lo usaría todo el tiempo sólo para auyentar cualquier pensamiento y crítica negativa.Así fue hasta que llegó a tercer grado, era una clase completamente normal como la otras, nada en especial, pero el profesor pidió la atención de Anne junto con los demás estudiantes.
-Denle la Bienvenida a Hailey, es una nueva estudiante y quiero que la traten como se debe
A la pequeña le dió igual si tomaba asiento con ella o no... después de todo estuvo acostumbrada a que la silla a su lado estuviera casi vacía puesto que su mochila la colocaba ahí.
Siguió haciendo borrones en la última hoja de su cuaderno sosteniendo la pluma fuertemente, pero una voz llamó su atención así que por inercia volteó a dónde había escuchado el sonido que la distrajo.
Era la chica nueva mirando el asiento técnicamente sólo, uno entre los mucho que había en el aula... debía ser el suyo.
-Puedo sentarme aquí?
Anne se quedó en shock...sus palabras se habían congelado y evitaban salir de su boca, por lo que asintió quitando su mochila poniéndola en el suelo.
-Disculpa...
Mencionó al niña a su lado que le había tocado el hombro, por lo que Anne cuestionó si todo estaba bien pero no esperaba la petición de la nueva...
-Quieres ser mi amiga?
El corazón de Anne dió un vuelco, no creía que ésto pudiera pasarle, acaso era cuestión de suerte? O sólo era por lástima al haberla visto sola? No lo sabía...pero decirle NO, nunca estuvo en sus opciones.
-Si claro...si quiero serlo.
Por primera vez había sonreído, conoció a alguien, en segundos su estado de ánimo había incrementado tanto, que la felicidad no cabía en su pecho.
¿Le gustarán las mismas cosas que a mí? ¿Qué música escucha? ¿Dónde vive? ¿Cuál es su color favorito?
Miles de preguntas inundaban la pequeña cabeza de Anne pero no quería verse desesperada, tomó la decisión de que ella misma le contara.
Y lo hizo, le contó tantas cosas que Anne no creía, eran tan interesantes sus locas ideas, incluso sus pensamientos, pero aunque Hailey hablaba y hablaba...Anne no sabía que contarle.
¿Cómo lo hago? ¿Cómo hablo sin sentirme nerviosa? ¿Qué tal si le aburro y se va? O peor... ¿Qué tal si me dice lo mismo que todos los demás, acerca de que no tengo amigos porque no hablo? Y si lo hago tartamudeo....
Su autoestima estaba por los suelos, pero sonrió levantando las comisuras de sus labios escuchando a la morena.
Al llegar a casa, había tomado papel y pluma escribiendo todo lo que recordaba de lo que le dijo su nueva y primer mejor amiga, se sentía increíble, el hecho de por fin tener compañía y poder compartir cosas que se le ocurrieran e incluso de las mismas clases.
Días y semanas volaron hasta que pasaron un par de meses en los que para Anne todo era felicidad y alegría que tanto había deseado...se fué de la noche a la mañana.
Hailey hizo otra amistad, su rutina era que en clases se sentaban juntas, en el descanso igual, hasta en el camino a casa estaban juntas.
Pero la vió preferir a otra, Anne pedía que pasara el descanso con ella escuchando repetidos "No" por respuesta.
Cada día preguntaba lo mismo hasta que se rindió, sintiéndose inferior de nuevo y completamente derrotada, rechazada...como una tonta.
"¿Lo sabía... quién querría a alguien como yo de amiga?"
Fue su cabeza la que arrojó tal pregunta, destruyéndola aún más por dentro, aunque no lo demostrara frente a toda la clase...de por sí era débil no quiera hacer notar más su sensibilidad o al menos la poca que le quedaba.
Llegando a casa lo primero que hizo fue romper cualquier papel en el que todo escrito sobre ella fuese desechado con el anhelo y desesperación de olvidar más rápido lo que pasó, al caer la noche, Anne no pudo controlar sus lágrimas.
Siendo incapaz de ponerle un alto a su lado obscuro que recalcaba lo inútil y tonta que había sido al creer que alguien la querría para amistad.
Al día siguiente, la mayoría del aula la miraba con asco, como si fuera un bicho raro, aunque lo fuera no era necesario que otras personas se lo dijeran, con su familia bastaba para sentirse pésima.
Ojalá que sólo sea momentáneo, lo será verdad? O sólo estoy soñando despierta y ésto en realidad no está pasando? Todo ésto es solo un producto de mi cabeza...ella aún sigue siendo mi amiga...
Pensaba Anne llorando en silencio en uno de los cubículos del baño escuchando varias voces detrás de la puerta que golpeaban de vez en cuando.
Todo ésto pasará...todo pasará y volverá a ser como antes...
ESTÁS LEYENDO
El Pensar De Anne
RandomTodos o al menos la mayoría tiene a alguien a quién contarle sus sueños, miedos, crush, entre otras cosas. Pero Anne no tenía a nadie a quien contarle la maraña de ideas y ocurrencias que tenía en su cabeza y aunque lo tuviera...no lo haría... ¿Por...