Mi Curiosa Familia.

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"¡Hola, soy Goku! Y me alegra mucho que vinieras hoy. Después de unas vacaciones, he regresado, y decidí visitar a mi familia, así que, acompáñame, quiero que la conozcas." Goku llegó frente a una casa de dos pisos, estaba un poco nervioso, ya que no había venido hace mucho, pero decidió acercarse, y tocó la puerta. Tras un momento, la puerta se abre, mostrando a una hermosa mujer de cabello negro, quién al ver al Son, procedió a darle un gran abrazo.

—¡Kakarotto! ¿Cómo estás? Ha pasado mucho desde que no venías a vernos —dijo la mujer.

—Hola, mamá. Lamento no haber venido antes, estuve un poco ocupado —contestó Goku, para proceder a darle un beso en la mejilla a su madre. "Ella es mi madre, se llama Gine, según papá, adquirí mi personalidad de ella." Al entrar a la casa, en el comedor estaba un hombre que era físicamente idéntico a Goku, con la excepción de que tenía una cicatriz en la mejilla izquierda, y un pañuelo rojo atado en su frente.

—Hola, Kakarotto —saludó el hombre, mientras veía en la televisión un partido de futbol. "Él es mi padre, se llama Bardock. Aun no entiendo cómo mi madre logró enamorarlo, ya que él es muy orgulloso, casi como Vegeta."

—Hola, papá —contestó Goku.

—Por cierto, Kakarotto. Tus hermanos llegarán pronto —mencionó la mujer. "Cierto, me olvidé decirlo. Soy el menor de cuatro hermanos. El mayor de todos es Raditz, ya lo conocen. No suele venir mucho, ya que trabaja casi todo el tiempo. Mi segundo hermano es Black, y el tercero es Turles, nosotros tres somos trillizos, supongo que ya sabes por qué. Pero creo que el que más resalta entre nosotros es Black, ya que muchos dicen que es una especie de delincuente, pero no lo es, para mi es genial."

Una mañana como cualquier otra, Bardock y Gine estaban en el comedor, mientras los hermanos dormían, bueno, dos de ellos. Cuando de repente suena el timbre. Al abrir la puerta, Bardock se lleva la sorpresa de que su segundo hijo mayor estaba frente a la puerta, mientras tenía las manos esposadas, y detrás de él estaba un policía.

—Sé lo que vas a decir, papá, y créeme, estoy de acuerdo contigo. No hay excusa para lo que acabo de hacer. Fui un idiota, inmaduro y atolondrado, y en verdad lo siento —mencionó Black, tratando de convencer a su padre, quien no estaba muy feliz que digamos.

—Yo sólo espero que, a pesar de todo, me des otra oportunidad, que, a pesar de todo, no merezco —ahora Black se encontraba en una habitación, mientras que, a sus espaldas, en la cama, una joven se encontraba vistiéndose, ella era Caulifla.

—Pero si fueras tan generoso en perdonarme, sé que recuperaré tu confianza —finalizó Black, mientras detrás de él, un auto estaba envuelto en llamas. El auto era de Bardock.

"Bueno, a pesar de todo, me agrada convivir con mis hermanos, de vez en cuando nos gusta hacer bromas. Como vestirnos los tres igual para confundir a la gente, ya que somos idénticos."

Tras el paso de unos minutos, la puerta de la casa se abre, dando la llegada a dos hombres físicamente idénticos. Lo único que los diferenciaba era que uno era moreno, y el otro tenía la piel bronceada. Ellos eran Turles y Black.

—Turles, Black. ¿Cómo están? —saludó Goku, al ver a sus hermanos entrar.

—¿Kakarotto/Goku? —preguntaron los dos al ver a su hermano ahí, hace tiempo que no lo ven.

—Jeje, así es, el mismo —respondió éste.

—Bienvenidos —dijo Gine al ver a sus dos hijos.

—Hola mamá —contestaron ambos, para después darle un beso cada uno en ambas mejillas a su madre.

—Hola, muchachos —saludó Bardock sin despegar la vista de la TV, a lo que los dos procedieron a saludarlo, y acercarse para poder ver.

—¡Genial! ¿Es un partido de la Champions? —preguntó Turles.

—Así es —afirmó Bardock. "Esta es otra. Mi padre y mis hermanos son fanáticos del futbol. Turles es fanático del Liverpool, Black del Real Madrid, y mi padre del Bayern Múnich. Creo que Raditz una vez dijo que su club favorito era el Barcelona, pero no recuerdo. Por otro lado, yo no soy tan fan, aunque de vez en cuando veo uno que otro partido junto a Gohan, pero más allá de eso, nada."

Después de eso, llegó la hora del almuerzo, en donde, como todos sabemos, los Son lo acabarían en un instante. Una vez finalizado el almuerzo, Bardock saldría, ya que tenía un asunto que atender con Vegeta III, padre de Vegeta IV, amigo de Goku, aunque éste lo niegue. Los hermanos se encontraban viendo una película, cuando el teléfono de la casa suena, a lo que Goku contesta.

—¿Hola?

—¿Kakarotto? Viejo, hace tiempo que no te oigo —quién contestó era Raditz.

—Raditz, hola. Sí, estuve algo ocupado —al oír como Goku mencionó a Raditz, los otros dos se levantaron para poder oír.

—Tenía pensado ir a casa hoy, pero el trabajo se me acumuló, y ahora me dieron un pequeño descanso, así que pásame con mamá.

—¡Mamá, es Raditz! —avisó Goku, a lo que Gine tomo otro teléfono que tenía, para poder contestar, mientras los trillizos volvieron a poner sus oídos al teléfono que ellos tenían.

—Raditz, ¿Cómo va el trabajo? —preguntó Gine.

—Ah, no podría estar mejor, el sábado nos dieron día libre, así que con unos compañeros salimos a tomar algo —contestó éste.

—Raditz, no es bueno que bebas después del trabajo, ¿Qué tal si tienes un accidente? —la preocupación se hizo notar en la voz de Gine.

—No te preocupes mamá, no suelo tomar demasiado. Además, pocas veces nos dan estos días, y quería disfrutarlo.

—Bueno, pero no tomes demasiado, sabes que no me gusta.

—Está bien, pero quédate tranquila, después de todo, estas salidas son en raras ocasiones —mencionó Raditz, mientras fumaba un cigarrillo, a lo que Gine lo notó.

—¡Oh por Kami-Sama! ¿Raditz, estás fumando? —preguntó alterada.

—¿Qué?

—Oigo que estás fumando, estás fumando, ¿no es cierto?

—Mamá, no estoy fumando, cielos.

—Después de la angustia que pasé para que tu padre lo deje, ¿no has aprendido? —este comentario haría que los trillizos se miren un momento para después seguir escuchando—. Quiero que lo dejes, ahora mismo.

—Pero mamá, yo... —Raditz no terminó de hablar, cuando fue interrumpido por su madre.

—¡Oh! ¿Me estás contestando? —preguntó Gine con voz tenebrosa, provocando en los trillizos un escalofrío de puro terror.

—¡No, no es eso, es que...! —contestó Raditz todo nervioso.

—Quiero que dejes ese cigarrillo, ¡Ahora mismo! —exclamó colérica Gine, dándole un susto a los hermanos.

—¡Está bien, está bien! Lo voy a dejar —contestó Raditz asustado.

—Así me gusta, eres un buen niño. Tengo que colgarte, así que cuídate, te amo —dijo Gine teniendo una adorable sonrisa.

—C-Claro, yo también te amo, adiós —Raditz rápidamente colgó, su madre suele tener cambios de humor bastante drásticos.

—Bien chicos, voy a salir de compras con Bulma, así que nos vemos —anunció Gine, quién tenía en sus manos un bolso.

—Claro, mamá. Que te vaya bien —despidieron los tres, para posteriormente Gine salir de la casa.

—Oigan, ¿Quieren ir a entrenar? —propuso Black al dúo, a lo que a ellos se les iluminaría el rostro.

—¡Claro que sí! ¡Vamos! —mencionaron ambos, para después los tres dirigirse al patio trasero.

"Bueno, esta es mi familia. Bastante peculiar, ¿no lo crees? Tengo pensado quedarme un tiempo, talvez pase algo interesante. De momento esto es todo. Hasta pronto."

Algunas veces pondré a Turles como primo de Goku. En esos casos, daré un aviso antes de empezar. 

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