Capítulo 10

209 39 23
                                    


Claudio fue el primero de los dos en despertarse, fruto de que tuviera arraigados unos horarios muy concretos. No recordaba en qué momento se había quedado dormido, pero si recordaba que cuando se fue a acostar, le había dado la espalda a Horacio porque no podía ocultar de otra forma el tono rojizo de sus mejillas por la cercanía de dormir junto a la persona de la cual se había acabado enamorándose con el paso de los últimos meses.

Por eso, no esperaba que al despertarse, se encontrase con que Horacio le había abrazado por la espalda y era indudable que no se trataba de ninguna clase de broma, pues no solo se trataba de que podía escuchar la respiración del otro hombre sino que sin lugar a dudas; Horacio roncaba. Era momento de agradecer que Claudio era de quedarse dormido profundamente.

La cuestión es que si se sentía avergonzado por compartir cama, ahora sentía que el corazón le iba a salir del pecho por la comprometedora posición en la que se encontraban. Horacio estaba cerca, demasiado cerca y lo único que probablemente le relajaba un poco era escuchar los ronquidos de él; la manera de comprobar que indudablemente estaba dormido. Pero no solo se trataba de que a Claudio le iba a dar un infarto por lo nervioso que se encontraba, sino que necesitaba ir al baño urgentemente porque no pasar por el baño a vaciar la vejiga antes ir a dormir le estaba pasando factura.

La única forma de escapar del abrazo de Horacio para poder huir al baño era que este tuviera el sueño muy profundo, pero aquel era un detalle que Claudio desconocía. Las únicas que había visto dormir a Horacio habían sido en el hospital y debido a la cantidad de fármacos que se le habían administrado para evitar el dolor de su costilla dañada, no era una situación para nada comparable. Con toda la delicadeza que pudo, trató de apartar las manos ajenas que le rodeaban por el torso y descansaban en su pecho, pero aquel gesto provocó que Horacio todavía pegase más su rostro en su espalda. Genial.

Hmmm... Cinco minutos más.

Horacio...

Claudio estaba acorralado y la única opción a su alcance era despertar a Horacio, aunque hubiera preferido dejarle descansar hasta que se hubiera despertado por sí mismo. Desde su posición no pudo observarlo, pues Horacio le abrazaba por la espalda, pero en cuanto escuchó su nombre ser llamado por una voz que no vinculaba por la voz de Gustabo; Horacio se despertó aturdido y se separó de golpe. Fue cuando Claudio se giró para observar la reacción ajena y ciertamente, no esperaba que Horacio se viera tan confundido.

Perdón por despertarte, es que me estoy meando. — Trató de excusarse Claudio, por parte de Horacio no hubo una respuesta con palabras. Simplemente asintió con el rostro por la explicación.

Claudio aprovechó la visita al baño para también lavarse el rostro y respirar profundamente. Al inicio tenía que admitir que había empezado a conversar con Horacio cuando había estado hospitalizado porque se le veía desanimado por todo el shock que conllevaba haber perdido la memoria, pero una vez que su relación médica se extinguió cuando a Horacio le dieron el alta... Sus sentimientos empezaron a cambiar poco a poco. Le agradaba ver un lado distinto de Horacio cuando quedaban por la ciudad; Horacio era un tipo divertido, coqueto y que siempre era capaz de animar a cualquiera que se encontraba cerca de él, ¿Cómo no iba a acabar perdidamente enamorado de él?

Sin embargo, no estaba seguro de si sus sentimientos pudieran ser correspondidos. Además, Claudio se conocía a sí mismo lo suficientemente bien como para admitir que cuando se enamoraba, no se trataba de un mero capricho momentáneo sino era un sentimiento más intenso. No quería abrumar a Horacio con esos sentimientos.

Regresó a su habitación y esperaba que Horacio quizás se hubiera dado media vuelta para continuar durmiendo, pero se había sentado en la cama y estaba mirando algo en su móvil. Probablemente haciendo tiempo hasta que él regresase.

Dreams or memories || MuertacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora