Capítulo 4

605 91 28
                                    

Dime la verdad... No voy a recuperar la memoria, ¿verdad?

Buscas que te responda un si o un no y lamento que no hay nada que te pueda asegurar por completo hasta que no regreses a la normalidad de tu rutina.

Los ánimos de Horacio habían decaído considerablemente en los últimos días; su recuperación estaba siendo excepcional, pero desde que se le había dado la noticia de que en cuestión de días podría regresar a su hogar, en lugar de mostrarse animado, había reaccionado de la forma opuesta. Al principio podía impresionar que no tuviera ilusión por salir del hospital, pero tenía su punto en el momento en el que se recordaba que Horacio no tenía recuerdos de su actual hogar.

Cualquiera que hubiera interactuado con Horacio se había podido percatar de que no brillaba con la misma luz. Claudio había intentado animarle, pero debido a que sentía que no tenían tanta continuaría pasando el tiempo que pudiera con Horacio para demostrar su apoyo de alguna forma u otra. A pesar de ello, Horacio no parecía muy centrado y en ese momento, se sentía solo en un mundo que le parecía desconocido para él y la cercanía con Claudio no era suficiente.

Horacio suspiró profundamente y Claudio no pudo evitar mirarle preocupado. Si bien Horacio ya era capaz de andar con muletas y ya no era necesario de ir acompañado de un aparatoso andador, toda aquella recuperación no serviría demasiado si el chico perdía su energía.

Me da miedo no recordar quien soy y ya no ser Horacio.

Una vez más, Claudio no supo que palabras eran las adecuadas y solo se preocupó de que Horacio supiera que había alguien ahí para escuchar sus palabras.



Horacio se estaba medio durmiendo con la televisión encendida en el momento que alguien ingresó en la habitación; al inicio no prestó mucha atención porque pensaba que se trataría de alguna enfermera, pero con un simple vistazo rápido se percató que era el superintendente acompañado del comisario Volkov y no pudo evitar alterarse un poco. Era la primera vez que veía a Volkov desde que había despertado en el hospital y probablemente, nunca estaría preparado para afrontar la presencia del ruso.

Podrían llamarle exagerado, ¿Pero quien no reaccionaría de esa forma? Lo último que recordaba había sido declarar su amor a Volkov y que este le rechazara, después de ese suceso, Volkov y él se habían distanciado mucho y entonces las dudas aparecían en su mente: ¿Hablarían a día de hoy o simplemente estaba allí porque el superintendente lo había arrastrado? Ciertamente, la última variable le parecía la más acertada si tenía que apostar por una de las dos.

Horacio no pudo evitar bajar la mirada ante la presencia de Volkov y este también notó que el ambiente cambió, así que también se mantuvo detrás del superintendente, más callado de lo normal. En el momento que Conway notó la tensión en la habitación, pidió al comisario que se retirase, quien dejó una bolsa que cargaba allí y se fue a esperar en el pasillo.

No me digas que lo último que recuerdas de Volkov es cuando te declaraste... —Horacio puso una cara de pánico que reafirmó la teoría del súper. —Joder, no había caído en eso.

Realmente Horacio no quería tocar demasiado el tema, ¿Acaso Conway sabría como se llevaría con Volkov actualmente? Probablemente a grandes rasgos sí, pero nunca le respondería con la precisión que Horacio querría; aquella respuesta solo la tendría el propio Volkov. Así que evitando hablar sobre su amor no correspondido, dirigió su mirada a la bolsa. — ¿Qué es eso?

Ropa. — Respondió escuetamente Conway. Ciertamente alegraba a Horacio la idea de no tener que vestir con la bata de hospital, pero no creía que todo se resumiera en eso. —Los EMS dijeron que andabas desanimado, así que pensábamos llevarte a ver a tus mascotas. No pensé lo suficiente en el contexto.

Dreams or memories || MuertacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora