Capitulo 4

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Capítulo 4

maría no tenía muchos amigos, se podía decir que su amiga era la vecina Ana y la señora Eugenia ese era su círculo social.

María después de estos días solo pensaba en Nachito, comía poco, dormían poco. Eugenia en la cafetería trataba de que se alimentara

—Niña por Dios tienes que comer, si no te vas a morir, Nachito te necesita viva y alentada, hazlo por él.

—Mi madre dice que cuando uno deja de comer se le van cerrando las tripas, yo creo que es eso, es que no me pasa bocado, yo trato, pero no me provoca nada. Yo solo quiero que aparezca mi Nachito, solo pido eso.

Eugenia la abrazo. Se preocupo mucho por su amiga, esa tarde fue de nuevo al departamento de policía. María le llevo pan a Balto, se sentó en el piso con él, se abrazó a el perro.

—Señor Detective ¿ha sabido algo de Nachito? Le pregunto Eugenia

—Si señora estamos trabajando en ello, solo les pido paciencia.

—Mire María es una mujer fuerte, pero yo la veía punto de enloquecer.

Sotomayor la miro abrazada a Balto. Le pareció una mujer tan indefensa, la vio pálida, delgada, sus ojos mostraban unas ojeras producidas por no dormir.

Se dio cuenta que ella estaba pidiendo ayuda a gritos.

—María necesito un favor, necesito que me ayude con Balto, en este momento el está enfermo tiene una infección intestinal, usted podría cuidarlo, el necesita una dieta, necesita quien esté pendiente de él.

María observo a Balto. Lo vio como ella triste, sin una ilusión para vivir sus ojos continuaban con una profunda tristeza.

—Si señor. Yo me hago cargo. Usted me dice que hacer, lo digo por la dieta que dice que él hace.

—Si le enviaron un a dieta baja en grasa, debe comer un caldo especial. Sotomayor busco dentro de su agenda y encontró una fórmula del veterinario. —Mire María esta es la fórmula, estos son los medicamentos lo dijo dándole una bolsa con unos sobrecitos y unas capsulas y dos ampolletas.

María desde ese día se hizo cargo de Balto, lo hizo por ocuparse, por tener una compañía, por tener a quien hablarle.

Se levantaba en las mañanas, le hacia una sopa de pollo con zanahoria. Con poca sal. Le acompañaba con purina. María mientras estaba la sopa lo sacaba a pasear para que hiciera sus necesidades. Llegaban a la casa, preparaba desayuno para ella y para el detective Sotomayor, ella iba y llevaba a Balto lo dejaba allí con él. Se iba para su trabajo.

María la despidieron, llego una joven amiga del administrador del conjunto y fue reemplazada por María. María no era de discusiones. Se despidió de sus compañeras de trabajo. Llego a su casa y se acomodó en su cama, el celular sonaba insistente, ella hizo como si no lo oyera. Parecía un robot, toda motivación para vivir la iba abandonado poco a poco. En la tarde fue a la cafetería.

—¡María por Dios! ¿qué te pasa? ¿porque estas tan triste? No puedes seguir así.

—Me echaron del trabajo, no se sabe nada de Nachito. Yo ya no sé qué hacer, ¡que estoy haciendo mal!

Eugenia la abrazo, le dio un abrazo reparador,de esos que te alimentan. María se enjuago las lágrimas y se preparó a ayudarleen l

Una luz brillando en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora