Una luz brillando en la oscuridad

Parte sin título 6

Capítulo 6

Sotomayor llego a visitar a su madre, una señora mayor, era la esposa de un coronel, su esposo murió y ella se quedo sola, sus hijos todos tenían una vida organizada el único que estaba soltero era Sotomayor, el tenía una novia, su novia de universidad, tenían planes de casarse y vivir en el exterior, todo cambio para el cuándo entro al cuerpo de la policía, tenía muchos enemigos, ayudo a cerrar un caso de una banda que se dedicaba a la trata de blancas, contrataba supuesto modelos y los envía para España, allí las jóvenes eran obligadas a trabajar como prostitutas, desmantelaron la banda, los miembros fueron a dar a al cárcel, el informante que tenía la policía vendió a Sotomayor, lo dejo al descubierto, lo mandaron a matar , sufrió un atentado, pero por desgracia la que murió fue su novia, desde ese día Sotomayor vivía su soledad, no había podido superar aquella tragedia. Se había dedicado a su carrera y no tenia tiempo para enamorarse. El día que sintió el impulso de besar a María, llego a su apartamento, se acostó en el sofá a pensar y se dio cuenta que su vida no necesitaba esas complicaciones, que él era feliz, así como vivía. María era un ser adulto, no tenía por qué darle explicaciones, solo dejaba que las cosa pasaran.

María se dio cuenta que no era mas que un beso sin importancia cuando Sotomayor fue y le dejo a Balto. La llamo al celular.

—Hola. Se hizo un silencio. ¿cómo estás?, estoy en la puerta te traigo a Balto.

—Hola, bien ya les abro.

María Abrió la puerta y Balto entro, Sotomayor desde la camioneta le pito y le dijo adiós con la mano. Ella lo miro y no hizo ningún gesto, solo se entró cerrando la puerta, se abrazó a Balto.

—Tu amo es más raro que un perro a cuadros.

En la tarde fue a la estación a llevárselo lo dejo con el portero. Sotomayor la llamo dese lo lejos.

—María. María

Ella se dio media vuelta y fue hacia él.

—Encontramos una pista de Nachito, en un paradero de bus había esta nota la comparamos con la que encontraste en el pantalón y es la misma.

María tomo el papel que Sotomayor tenía en las manos,

—Si es su letra.

Tenemos la denuncia de un vecino tuyo, se le perdió un hijo de diez años, estamos tras su pista. Sus padres están aquí en la estación de pronto tú lo conozcas. Si quiere hablar con ellos, está muy angustiados.

María entro y si los reconoció inmediatamente.

—Hola vecinos,

—Vecinita, mi hijo desapareció igual que el suyo. No sabemos que hacer, Dios quiera que lo encontremos.

—Lo único, es encomendarlo a Dios y tener toda la paciencia del mundo no hay más.

María se pasó con ellos toda la tarde, decidieron irse para el barrio,

María los comprendía sabia lo doloroso que es perder un hijo así. Llego a su casa y se fue directo al cuarto de Nachito. Se quedo dormida allí. En la mañana fue donde los vecinos a preguntar como seguían. El secuestro del hijo de los vecinos fue diferente, las personas que tenían capturado al niños se comunicaron con ellos.

—Vecina la demora es reunir la plata y nuestro hijo está con nosotros.

—Le pidieron plata, toco decirle al detective Sotomayor. Es peligros darles plata.

—No vecinita no le podemos decir, por lo que más quiera no se lo vaya a decir. Si no, nos lo matan eso nos dijeron si la policía se entera él se muere.

María se tapo la boca con la mano.

—Dios mío, ni Dios quiera. Dijo sus vecinos se entraron cerrando la puerta.

Enci Silva