Bell Cranel. El espíritu blanco [Cancelada]

Capítulo 05: En camino a los pisos profundos.

Bueno, no es la gran cosa, pero aquí esta el nuevo capitulo del espíritu blanco, sigue siendo una transición, por lo que puede que se sienta algo aburrido. A partir de ahora el ritmo de publicación será mucho menos frecuente debido a que estoy trabajando y la próxima semana volveré a la universidad, y créanme que no es nada lindo trabajar toda la semana y estudiar los fines de esta. En el perfil dejare información sobre más o menos cuando saldrá el próximo para que estén pendientes, y pues eso todo. Espero que el capitulo sea de su agrado.

Los espíritus bajaron a la tierra para compartir su vida junto a sus hijos, y los dioses bajaron a la tierra para jugar con los hijos de los espíritus, o dicho de la manera correcta, para volverlos sus juguetes. Fueron una plaga que descendió de cielo, pero antes de que siquiera ellos bajaran de ese lugar, aquella plaga ya estaba contagiando al mundo desde hace mucho tiempo atrás, una plaga llamada soberbia, la cual se fue modificando, moldeándose y cambiando en el corazón de cada uno que la poseía.

Las creaciones de los espíritus querían mucho más, querían ser iguales que sus creadores, querían serlo ellos también, y consideraban estúpido, el haber abandonado su poder al bajar al mundo inferior. Los espíritus no sabían que hacer, no sabían en que pensar, pero amaban tanto a sus hijos, que les concedieron cada una de sus peticiones, les otorgaron el poder que al que ellos habían renunciado, y el resultado de todo eso fue más que evidente.

Aquellos que nacieron en el mundo inferior, ahora se creían superiores, y aquellos que superaban a otros, tan solo querían demostrarlo sin importarles cuales fueran los métodos, para dejarlo muy en claro ante los demás. Las elecciones más valientes, al igual que las más estúpidas, se hacen por amor, y fue ese mismo amor, el que hizo que los espíritus, arrancaran y quemaran esa página de la historia de la humanidad, con el final de que quienes vinieran después, fueran mejores que esos que estuvieron antes, pero sin duda, la peor de las todas las estupideces, fue esa.

Si existe algo con lo que todos nacemos, eso es la curiosidad, un deseo profundo de saber lo que nadie más, y algunos de querer saberlo todo, y eso fue lo que motivo a muchos, a buscar las paginas perdidas, pero encontrando, copias moldeadas, al antojo del autor quien las falsifico. Se aprende de los errores, no de ocultarlos, y haberlo hecho, llevo a miles de confusiones y distintas versiones, que llevaron a crear lo que ahora se conocen, como fronteras, pero no solo que marcaban los territorios, sino también los ideales.

Cuando tomaron aquella decisión, era lógico que no sabían lo que sucedería en el futuro, que no midieron las consecuencias, que amaron ciegamente a un puñado de estúpidos, que cada vez lo fueron más, y aquellos que siguieron el sendero correcto, que trataron de seguir las enseñanzas de los espíritus, cada vez son menos, y cada vez se acerca más el momento de su extinción, y fue un proceso que se aceleró, al momento en que los dioses bajaron a la tierra y parecía que la historia se repetía.

Dentro y fuera de la mazmorra, asechando desde la distancia, aquellos que quedaron de aquella historia olvida, estaba detrás de cualquier ingenuo al que en un futuro pudieran usar como sus marionetas. Dentro y fuera de la mazmorra, nadie estaba a salvo de ellos, sean humanos, o de cualquier otra raza, hombre o mujer, anciano o un infante, nadie, estaba fuera de su vista, y mucho menos lo estaban, aquellos que antes fueron sus hermanos, aquellos que murieron, y volvieron a la vida, tan solo porque amaban a sus hijos.

- ¡No, espera por favor! – suplico un sujeto, quien solo segundos después, fue atravesado en el pecho por una lanza.

En un lugar diferente a los valles y bosques, diferente a las grandes ciudades o al amplio mar, se encontraba un continente hecho completamente de hielo, y el último de los espíritus que lo protegían, acaba de morir. Su cuerpo se encontraba tendido en el frio hielo, su sangre comenzaba a marchar aquel lugar, y lentamente, fue cubierto por la nieve hasta desaparecer. Aquellos que lo habían matado, vieron como una de sus manos, lo único que quedaba al descubierto del cuerpo de aquel espíritu, se convirtió en escarcha.