30 Días Para Recuperarte #2

Día 5

Día 5: Solo cinco minutos más

—¿Puedo preguntarte algo? —Inquirió la pelirroja luego de asegurarse de que todos los cubículos del baño estuvieran vacíos 

—Depende —Respondió observando en el espejo el comportamiento extraño de su amiga, mientras lavaba sus manos —¿Vas a preguntarme como ocultar un cadaver o algo así?

—No necesito preguntarte eso si ya se la respuesta 

—¿Y cómo es que sabes eso? 

—Descubrí que las series de criminalística te enseñan como atrapar a un criminal, pero a la vez también te enseñan como ser uno. Te muestran los errores que debes evitar cometer para que así no te atrapen

—Vaya dato perturbador —Dijo Marinette cerrando el grifo

—Es muy interesante la verdad. Mi nuevo pasatiempo para estas vacaciones será verme todas las temporadas de CSI 

—El mío será seguir buscando trabajo 

—¿Sabes? No perdonare jamás a ese idiota arrogante por despedirte 

—No tienes que molestarte con él, después de todo fue mi culpa. Félix solo hizo lo que tenía que hacer— Dijo sacando papel del dispensador junto a ella 

—Pero... 

—¿No querías preguntarme algo? —Inquirió, queriendo desviar el tema 

—Oh, es cierto. Casi lo olvido

—Te escucho

—¿Que hay entre Adrien y tu?

—¿Qué? —Marinette se giró para quedar de frente con la pelirroja mientras secaba sus manos y la observaba con los ojos bien abiertos. No se esperaba aquella pregunta— ¿Por que habría algo entre nosotros? Es decir, somos amigos, pero nada más que eso

—¿Lo dices en serio?

—Lo digo muy en serio. Si lo preguntas por lo de ayer, ya te expliqué que solo lo estaba ayudando

—Mi duda no surgió solo por eso —Aclaró la pelirroja 

—¿Entonces, por qué?

—Porque cada vez que los veo juntos están intercambiando miradas demasiado amorosas como para ser solo amigos

—Eso no es verdad —Replicó Marinette al instante

—Esa noche en el club o cuando estábamos en el departamento de Adrien, tal vez fueron interacciones muy cortas, pero había algo peculiar en esos breves cruces de miradas que despertaron mi intriga. Además, ayer en la tienda, antes de que les hablara, los observé por unos segundos; se miraban como si estuviesen perdidos el uno en el otro

—Lo estas malinterpretando. Tengo novio ¿lo olvidaste?

—Eso lo tengo más que claro... pero me preocupa que seas tu quien lo olvide 

—¿Qué estas insinuando sobre mi? —Inquirió cruzándose de brazos comenzando a enfadarse 

—Hey, no insinúo nada ni trato de insultarte. Es decir, te entendería si estuvieras confundida, yo también lo estaría si un modelo y actor con rostro de ángel, que además es mi antiguo amor, volviera luego de tantos años aún queriéndome. Creo que cualquiera se confundiría 

—Sarah, no estoy confundida. Luka es mi novio y es con quien quiero estar, los sentimientos que solía tener por Adrien los superé hace ya mucho tiempo