Día 4.

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—Me duele el trasero...

—Mirá que pena.

—¡Me rompiste el culo anoche!

—Mirá como lloro.

Como pudo, Harry camino hasta hasta donde estaba su novio y le dió un zape en la cabeza. Draco se limitó a reír y frotarse un poco el lugar del golpe.

—No puedo caminar bien, me hiciste poner un vestido especialmente incómodo... ¿y piensas que te voy acompañar a comprar?

El rubio asintió y empezó a reír más fuerte, burlándose de las desgracias de su novio.

Obviamente, Harry trató de golpearlo otra vez, pero fué ma rápido y lo esquivo. Lo tomó de los hombros y lo empujó contra el sillón donde anteriormente estaba sentado, manteniéndolo quieto ahí. El azabache trató de zafarse pero no pudo, el agarre sólo se hizo más fuerte.

—¿Quieres una segunda ronda?

—Que molesto eres —dijo, y le puso una mano en la cara, apartandolo—. ¿Podemos irnos ahora?

—¡Vamos! Va a ser rápido... —rogó el rubio, poniendo una mirada de cachorro abandonado.

Todas las miradas se dirigían a él, siendo para nada discretas

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Todas las miradas se dirigían a él, siendo para nada discretas. Ya se esperaba algo así, pero de todas maneras le incomodaba.

El rubio apretó su agarre en la cintura de su novio. Tal vez no era buena idea comprar cosas en los mercados muggles. Todos los ojos puestos en Harry, en SU novio.

—¿Podemos largarnos ya?

—Pagamos y nos vamos de aquí...

Una chica la cual los estaba mirando desde hace un tiempo, se acercó.

—¡Ese vestido te quedó muy...

—¡Fuera, shu, shu!

Draco no volvería a esa tienda. Y se aseguraría de que Harry tampoco lo hiciera.

 Y se aseguraría de que Harry tampoco lo hiciera

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¡Todos esos malditos muggles te estaban viendo!

—Err... Tu fuiste el de la idea.

—Y me arrepiento...

Harry simplemente rodó los ojos. Él era demasiado hermoso, por eso todas las personas en aquella tienda lo miraban. Draco debería darse cuenta de la belleza que se carga, más con ese vestido rojo vino.

—Puedes seguir lloriqueando —le dijo el de ojos verdes— yo me iré a bañar.

Malfoy lo miró.

—No.

Pero la mirada seguía en él.

—No.

¿Cuánto más iba a insistir?

—¡Bien, puedes bañarte conmigo!

Convencido, el rubio dejó las compras sobre la mesa y se dirigió al baño junto al azabache. Una tercera ronda nunca estaba de más, ¿verdad?

—————————————

Que decirles 🚶‍♀️

GRACIAS POR TODAS LAS LECTURAS Y VOTOS, ME SIENTO FELIZ AKDBKAJD ✋😭

Tengo pensado hacer un libro de edits, díganme de que personaje quieren que haga, los voy a hacer Glitchcore 💃

¡Ponte un vestido! | drarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora