¡Ponte un vestido! | drarry

Día 1.

—Recuerdame porqué estoy haciendo esto. —Se quejó el azabache.

—Lo haces porque me amas —Comenzó el rubio. —, soy todo para ti y harías cualquier cosa para hacerme feliz.

—No recuerdo que en el contrato de amor diga “Es obligatorio ponerse un vestido corto si pierdes un duelo con tu pareja”.

—Por eso siempre hay que leer las letras pequeñas, Harry.

Harry estaba usando un vestido bastante corto, el cual a duras penas llegaba a cubrir sus muslos. Iba a morir de vergüenza.

—Ahora ve y tráeme un vaso con agua —Ordenó su novio. — ¡Vamos que la vida es corta!

Harry bufó molesto, dió una media vuelta y se fue a por el dichoso vaso de agua.

—Aquí tienes tu rico y único vaso de agua, amor.

El rubio tomó el vaso, lo llevó a sus labios y empezó a tomar, saboreó. Algo andaba mal, el gusto era, ¿diferente?

Harry tenía una sonrisa burlona, definitivamente el hizo de las suyas.

—¿De dónde sacaste al agua? —Preguntó Draco. —No tiene el sabor del agua de siempre.

—Tonterías —Dijo Harry, aún con su sonrisa burlona. —, esa es el agua que siempre tomas.

Draco alzó una ceja, miró de arriba a abajo a su novio, buscando algo que lo delatara.

Se detuvo en sus ojos, estos brillaban más de lo usual.

—Peeeeero... —Comenzó el azabache. —Puede que haya tomado tu agua de un lugar muy especial.

—Se podría saber, ¿cuál?

—Mhm... ¿De verdad quieres saberlo? —Draco asintió. —Bien. Saque tu dichosa agua del retrete.

Su novio escupió el agua, manchando la alfombra. Giró sus ojos a su pareja y le dedicó una de sus miradas más amenazantes, el de lentes se tensó.

—¿Que tal si salimos un rato? —Empezó Malfoy. —No te cambies, no me gustaría gastar tiempo, y creo que tú tampoco.

Nadie. Y cuando se decía nadie, NADIE, se salía con la suya mientras Draco estuviera involucrado, claro que no.