Todos los seres humanos tienen a su alma gemela, sin embargo, tan ciegos e idiotas como solo ellos saben, son incapaces de reconocerlas, los demonios por otro lado, gracias a sus sentidos hiperdesarrollados pueden percibir la conexión especial que l...
-pierta... espier... despierta Nezuko- La calmada voz de su madre la sacó del profundo sueño en el que se encontraba, el frio invierno se colaba debajo de las sabanas, un ligero estremecimiento la envolvió.
Kie sonrió enternecida al ver a su hija mayor acurrucarse más en el futón, buscando inconscientemente el calor que su querido hermano mayor desprende naturalmente, pero este ya se había levantado desde hace un rato, Nezuko bufó afligida al no encontrar a Tanjiro a su lado.
-Ya es tarde Nezuko, tu hermano está preparando el carbón para ir al pueblo a vender, levántate tú también, ayúdame con tus hermanitos- Nezuko talló sus ojos aun adormilada, pero despabiló rápidamente en cuanto procesó lo que dijo su madre.
-No!, no es necesario que Tanjiro baje al pueblo hoy, la señora Nakahara me pidió ayuda en su restaurante como camarera, me pagará por ello, así que hoy puede descansar del trabajo que hace todos los días- Desprendió el kimono para dormir de su cuerpo y acercó aquel kimono rosa pulcramente doblado a un lado de su cama.
-De acuerdo, termina de vestirte, yo iré a avisar a Tanjiro-
Rápidamente se colocó el kimono y sobre este se puso un abrigo, el clima en el exterior era aun mas frío, y su familia no tiene los ingresos para pagar medicinas en caso de que alguien se enferme, Nezuko no quiere ser ninguna clase de carga para su familia, por eso siempre remienda el mismo kimono rosa una y otra vez, ella cree firmemente que el dinero de su familia no debe ser gastado en ella.
Salió de su habitación rumbo a la entrada de su casa, donde cambio sus zapatos a unos más aptos y abrigados para caminar en la nieve.
-Nezuko! Mamá ya me dijo sobre la señora Nakahara, te acompañaré al pueblo, no quiero que te pase nada- su tono de voz era firme y seguro, aunque nunca dejaba esa nota gentil que tanto le alegraba.
-No es necesario, Tan, puedo ir yo sola, en esta época no hay osos en el bosque, además, no me saldré del camino, estaré bien-
-No te dejaré ir sola, nevó toda la noche, es peligroso que vayas sola, ¿y si te caes o te pasa algo? -
-Ya te dije que no, tu siempre te desgastas por nosotros, es mi turno de trabajar, quédate y descansa un poco, mañana podrás ir a vender carbón al pueblo- Intentó persuadirlo para que se relajara por al menos un día.
-Nezuko- su voz sonaba a reproche, no daría su brazo a torcer, desgraciadamente para los hermanos, ser cabeza dura es algo que viene de familia, aunque algunos la tienen más dura que otros
-suficiente los dos, Nezuko, deja que tu hermano te acompañe- una sonrisa victoriosa se plasmó en Tanjiro- pero solo hasta cruzar el árbol de sauce, pasando las faldas de la montaña- Esta vez fue Nezuko la que sonrió, eso era poco menos de la mitad del camino, Tanjiro podría regresar y descansar sin problema.
-Está bien- murmuraron ambos al unísono, resignados de que así fuera.
Caminaron alrededor de 20 minutos tomados de la mano antes de llegar al punto establecido por su madre.
-Bien, desde aquí voy sola, vuelve bien a casa Tanjiro- se detuvieron al costado de un enorme sauce y se despidieron, el Kamado mayor sonrió dulcemente y despeinó a su hermana con la mano.
-cuídate Nezuko, no le causes problemas a la señora Nakahara, si algún hombre te ve de más dímelo en cuanto regreses, yo iré a darle una lección- pasó sus manos por sus hombros para sacudir la nieve que se acumuló durante el transcurso, acomodó el abrigo desordenado de su hermana y arregló su cabello, puso una mano en su mejilla y le sonrió- siempre eh estado muy orgulloso de ti Nezuko, se que eres fuerte, y tus patadas duelen mucho, así que estoy tranquilo por que se que no te pasará nada, nos vemos- le sonrió una ultima vez antes de que Nezuko continuara el largo camino hacia el pueblo, Tanjiro se quedó viendo su espalda hasta que se perdió en la nieve, soltó un suspiro, y dio la vuelta para regresar a su hogar, su madre le esperaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Maldición, ya estarde, mamá y Tanjiro me matarán- Nezuko recogía sus cosas rápidamente mientras observaba el atardecer por la ventana del local de la señora Nakahara, se aproximó a la puerta rápidamente, lista para salir, pero una mano en su hombro la detuvo.
-tranquila, pequeña Nezuko, es peligroso andar por el bosque a estas horas de la noche, quédate a dormir, no me molesta y me sentiría terriblemente mal si algo te pasa de camino a tu casa-
-descuide señora Nakahara, conozco bien el camino de la montaña, y soy muy fuerte, no me pasará nada, si alguien se me acerca lo patearé-
-las personas no son los únicos que pueden dañarte, Nezuko, y tampoco estoy hablando de algún animal salvaje, por las noches, los demonios devora humanos salen de sus escondites para encontrar comida, eres una chica joven y bonita, no me sorprendería que alguno te eche el ojo-
-no diga esas cosas señora Nakahara, mi abuela alguna vez mencionó algo parecido, ero es solo una leyenda para asustar a los niños y que no salgan de noche- Nezuko intentó negarse a la oferta- además, mi madre y hermanos no saben que me quedaré, se preocuparan por mi-
-mandé al pájaro mensajero de mi esposo para avisar que te quedarás a dormir aquí, mi querido Dazai es un cazador de demonios, por eso se que los demonios devora humanos son reales, los eh visto con mis propios ojos- Nezuko decidió no cuestionar la dudosa lógica de la señora y las posibles mentiras de su esposo Dazai, suspiró y aceptó la hospitalidad de la Nakahara, a pesar de inventar y creerse todas esas historias para niños, era una buena persona, podía olerlo.
-está bien, me quedare, pero partiré mañana a primera hora-
-muy bien, prepararé un futón para ti querida-
La noche terminó de caer sobre el pueblo y la montaña, Nezuko se preparaba para dormir, y la familia Kamado terminaba su cena antes de hacer lo mismo, sin saber que esa sería su última noche juntos.
//////////////////////////////////////////
UFF nueva historia, y esta vez es un Muzanjiro, a ver cuando termino todas las demás, pero no se preocupen, pienso terminarlas todas.
