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La nieve caía sobre Nezuko, dificultando la vista de aquella horrorosa escena, ¿cómo rayos pasó todo eso? El día anterior todos estaban bien, todos sonreían y estaban felices, entonces, ¿por qué ahora todos estaban tirados en el suelo y manchados de sangre?

-Tanjiro! -Gritó desesperada al notar que su hermano no se encontraba entre los cadáveres de su familia- Hermano! ¡¿Dónde estás?!- a pesar de sus gritos desesperados intentando llamar a Tanjiro, no hubo respuesta alguna, Nezuko decidió adentrarse a la casa para buscarlo, tal vez se escondió en alguna de las habitaciones junto a Rokuta, el pequeño bebé tampoco estaba, se aproximó a la habitación que ella y sus hermanos compartían para dormir, temblorosa abrió la puerta.

El horror pellizcó su nuca y recorrió su espina dorsal en un frio camino, las lágrimas se aglomeraron ante la imagen del pequeño Rokuta ensangrentado y separado de su cabeza, acomodado aun dentro de su cuna, la impresión fue tanta que Nezuko no pudo contenerse, devolvió todo lo que la señora Nakahara le había ofrecido para desayunar y se desmayó, sin notar que su querido hermano mayor tampoco se encontraba en la habitación.

Después de un tiempo, un pelinegro de ojos azules cubierto con un haori de patrones irregulares se adentró a la casa, pasó entre los cuerpos de la familia para recorrer toda la casa en busca de sobrevivientes, aunque dudaba que fuera a encontrar alguno, pero contra todo pronóstico, sí que encontró a alguien, una pequeña niña vestida de rosa, se encontraba desmayada pero ilesa.

-Seguramente estabas fuera de casa y cuando llegaste encontraste todo esto, pobre niña, discúlpame, si hubiera llegado medio día antes, seguramente tu familia seguiría contigo- el de pelo negro levantó a Nezuko entre sus brazos y la sacó de la casa, nadie merecía enterrar a sus familiares destrozados, él lo sabía mejor que nadie.

La dejó recargada en la pared y regresó para sacar los cuerpos de la familia, sacó un total de 5 cadáveres, 4 niños pequeños, un hombre y una mujer, cavó rápidamente las tumbas para enterrarlos con delicadeza, finalmente elevó una oración por ellos, y se sentó para esperar que Nezuko despertara, aunque podía hacerse una idea de lo que había pasado, ninguno de los cuerpos mostraba indicios de haber sido devorados, es más, casi parecía que fue una muerte causada por otros humanos, de no ser por esa inquietante aura que le ponía los pelos de punta y aquella hacha rota, lo daría por hecho, así que tendría que interrogar a la niña, a pesar de lo doloroso que podría ser para ella.

La dejó recargada en la pared y regresó para sacar los cuerpos de la familia, sacó un total de 5 cadáveres, 4 niños pequeños, un hombre y una mujer, cavó rápidamente las tumbas para enterrarlos con delicadeza, finalmente elevó una oración por ello...

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*Un día antes*

Muzan suspiró, a pesar de volverse el ser perfecto que siempre deseó, hay algo que no le permite estar completamente satisfecho con su vida, llevaba siglos pensando en ello, se había vuelto invulnerable al sol, así que lo único capaz de matarlo es que alguien que maneje el aliento del sol le corte la cabeza con una nichirin, pero esas personas ya estaban extintas, entonces, ¿tendría que pasar su eternidad siempre vagando por la tierra sin objetivo alguno? Había escuchado que algunos demonios encontraban a humanos especiales, según ellos, sentían que sus esencias estaban entrelazadas y formaban algo único, el nunca experimentó nada parecido, pero les permitía estar juntos sin ningún problema, después de todo, no se oponían a él, incluso hubo algunos humanos que le rogaron que los convirtiera en demonios para permanecer siempre al lado del que, según ellos, era su compañero de vida destinado.

Perfect Couple-||Muzanjiro||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora