Chupón.

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Hola! :D Cómo han estado? 

Aquí con un pequeño capítulo lleno de intensidad(?) Nah mentira, pero al menos ya están avanzando los bebés, despacio porque están chiquitos... 

Dato random: Me gusta agregar a más personajes a la historia/trama porque siento que así se vuelve más dinámica en lugar de solo centrarme única y exclusivamente en Chile y Méx, por lo que verán a más países apareciendo poco a poco.

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Nueva España apretó con más fuerza de la necesaria el pobre tenedor de plata que tenía entre sus dedos, como si estuviese intentando doblarlo por la mitad. Del otro lado de la enorme mesa del comedor, a unas cuantas sillas lejos de él, estaban Perú, Río de la Plata y Chile platicando de lo más animados, bromeando y riendo descaradamente como si no les preocupara que en cualquier momento el Imperio Español entrara al comedor para comenzar con el desayuno. No, no estaba celoso de la repentina cercanía que ahora mantenían las tres colonias, tan solo estaba molesto porque no estaban incluyéndolo en su diversión...

O eso quería obligarse a creer.

De cierta forma, en parte era culpa suya pues desde aquel beso que habían compartido, ni Chile ni él se habían dirigido la palabra y lo cierto era que Nueva España ya estaba comenzando a estresarse de la situación, pensando en que tal vez aquel beso había sido un error. Extrañaba pasar tiempo a solas con el menor, extrañaba hacerlo reír, platicar de todos los libros que Chile había leído o simplemente pasear por los jardines huyendo de los sirvientes del español. Pero, objetivamente, lo que más extrañaba era dormir al lado del más joven, sentirlo a su costado, adormecerse con su aroma y rodearlo con sus brazos con la excusa de estar dormido.

Miró como Río de la Plata pasó confianzudamente su brazo por los hombros de Chile, haciendo que éste se tensara imperceptiblemente. Nueva España tuvo que tragarse las ganas de soltar una maldición y levantarse de su asiento tan solo para alejar a su hermanito de las garras enemigas; para su suerte, o quizás no tanto, el español entró al comedor logrando que todos se sentaran rectos y en silencio en sus lugares, sin hablarse o siquiera mirarse. Las sirvientas llegaron con los alimentos y después de que el imperio los obligara a recitar las oraciones antes de la comida, por fin pudieron probar un necesitado bocado, todos en silencio y concentrados únicamente en sus platos.

—Nueva España. —Habló el imperio, limpiándose cuidadosamente con una de las servilletas de tela. Sus ojos verdes fijos en el rostro de la colonia, analizándolo; por un momento el joven temió lo peor, deseando voltear la mirada para buscar a Chile tan solo para comprobar si estaba tan asustado como él ante el sorpresivo llamado del europeo. —Voy a necesitar que vayas con Cuba al puerto, vendrá un cargamento importante desde Europa y por desgracia no voy a poder recibirlo, por lo que dejo esa enorme responsabilidad en tus manos.

—Es un honor, no lo decepcionaré. —Respondió casi en automático, sintiendo que podía respirar de nuevo al ver que sus temores estaban mal infundados... Por ahora.

La comida trascurrió sin más interrupciones y en cuanto el español dio la orden todos regresaron a sus habitaciones, exceptuándolos a Cuba y a él. Nueva España de nuevo se vio en la horrorosa encrucijada de no haber podido entablar siquiera unas escuetas palabras de despedida con Chile, frustrándose todavía más y haciendo que toda esa molestia se reflejara expresivamente en su rostro; a su lado, Cuba lo observaba con cierta curiosidad pues aunque no conviviera tanto con los demás, estaba bastante acostumbrado a observar a un Nueva España enérgico, entusiasta.

—Parece que algo te molesta. —Comenzó el isleño, ambos ya en los terrenos del puerto listos para recibir al enorme galeón repleto de cargamentos. Nueva España lo miró con cierta gracia, no muy seguro de querer inmiscuir a un tercero en sus problemas personales.

30 dias OTP (Chéxico/Méxile)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora