Prólogo

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Yeol, pequeño. Despierta hijo, hoy vamos a visitar a la abuela. Mami te preparó tu desayuno favorito.- MinRa, la madre de Chanyeol, susurraba con tono dulce. Mientras acariciaba el cabello de su pequeño.

Chanyeol se removió en la cama.

Su madre estaba sentada a su lado, el pequeño alcanzo el brazo de su madre y lo estiró un poco.

Acuéstate conmigo, mami. Un ratito, en casa de abuela no vas a poder hacerlo.- habló con pesadez, con la voz algo ronca por despertarse recién.

Chanyeol estaba justo en esa edad donde quería el amor de su madre, pero no quería que lo demostrara frente a otros. Tampoco queria que su madre entre al baño mientras se bañaba, como lo hacía antes. Ni que lo llame por alguno de los dulces apodos que a ella le gustaba.

Su madre se acostó menos de 5 minutos, acariciando la espalda de su hijo. Se levantó y besó la cabeza del niño.

Te espero abajo, el desayuno se enfría. Y si te quedas más tiempo YooRa se comerá lo que hice para ti.- su madre se fue de la habitación luego de dejar la luz prendida.

Eso último hizo que decidiera salir de la cama.

No iba a permitir que YooRa se coma el arroz con pollo, no todos los días le dejaban desayunar eso. Y no era porque no podían, era porque Chanyeol estaba "con un poco de amor extra". Estaba con sobrepeso. Pero que lo hacía lucir adorable. De todas formas él estaba creciendo y quería perder peso, para que no le hagan bullying por eso también, ya que ya se lo hacían por tener las orejas diferente a la de los demás.

Bajó a desayunar y Yoora estaba apunto de agarrar el pollo.
Chanyeol corrió y agarró el plato.

Sueltalo, Yeol. No seas malo, hay suficiente para ambos.- su hermana lo regañó frente a su padre sabiendo que este como el hombre justo y bueno que era, le daría la razón y no se equivocaba.

El señor park se encontraba leyendo el periódico mientras desayunaba. Cambió de página y luego habló.

Comparte con tu hermana, hijo. No peleen temprano.- alzo la vista por sobre el periódico y miró al niño.

Chanyeol miró enojado a YooRa, aunque no debía. Era sólo comida y no debía enojarse por tener que compartirla. Pero en parte se enojaba porque ella le hacía lo mismo con todo en general, quería todo lo que él quería, según Chanyeol.

Se sentó y comenzó a desayunar, pronto se le pasó el enojo.

Subió a su habitación para hacer cosas como cepillarse los dientes, peinarse y cambiarse. Su madre ya había guardado la ropa que usaría en los 3 días que estarían con la abuela.

Era viernes por la mañana temprano, las clases habían terminado, Yoora y Chanyeol estaban libres por fin para jugar casi cada día con sus amigos. Pero este fin de semana lo pasarían con la abuela porque en el año solo fueron una vez, durante el cumpleaños de ella. Además, irían solo tres días porque a pesar de que los niños estaba libres ya, el Señor Park debía trabajar aún y debía volver para ir al trabajo el lunes.

El viaje comenzó en silencio, luego la señora Park puso algo de música y comenzó a cantar, los niños también lo hacían.

Mientras eso pasaba Chanyeol jugaba en la parte de atrás, con su juguete de Iron Man molestando a su hermana de vez cuando porque le gustaba como ponía su rostro cuando se enojaba.

Pararon a comer en un pequeño restaurante familiar ya cerca de la casa de la abuela, faltaba solo 1 kilómetro, pero lo hicieron para no molestarla.

Los tres días allí fueron demasiado buenos, por fin pudo ver a Choco, el perro de la abuela que ya había crecido demasiado y Chanyeol se sintió demasiado alegre al verlo.

Somos Uno 》Chanbaek《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora