capítulo cinco

2K 327 13
                                    

la propuesta decente

por ciara oikawa y tetsurou kuroo.

Tras una afirmación por su parte, Ciara aplaudió emocionada llendo a la cocina lista para ayudar a su madre dejando a Tooru con Tetsurou.

— Siéntate.— Le dijo el mayor de los hermanos con seriedad, Kuroo obedeció nervioso, pero no lo demostró.

El silencio se instaló entre ellos durante unos segundos, pero Oikawa volvió a hablar:— ¿Qué te traes con mi hermana?

— Absolutamente nada, la he conocido esta mañana.— Aclaró Tetsurou jugando con sus manos, Tooru sonrió al notar eso.

— ¿Y por qué estás nervioso?

— No estoy nervioso.— Kuroo se acomodó en el sillón donde estaba sentado antes de mirarlo con aparente seriedad.

Tooru lo escaneó antes de rodar los ojos e inclinarse hacia el pelinegro:— Sea lo que sea que planees con ella, te advierto gato, que si la dañas haré de tu vida un infierno.

En ese momento Ciara se asomó por la puerta con una sonrisa de oreja a oreja:— ¡Tooru, mamá a comprado Tiramisú! ¡Los dioses me han escuchado!— Festejó lanzándose sobre su hermano, este golpeó su cabeza con suavidad y con una pequeña sonrisa.— Por cierto, la cena está casi lista.— Se acercó a Kuroo y lo tomó del brazo para arrastrarlo a la mesa. El pelinegro soltó una risa divertida y se dejó arrastar por la muchacha.

Por otro lado, Tooru frunció el ceño viendo como su hermana se llevaba al "intruso" hacia la mesa, sonrió levemente segundos después, no quería adelantar acontecimientos pero parecían tener cierta química.

A pesar de que se habían conocido ese mismo día, Tooru ya había notado cierta complicidad entre ambos, al fin y al cabo él era un fiel creyente del amor a primera vista.

Los siguió hasta la mesa y se sentó frente a Kuroo, al lado del pelinegro estaba Ciara y presidiendo la mesa estaba la madre de los mellizos, que escuchaba atentamente lo que Ciara y Tetsurou hablaban.

Aunque Tooru no pudo evitar tocar el tema del Volleyball.

— Nuestro entrenador está pensando en organizar un partido amistoso entre el Aoba Johsai y el Nekoma, ¿vuestro entrenador os lo ha dicho?— Preguntó calmado, a Tetsurou le sorprendió su comportamiento, normalmente Tooru se mostraba orgulloso y burlón hacia el resto de los equipos.

— ¡Oh! ¿Tendréis un partido?— Interrumpió Ciara mirando a su hermano con emoción.— ¿Puedo ir? Por fi Tooru, la última vez ni me dejaste acercarme al gimnasio.— Hizo un puchero y se estiró por encima de la mesa para picar la mejilla de su hermano, Kuroo sonrió levemente.

— No sabes nada de Volleyball y además, no hay nada confirmado todavía.

— Yo puedo enseñarte algo de Volleyball también, puedes venir a los entrenamientos.

— A no, eso sí que no, no quiero que pases más tiempo del necesario con mi hermana.

— ¡Tooru!— Se quejaron las mujeres de la mesa.— ¡No seas maleducado!

El castaño se encogió de hombros restándole importancia a sus palabras.

— Está bien, si a Oikawa le va a incomodar entonces retiraré mi oferta.— Contestó Kuroo mirando la hora en el reloj de la pared, sintió una patada en su pierna y automáticamente se giró hacia Ciara.

— Perdón, era para Tooru. ¿Te he hecho daño? ¡Ay mierda! ¿Te he lesionado? ¡Dime qué no!— Kuroo la tomó por los hombros y la sacudió levemente.

— Ciara, estoy bien, tranquila.— La castaña asintió repetidas veces antes de que él la soltara y ambos terminasen de cenar.

Después del postre, Ciara acompañó a Tetsurou a la puerta.

— Siento el comportamiento de mi hermano hoy.— Comenzó Ciara saliendo hasta la verja de la casa, Kuroo se dio media vuelta para mirarla con una sonrisa.

— No te preocupes, los hermanos suelen ser sobreprotectores, lo entiendo. Gracias por la cena, Ciara.— Ella sonrió y Kuroo comenzó a irse, pero Oikawa Jr. gritando su nombre lo hizo detenerse.

— ¡Kuroo, espera!

— ¿Sí?

— Yo... Realmente me gustaría aprender algo de Volleyball, si no es mucha molestia.— Comenzó a hacer reverencias con nerviosismo.— ¡Aunque si crees que me estoy pasando dímelo, no me molestaré!

La risa del adolescente frente a ella le hizo mirarlo curiosa.

— Estaré encantado de enseñarte a jugar, pero con una condición.

— ¡Dime qué es, haré lo que sea!— Hizo una pausa antes de cruzarse de brazos con un puchero.— ¡No pidas nada pervertido, me negaré!

Una sonrisa divertida se escapó de Kuroo:— Si apruebas el examen de la semana que viene te enseñaré.

— No creo que pueda aprobar... ¿Te conformas con llegar al uno?

— Al cuatro.

— Al tres y digo mucho.— Rendido, Tetsurou asintió antes de finalmente despedirse de la chica para ir a su casa con un pensamiento rondando en su cabeza.

¿Era normal que le sudasen las manos al hablar con ella?

Definitivamente, el amor a primera vista sí existía y la prueba de ello eran esos dos idiotas.

chemistry ▭ kuroo tetsurouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora