❝𝐌𝐈𝐒 𝐅𝐋𝐎𝐑𝐄𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐓𝐈❞ ─ chaesoo [FINALIZADA]

𝐝𝐞 𝐨𝐬𝐜𝐮𝐫𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐲 𝐛𝐞𝐠𝐨𝐧𝐢𝐚𝐬

Y aquí están otra vez, una Rosé tendida en cama con fiebre demasiado alta para su cuerpo soportar con facilidad y Jisoo cuidando de ella como si su vida fuera la que está puesta en la línea. Lisa no pudo venir para hacerse cargo de la australiana desde que fue llamada de emergencia del hospital, solo le dio indicaciones de que hacer y de esperar.

La fiebre de Rosé solo es un problema sumado a su cansancio y falta de apetito que se ha vuelto común últimamente, eso y que las flores se han vuelto considerablemente más pequeñas con el pasar de los días.

Cuatro meses atrás estaba vomitando enormes camelias enteras, ahora flores de arbustos. Pequeñas, frágiles, dolorosas aún más que aquellas de pétalos grandes. Para Rosé es algo oportuno, ella misma se está deshaciendo de las raíces alrededor de su corazón, pero algo no encaja, pueden ser más pequeñas pero el dolor de la pelimorada cada vez es más grande.

ㅡLili dijo que debía darte esto para que pudieras comer sin tanta molestia. ㅡla mayor entra a la habitación con una bandeja de medicamentos y aperitivos.

ㅡNo tengo hambre, siento el estómago hecho un desastre como para poder comer. ㅡla oración de Rosé solo recibe una mirada aguda por parte de Jisoo antes de acomodar todo en el escritorio de la chica. ㅡHablo enserio, si como algo juro que voy-

Es interrumpida por un ataque de tos severo. Una aún más preocupada Jisoo se sienta a su lado dejando caricias firmes en la espalda de la menor, sostiene el purpura cabello con su otra mano sabiendo lo que puede pasar. Un dulce aroma se ha hecho presente de todas formas.

Pero Rosé cierra la mano que cubría su boca en un fuerte puño cuando su tos se calma, escondiendo lo que sea que haya abandonado su boca.

ㅡ¿Estás mejor? ㅡJisoo pregunta luego de unos segundos dándole el vaso de agua que había estado todo el día en la mesita de noche. ㅡToma esto.

ㅡEstoy bien, ya te dije que solo es una gripe. Las lluvias han estado fuerte.

El clima ha sido un desastre los últimos días, puede haber fuertes lluvias hasta calores áridos, pero esa no es la razón por la cual Rosé está así y Jisoo está cansada de fingir que lo es.

ㅡNo es una gripe, Roseanne. ㅡsuena autoritaria y con solo el tono de su voz hace a la menor sentirse pequeña en comparación. ㅡ¿Cuando me ibas a decir o no planeabas hacerlo? ㅡla fachada de estabilidad y fuerza de Jisoo comienza a quebrarse con cada palabra. ㅡ¿Cuando demonios pensabas decirme que estabas muriendo de amor?

Morir de amor... ¿Eso es lo que Rosé ha estado haciendo?... Ella está muriendo por algo mucho más grande que eso.

Las palabras se amontonan en la boca de Rosé como saliva espesa que no la deja hablar, una fuente de emociones incapaz de ser expresadas por la razón de que ni siquiera entiende lo que su mente quiere decir.

¿Como pudo haberse enterado? ¿Consiguió las cartas? ¿No limpió bien el baño la última vez que vomitó? ¿Jisoo la vio expulsando esas adoradas flores?

Como si de burbujas se tratase las preguntas llenan el espacio de Rosé, pero no hay nada que las pueda hacer explotar, solo se suman entre sí y se vuelven más grandes.

ㅡYo... Yo no...

ㅡ¿No esperabas que supiera? ㅡantes solía ser bonito cuando Jisoo completaba sus oraciones, ahora es molesto. ㅡLa última vez que te enfermaste vi cuando vomitaste anémonas, la mañana que Sooyoung te trajo dejaste un sendero de claveles amarillos, y no soy ciega. He visto como te has consumido los últimos meses, y no sabes lo jodidamente mal que me tiene ver como la persona que más quiero pasar por algo como esto.

Un corazón se siente romper al ver lo estrujado que está el otro, es un sentimiento compartido de dolor y desesperación que solo causa a ambas chicas querer romper cual sea esta barrera que las separa y poder conseguir el consuelo que saben existe en los brazos de la otra. Han pasado por vientos y mareas para saber que es así, que al lado de la otra es donde pertenecen no en una misma habitación sintiendo como si un mundo completo las separa.

ㅡ¿Desde cuando nos ocultamos cosas? ㅡJisoo toma con delicadeza el rostro de la menor, limpiando las lágrimas que esta no ha notado se han escapado de sus ojos. ㅡSolíamos decirnos todos nuestros problemas, ¿Por qué no podemos hacerlo ahora?... ¿Por qué me empujas lejos de ti cuando solo quiero estar a tu lado?

Rosé se restriega contra las manos de Jisoo reconociendo ese tacto suave que tanto ha necesitado, dejando un beso en la palma derecha de la mayor.

No quiere que Jisoo vea lo que está por pasar aunque ya lo haya hecho antes.

ㅡNecesito que me dejes sola, necesito estar sola aunque sea un par de horas. ㅡdice con la voz más rota que su dulce tono alguna vez ha tenido, haciendo que la mirada de Jisoo se llene de lágrimas con apariencia de cristales. ㅡPor favor.

El calor ajeno en el rostro de Rosé se aleja, la chica se levanta de la cama como una expresión tan rota como el grito que mantiene dentro de sí misma. Jisoo no puede creer que esto esté pasando entre ellas pero respeta la petición de Rosé y sale de la habitación, no sin antes darle un último vistazo antes de cerrar la puerta.

Ya no está la dulce Rosie, ahora solo es Roseanne sufriendo por algo que Jisoo quisiera resolver.

Cuando la pelinegra se va Rosé finalmente abre su puño, revelando pequeñas begonias rosadas y naranjas manchadas con puntos de sangre. Son flores tan hermosas como tristes, oscuridad es lo qué hay en sus vívidos colores.

ㅡNo puedo decirte mis problemas cuando eres el más grande de ellos, Kim Jisoo.