Summary: Todo el mundo de Harry Potter le pertenece a la rubia genial llamada J. K. Rowling. Yo sólo divago sin fines de lucro.
Hola, gente que se atrevió a entrar. Esto es una simple idea que alguien sugirió, un alguien llamado MrsDarfoy y aunque tocar los asuntos de guerra no es lo mío, espero que esto les agrade tanto como me está emocionando a mí escribirlo.
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Escuché con atención lo que me rodeaba y respiré tan quedamente, tan silenciosamente, esperando que ninguno de ellos se percatara que había despertado. Paralicé mi cuerpo al completo, nada complicado teniendo en cuenta que mis manos estaban atadas atrás de mi espalda y mis pies estaban sujetos a una silla tan incómoda que bien podría utilizar para matarlos. Mi cabeza no estaba en mejor posición, estaba inclinada totalmente hacia la derecha, apoyando mi barbilla sobre mi pecho y el cuello empezaba a resentirse, pero era obvio que no podría buscar una mejor posición.
Era consciente totalmente de mi cuerpo, pero necesitaba conocer que tanta movilidad tenía. Moví lenta y suavemente una de mis manos, notando como de inmediato la cuerda se apretaba más a mi piel. Ataduras mágicas, demasiado mágico para ellos, una ironía de la que podría burlarme como alarde a sus ideales. Intenté no hacer ninguna mueca, aunque bien podría empezar a entumecerse mi mano al ir cortando poco a poco la circulación de mi sangre. Moví de igual manera mi tobillo y la magia hizo su efecto, apretándose con más fuerza al frío metal.
Bien. Eso había dolido un poco más, sobre todo porque podría jurar que ese tobillo lo tenía algo lastimado.
Respiré nuevamente con lentitud y puse atención a cada palabra que iban soltando. Si eran inteligentes, dejarían de hablar o no hablarían de nada importante, pero como mi fe era poca y ellos en realidad eran muy estúpidos, esperaba realmente obtener algo de información, algo suficientemente bueno para cuando saliera de aquí.
Había tres voces que podía reconocer perfectamente, no por nada había pasado años escuchándolas en todos sus matices: enojadas, irritadas, a gritos y en bajo murmullos cuando caminaban por los pasillos y creían que todo el mundo quería saber sus secretos. Bueno, en este momento desearía conocer alguno que me diera carta blanca para huir.
Me mordí el interior de la mejilla hasta sacar sangre. El hecho de reconocer esas voces, no me salvaba de que realmente no las soportaba. Una era baja, suave, astuta, hecha para decirle a todos que ella tenía razón y que sus ideas eran las mejores siempre; la otra era igual de suave, pero más firme, valentonada e insoportablemente heroica; la tercera, era la que menos decía, pero no por eso era ignorada y sinceramente era la que menos soportaba. Era una voz sedienta de algo, urgente, nerviosa y astutamente firme también.
Estaba sorprendida por escucharlas, llevaba un año o más sin hacerlo. Y acompañando esas tres voces, había otras dos más maduras, una que me llevaba a vagos recuerdos, estando segura de que ya la había escuchado antes, pero no recordaba bien en dónde o cuándo. La otra, la otra era la más exigente, ronca, ruda y exasperante, como la voz de Draco y Blaise mezclada, una combinación que bien podría acabar con mis nervios de hielo. Mis labios se movieron al compararlos y casi bufé cuando aquella voz que casi no hablaba, señaló de que estaba despertando.
¡Genial! No podría seguir fingiendo inconsciencia y realmente no había obtenido nada. Solo palabras sueltas que hablaban de personas heridas, de acciones a tomar en varios puntos a atacar y aumentar la seguridad, pero no decían en dónde realmente atacarían o asegurarían.
Tiré perezosamente mi cabeza hacia atrás, esperando que creyeran que realmente no llevaba varios minutos despierta, abrí los ojos con lentitud y los cerré de nuevo por la luz, no era realmente intensa, pero abrirlos después de un largo tiempo causaba cierta incomodidad. Lo volví a intentar luchando por estabilizar mi pupila y al mismo tiempo colocar mi cabeza en posición.
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Demonio sin alas | Hansy
RandomMuchos demonios tienen alas, se dice que es porque alguna vez fueron ángeles. Pansy jamás las tuvo y jamás las tendrá, y es por eso que resultó muy fácil que cayera en la prisión de Potter, lugar que al parecer jamás podrá dejar. Creditos a quien c...