No Me Arrepiento, Me Enamore De Ti [Charlastor Lemmon]

Bonjour et bonne nuit

La luz del sol se colaba por la ventana de la habitación, resultando bastante molesta a los ojos del castaño, aun no quería levantarse, podía jurar que solo había dormido unos minutos, por no decir segundos, aunque realmente ya era mediodía. El hombre se tapó la cara con las sábanas abrazando su almohada con un poco más de fuerza, se sentía en las nubes, aún no miraba el reloj pero su reloj biológico le gritaba que se levantara, pero era imposible

Alastor: *wow, necesito comprar más de estas almohadas, son la cosa más cómoda, debería enseñársela a Charlie, no, si se la enseño va querer quitármela, no puedo arriesgarme a perder este tesoro, puedo mirar la marca de la almohada y comprarle una a ella...pero estoy seguro que recordaría comprar una almohada tan cómoda, maldición, creo que es de Charlotte, pero si ella no me la pide, no se la daré* -apretujo más la almohada para quedarse dormido nuevamente-

[...]

Pasaron más de treinta minutos, mientras que el castaño seguía en su ensoñación, tomo con cuidado su almohada y trato de girarse

Charlie: ¡¡AHH!! ¡Alastor! ¡No son de hule! -molesta-

El pobre chico se incorporó en menos de un segundo, se quedó sentado, acompañado de la chica que dormía a su lado, la miro a los ojos aun un poco alterado, Charlotte solo miro su escote y hablo un poco molesta

Charlie: dormiste cómodo ¿verdad? -mirando su escote- me babeaste, Al

Alastor limpio su mejilla y miró su mano, efectivamente estaba babeando, tapó su rostro con vergüenza, la pena no cabía en él, estuvo toda la noche recostado plácidamente sobre los grandes y suaves pechos de Charlotte y en el fondo estaba un poco más dolido al darse cuenta que su almohada eran solo los pechos de Charlotte

Alastor: y...yo lo siento, no me di cuenta, lo sien...-bajo la mirada- C... Charlie, querida, ¿Y mis pantalones?

Charlie: deben estar en el baño, o bueno, fue en el último lugar donde te vi con ellos -soltó con simpleza

Alastor: ¿Que hicimos en el... bañó? -dijo algo asustado de la respuesta-

Charlie: ¡Nada!...no hicimos nada, solo te ayude a llegar al baño, querías vomitar y ni siquiera te podías poner de pie -lo miro a los ojos

Alastor: eso explica muchas cosas -con pesar se sentó en la cama, su cabeza dolía como los mil demonios, su estómago estaba revuelto, trato ponerse de pie, pero el vértigo lo obligó a quedarse en la cama, lo seco de su boca era insoportable, pero la luz que dejaba ver su ventana era tortura pura, como si un cuchillo entrara por su párpado y atravesará su cerebro, simplemente horrible

Tapo su rostro con las frazadas, tratando de menguar la tan jodida jaqueca que le traía la luz, gruño con fastidio, por eso odiaba salir a fiestas con sus amigos, al final siempre terminaba descubriendo un nuevo síntoma, aun recordaba como la primera vez solo era una pequeña jaqueca que no duraba más de doce horas, y ahora todo un día de jaquecas, vómitos, náuseas, fatiga, latidos cardíacos rápidos, depresión, ansiedad, irritabilidad, sed, dolor muscular, y ahora sensibilidad a la luz, ¿Que seguía? ¿Ver unicornios? simplemente estúpido e insoportablemente irritante

La dulce chica a su lado, al ser tan joven y de la realeza, tenía estrictamente prohibido tomar más de una copa de vino Merlot, siendo este el más suave de todos los vinos, era lo mismo con sus padres, nunca bebían más de la cuenta, por lo que nunca había visto los síntomas de lo que llamaban una resaca. Al no saber esto, el comportamiento del castaño solo lograba alertarla, y preocuparla en demasía

Charlie: Al ¿Estás enfermo? vamos al hospital, te ves muy mal -trato de quitar las frazadas del rostro del de ojos tostados, pero este solo gruño