Una semana había pasado, los nuevos cadetes fueron asignados a sus escuadrones. __________ estaba llegando a la dirección donde se en cuentra el cuartel del Capitán Levi.
Estaba nerviosa, no pasó por su mente que la asignaría a su equipo, de tan sólo pensar que estaría a su lado le hacía feliz pero al mismo tiempo le entristecia no poder hacer sus resultados.
Para su sorpresa, Dan se unió a la legión de reconocimiento después de que platicaron esa noche. Estaba contenta de que su amigo haya recapacitado pero al mismo tiempo sentía que había algo raro con él. Decidió no darle más vueltas al asunto, una vez llegado a su destino bajo de la carreta agradeciendo al cochero por haberla traído, sacó sus cosas del carruaje decidida a empezar una nueva vida.
Suspiro una vez tuvo al edificio en frente, era un poco más pequeño que el cuartel general pero se veía acogedor, tocó la puerta esperando a que alguien la recibiera. Así fue, una linda muchacha pelirroja y de ojos grandes la recibió con una sonrisa, hizo el saludo oficial esperando confirmación.
—Cadete ________ Rivas reportándose.
La muchacha frente a ella río con amabilidad, le respondió el saludo presentándose de igual forma.
—Soy Petra Ral, es un placer —le dio un espacio en la puerta—. Puedes pasar, en seguida te diré donde es tu habitación.
— ¡Muchas gracias!
La joven de cabellos negros entró encantada con el lugar, los demás miembros del equipo se acercaron al oír el llamado de Petra quedando embobados ante la preciosa imagen de la chica. Incluso la que era –hasta ahora- la única mujer del grupo en su mente decía que era muy guapa y no pertenecía a este mundo.
— ¡Mucho gusto a todos! Soy la cadete ______ Rivas ¡Estoy encantada de conocerlos! —Grito un poco fuerte, los demás se rieron algo divertidos, si que estaba emocionada por ser parte del escuadrón.
—Mucho __________, mi nombre es Erd Gin y estoy a cargo cuando el capitán no está.
—Yo soy Gunter Schultz, encantado.
—Soy Auruo Brossard, el mejor del equipo después del capitán —hizo un ademán con su mano alardeando de su destreza—. Espero que no seas un estorbo en el equipo niña, pero no te preocupes, puedo ayudarte a entrenar cuando gustes.
Los demás negaron con las cabezas ante su arrogancia infitina, la joven río teniendo en cuenta que quería imitar a alguien por la expresión de los demás pero se sentía feliz de poder estar aquí junto a ellos.
—Vamos a seguir limpiando —demandó Erd—, debemos dejar todo limpio antes de que llegue el capitán.
— ¡Hai!
Todos se movieron rápidamente menos el rubio, le dedico una pequeña sonrisa haciéndole señas para que lo siguiera siendo interrumpido por la puerta. Al girarse, hizo el saludo rápidamente, ________ al ver de quien se trataba no dudo en hacer lo mismo esperando respuesta del pelinegro.
—Supongo que ya se conocieron todos —hablo, parecia cansado, algo aturdido.
—Así es señor —afirmó el rubio a un lado de ella.
—Yo la llevaré a su habitación, tú puedes seguir limpiando.
—E-Está bien, señor —con algo de duda el hombre se alejo dejándolos solos.
Levi suspiro, se acercó hasta la pelinegra jalandola por la muñeca escaleras arriba, _________ se quejaba por el fuerte agarre, estaba irritado por algo y si no fuera por las antorchas alumbrando el pasillo no se hubiera dado cuenta que parte de su costado sangraba.
