TENGO ALGO QUE DECIR 1/2

1.1K 82 30
                                    

Los meses continuaron pasando sin detenerse ni por un segundo, estaba consciente de que no pararían por él, pero sentía el pesar de cada día que avanzaba y tan solo le quedaba esperar al fin de semana, la casa de su padre, esa vieja residencia estilo japonés donde solo vivían su padre y su hermana.

En ese espacio de dos años, desde que se mudaron a los dormitorios de la academia, no había pasado nada excepcional, su hermano se graduó y comenzó a ejercer como terapeuta, su hermana logró conseguir una plaza como profesora en esa escuela donde tenía años enseñando, su padre actual héroe número uno, estaba planeando su pronto retiró, su madre estaba apunto de ser dada de alta de la clínica en la que se encontraba internada para mudarse junto al departamento que Fuyumi planea comprar, el por su lado seguía estudiando ya no le faltaba mucho para graduarse. 

Sus amigos, todos comenzaban a formalizar sus relaciones, algunos aún  buscaban a esa persona, otros más querían no encontrarla. Las chicas y uno que otro chico seguían invitandolo a salir, pero él continuaba diciendo que no a todos. Sus amigos siempre le decían que era un buen chico, demasiado guapo y amable para no tener una pareja o si quiera aceptar salir con alguien, le preguntaban si ya tenía a alguien y él no sabía cómo explicar a sus cercanos el lío que tenía en su núcleo familiar. Claro que ellos ya sabían que la situación con su familia era mala pero que estaba mejorando poco a poco, estaban al tanto e incluso eran testigos del cambio de Shoto con su padre.

Pero este simplemente no conseguía poner en orden la situación. Había hace bastante tiempo aclarado con Enji que estaban saliendo, ya no podían decir que eran simples encuentros sin sentido, no cuando los sentimientos comenzaron a hacerse fuertes, el problema era que esos sentimientos eran lo suficientemente fuertes como para no poder dejarlo. Ellos ya no querían a otra persona, se amaban realmente.

Era muy claro que aunque fuera incómodo usar esas palabras, era extraño para ambos pero no podían evitar, abrazarse, besarse, y darse algunas palabras de amor, era justo después de haber tenido sexo el único momento en el que olvidaban sus lazos y la vergüenza, que perdían la noción de todo, dejándose llevar el único momento en el que decían te amo sin miedo. Pero esa situación hace tiempo había dejado de gustarle a Shoto. Justamente hace dos años acordó con Enji que hablarían de eso con su madre, no era que buscaran su aprobación pero sí era algo que necesitaban sacar ya. A Enji después de esa noche no le gustaba hablar de eso, de hecho las veces que Shoto intentaba sacar el tema terminaba molesto o en una fuerte pelea, a medida que pasaba el tiempo Shoto aprendió a no sacarlo para no pelear con él, pero ya no más.

Esta noche sacaría el tema sin importar que y tendría que llegar a un acuerdo le guste o no. Durante todo el viaje en metro fue pensando como le diría, se retractaba pero a la vez se convencía de que sería lo correcto. En cuanto abrió la puerta de la casa, se encontró con un silencioso pasillo y los zapatos formales de trabajo de su padre. Él estaba en casa temprano.

Se adentro más en la casa y al llegar a la sala se encontró a su padre sentado bastante tranquilo, leyendo unas hojas en el sofá, traía un pantalón y una playera informal así que supo que estaba descansando.

—Ya estoy en casa En... —Se quedó un momento parado solo pensando en sus próximas palabras, iba a llamarlo Enji pero la verdad ya no se sentía cómodo diciéndolo y no estaba en sus planes llamarlo amor o algo así, era obvió que no podía decirle Endeavor, padre mucho menos, sin querer a su mente llegó el recuerdo de una ocasión en la que lo hizo llamarlo papi mientras tenían relaciones, cerró los ojos arrepentido, sólo decidió callarse dejando así la oración, algún día tendría que pensar en ello, pero ahora no. Un problema a la vez. 

—Bienvenido. —Saludo el pelirrojo, mirándolo acercarse a él mientras se quitaba sus lentes para leer y alejaba las hojas de su cara.

—¿Qué haces aquí tan temprano? —Preguntó el niño ya estando detrás de él, dejó su mochila en el suelo y se acercó a su cara para darle un beso en los labios que este correspondió igual. Enji Todoroki no era la clase de persona que era cariñosa con su pareja pero había un par de cosas que hacía para demostrar afecto al joven, una de ellas eran los saludos. Nunca se ha quejado de ello y era algo que hasta disfrutaba hacer.

❈Break❈『Serie EnjiShoto』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora