Capítulo 4.

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Canción de multimedia: Control - Zoe Wees.

Theo.

—Dale cariño, arriba ya es medio día—dice una voz femenina.

No puedo con el dolor de cabeza aunque ni siquiera tomé; no imagino como estarán ese par de locos que decían llamarme mamá osa.

—Más tiempo madre, tu hijo quiere seguir en la cueva.

—Theo recuerda que es viernes y tienes que levantarte ya—suspira y acaricia mi cabeza—Hoy llega tu papá y no trae buenas noticias.

Nunca espero que llegué con algo bueno, solo viene lleno de reproches por los problemas que causó en su vida desde tiempos inmemorables.

—Sí mamá, de hecho me dejó un mensaje hace unas horas indicando que cierto "tema" aún no se soluciona.—resoplo con cierta decepción en mi voz.

Estoy desesperado aunque no lo demuestre físicamente ese tema me tiene mal hace más de 8 años y terminó de romperme hace 6 meses.

—Tranquilo hijo, tu papá se encargará de todo—me da su típica mirada llena de preocupación— Solo no vuelvas a caer, no te rompas más mi niño.

No me contengo y salgo de la habitación cada vez que pienso en eso me carcome el hecho de que lo que pasó fue netamente culpa mía, no soy un crío que necesita protección puedo estar mal de la cabeza pero siempre asumo mis problemas.

La mayoría de veces trato de resolver todo por mi cuenta, las cosas en Francia eran un tanto complicadas, es decir, mi familia nunca ha sido normal, el hecho de que seamos una familia "reconocida" y con dinero, no tan solo trae respeto hacia nuestro apellido, también va acompañado de represalias, las cuales solo hicieron que todo empeorara con el tiempo.

Siempre me repito esta frase "Mientras que nos lamentamos por los errores cometidos en un pasado, nuestro futuro se nos escapa en un momento fugaz y llevándose así con él toda nuestra vida".

Rápidamente salgo de casa, en pijama, realmente es temprano «para mi» , son alrededor de las 12:30 pm, decido ir a la casa de Liam para examinar su estado. A pesar de que no somos el tipo de amigos que se cuentan todo, ha sido una persona importante para mi.

Estaba a punto de golpear, cuando una chica rubia atraviesa la puerta con cierta molestia, al momento de salir me observa desorbitada, lucía cansada, alterada, se parecía a Sophie, en cierta parte, no se fijó en mi presencia, ¿pasó algo? es decir, que hacía tan temprano en casa de Liam, y ¿por qué?

Con la puerta abierta me adentro a la casa de mi querido vecino, no vi a la Señora Clark así que supuse que había salido, a no se, ¿hacer compras quizás?

Al momento de llegar a la habitación, Liam estaba en el piso, su entorno estaba hecho un completo desastre, ese tipo de escenarios me recordaron cuando yo...

Sacudo mi cabeza para sacar esos pensamientos, no es el momento de eso ahora, me dirijo hacia Liam.

—¿Qué demonios pasó?

—Jamás me dejes volver a tomar—dice sonriendo, pero en sus ojos se refleja la tristeza.

Admiraba el hecho de que sin importar lo mal que él estuviera lograba sacarle una sonrisa a cualquiera.

—Pero ¿Qué ha pasado?

—Ya llegará el momento en el que te tengas que enterar de mis problemas Theo.

—Bien, no preguntaré más sobre el asunto, pero si tengo una gran duda.

No dijo nada pero me miró con cara de confusión a lo que yo continúe hablando.

Ángeles de ceniza©  Retorcido por ti (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora