Taehyung vive con Jungkook, quien es como su hermano, para él es el lindo chico que lo cuida todos los días, lo protege de todos los males y lo salva de sus horribles pesadillas.
Jungkook vive con Taehyung, su novio, que luego de ser secuestrado y a...
— ¿Puedo dormir contigo hoy? — preguntó Taehyung, jugando con sus dedos frente a él, en la puerta del cuarto del menor.
— ¿Pasa algo, lindo? ¿Tienes miedo?
Taehyung negó, hizo un mohín mientras pensaba como decirle, no quería sentirse tan avergonzado.
Taehyung solía sentir mucha vergüenza de muchas cosas, era bastante inseguro, aunque con Jungkook podía sentirse más libre, porque el castaño nunca lo había juzgado de mala manera.
Ni siquiera cuando se orinaba en la cama cuando tenía pesadillas muy feas, o cuando tenía un ataque y se sentía tan vulnerable y frágil, Jungkook nunca le decía nada, y sólo intentaba hacer lo mejor por él. Claro que Taehyung sabía todo lo que el menor se esforzaba por él, y lo admiraba por eso.
— Sólo... Quiero dormir contigo porque es lindo.
Jungkook sonrió levemente.
— ¿Si?
— Mhm.
— Bueno, adelante— hizo un ademán para dejarlo pasar, cosa que hizo al castaño sonreír, mientras entraba feliz y se subía a la cama de un salto, para luego acomodarse de un lado de esta.
A Jungkook le parecía lindo que Taehyung siguiera eligiendo el lado de la cama que siempre le había pertenecido, aún sin recordarlo, tomaba las mismas decisiones.
Encendió la luz de noche, porque Taehyung solía tenerle miedo a la oscuridad.
Había noches dónde no pasaba nada, pero si se despertaba luego de alguna pesadilla o si había tenido alguna fuerte recientemente, quería dormir con la luz encendida para poder ver qué ningún monstruo lo lastimara otra vez.
Se acomodó de su lado, decidió usar su antifaz, porque le costaba consolidar el sueño con tanta luz.
— Buenas noches, lindo.
— No me estás abrazando— dijo el castaño, sonaba demandante.
Jungkook sonrió de lado, alzó un poco su antifaz para mirarlo, el castaño estaba haciendo un puchero y con el ceño fruncido.
Taehyung era tan adorable, quizás algo mimado, o exigente, pero no podía decirle que no, no a esa carita, no a esos pucheros, no al amor de su vida.
— Bueno, bueno, señor abrazos, deja que me acomode primero — dijo, con un poco de gracia.
Se acomodó en la cama, tapándose bien con las sábanas, y abrió sus brazos para que Taehyung se acomodara en ellos, lo sintió acurrucarse contra él, dejó un beso sobre su frente.
— Beso de buenas noches, y abrazo de oso, ¿Ahora sí está bien?
— Mhm — dijo, asistiendo contra su pecho.
— Bien, lindo, buenas noches.
— Buenas noches— respondió en un murmullo.
Y como cada vez que dormía con Jungkook, se sentía a salvo, protegido, y muy querido.
Sabiendo que las pesadillas no podían encontrarlo en el cuarto de Jungkook, y que los monstruos no podían atravesar esa muralla de abrazos, podía soñar algo bonito, podía estar tranquilo.
Taehyung tuvo su primer buen sueño en mucho tiempo, esa misma noche.
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